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EE.UU. y China: primera reunión de la era Biden con «bajas expectativas»
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EE.UU. y China: primera reunión de la era Biden con «bajas expectativas»

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Las deterioradas relaciones entre Estados Unidos y China obligan a pensar que no habrá inmediatamente un resultado positivo cuando diplomáticos de ambos países se reúnan el 18 de marzo en Alaska para analizar la situación de Taiwán, Hong Kong y los derechos humanos, entre otros temas bilaterales.

Si bien la relación comenzó a resquebrajarse durante el Gobierno del expresidente estadounidense, Donald Trump, la nueva Administración del mandatario Joe Biden no ha hecho hasta ahora nada importante para aliviar dicha tensión.

En los últimos días, China y la Casa Blanca mantuvieron nuevos roces diplomáticos luego de que el Parlamento chino aprobara una reforma del sistema electoral de Hong Kong, que dará a Beijing el poder de veto sobre los candidatos del enclave capitalista.

Obviamente, esta medida le permitirá al Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, reforzar el control de la excolonia británica y restringir, además, el margen de maniobra de la oposición prodemocrática.

La decisión parlamentaria es «un ataque directo a la autonomía prometida a la gente en Hong Kong bajo la declaración conjunta sino-británica» antes de que Londres entregara el territorio a China en 1997, dijo el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.

El funcionario, que será uno de los interlocutores de Washington cuando se reúnan con diplomáticos chinos el jueves próximo en Anchorage, Alaska, aludió a la fórmula «un país, dos sistemas», ideada por el líder chino Deng Xiaoping.

Bajo esta premisa, el primero de julio de 1997, el Reino Unido devolvió Hong Kong a China luego de colonizarla durante 155 años.

Según denuncias de organizaciones de derechos humanos, por lo menos 47 dirigentes opositores de Hong Kong han sido acusados de «subversivos» por las autoridades, bajo las normas de la nueva Ley de Seguridad Nacional dictada desde China.

«La reunión de Alaska va a ser la primera de varias importantes como una forma de ´romper el hielo´, con la participación de altos oficiales. Pero yo creo que las expectativas son bajas de que pueda haber un resultado positivo», dijo Patricio Giusto, director del Observatorio Sino-Argentino.

El analista resaltó que en el encuentro de Anchorage «va a quedar demostrado nuevamente la tensión que impera en la relación bilateral».

«Desde ya la cuestión de los derechos humanos, en particular la de Hong Kong con nuevas reglas y regulaciones que se habilitaron esta semana para reformar el sistema electoral, va a estar presente y va a generar un tensión extra», advirtió.

«Y además la decisión de Biden de, por el momento, dejar las tarifas que había fijado Trump y mantener las prohibiciones y las sanciones contra empresas tecnológicas chinas», agregó.

Giusto resaltó que «la verdad es que el clima previo es muy negativo. Hay presiones muy fuertes de parte de Estados Unidos por el tema de los derechos humanos. Incluso por la cuestión de la contaminación y el cambio climático».

Esta semana, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que las negociaciones bilaterales entre las dos potencias serán «difíciles».

«Las acciones y el comportamiento de Beijing desafían la seguridad, la prosperidad, los valores no solo de Estados Unidos sino también de nuestros aliados», apuntó.

El funcionario señaló que Blinken y el asesor de Seguridad nacional, Jake Sullivan, plantearán cuestiones relacionadas con Hong Kong, Taiwán, el mar de la China Meridional, comercio y los orígenes del coronavirus, descubierto en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019.

Por el lado de China, el portavoz de la Cancillería de ese país, Zhao Lijian, pidió a la Casa Blanca que abandone la mentalidad de la Guerra Fría y «deje de entrometerse en sus asuntos internos».

Al primer encuentro de la era Biden, asistirán también el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, y el consejero de Estado, Yang Jiechi.

A las tensiones de los últimos días, se suman las declaraciones del comandante de las fuerzas estadounidenses en el Océano Pacífico, Philip Davidson, quien dijo que China podría invadir Taiwán dentro de los próximos seis años, para sustituir a EEUU como potencia regional.

Dos días después de asumir la Presidencia, el 21 de enero, el Gobierno de Biden advirtió que el compromiso de la Casa Blanca con Taiwán es «sólido como una roca», después de que varios aviones de China penetraran en el espacio aéreo de la isla.

Estados Unidos constituye el mayor apoyo comercial y militar que tiene Taiwán, con 23 millones de habitantes, luego de que esa territorio insular se separara de China al finalizar la guerra civil de 1949.

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