El infectólogo Anthony Fauci, principal consultor médico del presidente Joe Biden, alertó hoy que el número de nuevos casos de coronavirus en Estados Unidos está trepando a un nivel «inquietante» en los últimos días, y el país corre grave peligro de sufrir una nueva ola de contagios a pesar del masivo y frenético proceso de vacunación.
En entrevista con la cadena televisiva CNN, Fauci advirtió que «es casi una carrera entre vacunar al mayor número posible de personas y un nuevo salto en las infecciones, peor de lo que predijeron los expertos».
Según datos reportados por el influyente diario The New York Times, ayer Estados Unidos registró 73.200 positivos y en la última semana hubo una media de 65.556 casos por día, con un + 14% del promedio de las dos semanas anteriores.
Esto, a pesar de la velocidad con la que avanza la campaña de inmunización, con alrededor de 109 millones de personas que ya recibieron la primera dosis, lo que equivale a más del 33% de la población, mientras que los 50 estados se comprometieron a entregar vacunas para todos los adultos antes del 19 de de este mes.
Entre las principales causas del aumento de enfermos se encuentra la propagación de la variante británica, que ahora es la cepa dominante en la primera potencia mundial.
Para contrarrestarla, Fauci exhortó a la población a inyectarse y seguir medidas preventivas, principalmente el uso de máscaras y el distanciamiento social, recogió la agencia de noticias ANSA.
«Esperen un poco más, éste no es el momento de declarar la victoria prematuramente», avisó Fauci, quien dijo confiar en que, gracias a la vacunación masiva, aún se podría evitar un nuevo oleaje del flagelo.
Entretanto, según datos de la Universidad Johns Hopkins, se descubrió que casi la mitad de los contagios en Estados Unidos en los últimos siete días (44%) ocurrieron en solo cinco estados: Nueva York, Michigan, Florida, Pensilvania y Nueva Jersey.
De hecho, hubo casi 197.500 nuevos en los cinco estados, en comparación con más de 452.000 infecciones en todo el país.
El pico es particularmente pronunciado en Michigan, donde el promedio semanal de nuevas infecciones diarias llegó a 6.719 el domingo, más del doble que dos semanas antes.
La gobernadora demócrata Gretchen Whitmer, sin embargo, dijo que no tiene la intención de endurecer las restricciones, aunque la emergencia aumenta la presión sobre el gobierno federal para que considere cambiar la forma en que se distribuyen las vacunas, enviando más dosis a las áreas «calientes».
Estados Unidos es el país más golpeado, con 30,9 millones de infectados y casi 560.000 muertes, según el último parte sanitario.
