El próximo fin de semana, la Fórmula 1 disputará la anteúltima carrera de la temporada, con el Gran Premio de Las Vegas. Después de 40 años, la máxima categoría del automovilismo regresa a la ciudad del pecado, aunque al parecer no con el impacto esperado.
Este GP tendrá como novedad importante no solo que será una carrera nocturna en un circuito callejero nuevo, sino que además la carrera principal se correrá el día sábado, en vez del domingo como es habitual.
Sin embargo, pese al entusiasmo que hay desde la Fórmula 1, los fanáticos parecen no estar del todo conformes con este evento, al punto que los precios de los entradas tuvieron una drástica caída.
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Según la plataforma Tickpick, el 8 de octubre los boletos más baratos para el jueves, día de prácticas libre 1 y 2, costaban US$ 385. Sin embargo, ahora se consiguen desde US$ 128, un 66% más baratos.
Lo mismo ocurre para el sábado, día de prácticas libres 3 y la clasificación: antes tenían un valor mínimo de US$ 825, pero ahora el mismo es de US$ 243, un 70% menos. En cuanto al sábado, día de la carrera, pasaron de US$ 1.645 a US$ 772, un 23% menor.
Algo similar ocurre con los hoteles. Las Vegas es una ciudad llamativa para los turistas, pero según el usuario de X (ex Twitter) Joe Pompliano, los valores de las habitaciones cayeron un 58%. Esto, debido a que no han completado su ocupación.
A esto se suman las quejas de los residentes de la ciudad de Nevada, que cuestionaron que la llegada de la Fórmula 1 cambió por completo el paisaje de la ciudad desde hace meses.
Entre los reclamos, se encuentra la tala de árboles que obstaculizaban la construcción del trazado de la pista y las gradas; el cierre de accesos y puentes peatonales que han sido cubiertos para que la gente no pueda ver la carrera de forma gratuita; y también la afectación de atracciones turísticas emblemáticas que quedaron inhabilitadas y no pudieron ser disfrutadas por quienes visitan la ciudad.
