Muchos argentinos empezaron a concurrir la facultad de Odontología de la UBA para atenderse debido a la falta de turnos y al elevado costo de los tratamientos. En consecuencia, se empezaron a generar extensas filas en esa universidad.
Ante esta situación, los profesionales contaron, que desde hace meses, ellos mismos tienen que comprar sus elementos e insumos para atender a un paciente proveniente de obra social, pero no solo eso, sino que también deben pagar la luz, gas y agua del consultorio en el que trabajan.
Además, remarcaron que la cobertura médica les paga a los dentistas tres meses después de haber atendido al paciente lo que agrava aun más el panorama.
En ese contexto, se calcula que en septiembre alrededor de 300 personas por día realizaron una consulta en la Facultad de Odontología de la UBA y una evaluación, llevada a cabo por la guardia odontológica, determinó que el mes pasado, la universidad atendió a 29.277 individuos en todos sus servicios y de ese número, el 53,4% era del conurbano. La guardia Odontología ubicada en Marcelo T. de Alvear 2125, funciona las 24 horas los 365 días del año, hasta los feriados. En la pandemia, no dejó de prestar sus servicios.
Silvio Prada, director del servicio de urgencias, explicó que «la queja más grande es la imposibilidad de poder resolver los problemas cerca de sus lugares de residencia porque «los pacientes viajan horas para poder llegar a la facultad porque o no hay centros de atención o funcionan pésimo».
En diálogo con Clarín, remarcó que «el gran problema es que terminamos siendo el único centro de atención’‘ y en ese sentido, aclaró que «tampoco es infinita la cantidad que podemos atender por día». «Está claro que las colas que ves son justamente por eso y esa gran demanda termina colapsando algunos de nuestros servicios», subrayó.
