Este martes, los mercados europeos se iniciaron a la baja luego de que el Gobierno de Italia, en manos de una coalición de derecha liderada por la primera ministra Giorgia Meloni, decidiera implementar un nuevo y fuerte impuesto a los bancos.
El Parlamento aprobó un impuesto extraordinario del 40% a las entidades bancarias para conformar un fondo con el que espera ayudar a los italianos con sus hipotecas y reducir impuestos a la población, en medio de una crisis económica por la alta inflación.
Así lo explicó el viceprimer ministro (y uno de los principales líderes de la coalición), Matteo Salvini, quien aseguró que los bancos han tenido ganancias extraordinarias y deben contribuir con la sociedad.
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Ahora, el país impondrá un 40% sobre el margen de interés neto de los bancos, es decir, la diferencia entre lo que cobran por prestar y lo que pagan por los depósitos.
“Sólo hay que mirar los beneficios de los bancos en el primer semestre para darse cuenta de que no estamos hablando de unos pocos millones, sino de miles de millones», sostuvo en una conferencia de prensa.
Esos beneficios a los que se refiere Salvini están vinculados a las tasas de interés, que no han dejado de subir en toda Europa como herramienta para contener la inflación, tal como lo han hecho EEUU y prácticamente todos los países del mundo, especialmente las grandes potencias. Mientras los bancos ganan más por los altos intereses, pagan menos por los depósitos, lo que viene incrementando sus márgenes desde hace varios trimestres.
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En ese sentido, agregó: “Si es cierto que la carga derivada del coste del dinero se ha duplicado para los hogares y las empresas, lo que reciben los titulares de cuentas corrientes no se ha duplicado«.
Según estimaciones del Bank of America, el Gobierno de Meloni podría recaudar entre 2.000 millones y 3.000 millones de euros con este gravamen, recortando entre un 2% y un 9% los beneficios de los bancos.
(Con información de Reuters)
