Tras el fallecimiento de la reina Isabel II, una de las grandes preocupaciones que se generó en el mundo era qué iba a pasar con sus amados corgis, reconocidos por ser sus fieles compañeros.
Sin embargo, estos no son los únicos animales que formaron parte de la realeza británica, ya que a lo largo de la historia los distintos monarcas y otros miembros de la familia real han tenido mascotas que los acompañaron durante su vida.
“Los perros han jugado un papel importante en la vida pública y privada de la familia real, además de resaltar cómo las modas caninas se han visto guiadas por sus elecciones y cómo el bienestar animal en general se ha beneficiado de su amor por los perros”, señalaron en la página oficial de la realeza.
VICTORIA, ENTRE EL AMOR DE DASH Y SUS 88 COLLIES
Desde muy chica, la monarca fue amante de los perros y contaba con un gran amigo: Dash. El Cavalier King Charles Spaniel fue parte de la familia desde los13 años de la monarca, y para su cumpleaños 17 su madre le entregó un retrato del animal como regalo.
Foto: Royal Collection Trust
El can falleció en 1840, tres años después de que Victoria se convirtiera en reina. Sus restos fueron enterrados en el parque del Castillo de Windsor con un emotivo epitafio: “Su apego era sin egoísmo, su alegría sin malicia, su fidelidad sin engaños. Lector, si quieres vivir amado y morir arrepentido, aprovecha el ejemplo de Dash”.
En aquel mismo año, la soberana contrajo matrimonio con el príncipe Alberto, otro amante de los perros. Fue en ese momento que llegó Eos, un galgo que los acompañó durante su luna de miel. Más tarde se unieron otros miembros al a familia real perruna: Deckel, un dachshund traído de Alemania, al que luego se sumó otro de la misma raza, Waldman VI, considerado el “perro salchicha favorito de la reina Victoria”.
Sin embargo, la raza que más cautivó a la monarca fueron los collies de pelo liso, ya que entre las décadas de 1860 y 1870 tuvo un total de 88 ejemplares. Su favorito fue Sharp, quien la acompaña en una de sus fotos más recordadas.
Foto: Royal Collection Trust
CAESAR, EL PERRO FIEL DE EDUARDO VII
A lo largo de su vida, el rey Eduardo VII ha tenido varios animales que lo acompañaron en su vida diaria. Sus favoritos eran los terriers, siendo Jack el más destacado, quien tuvo una repentina muerte en un viaje a Irlanda en 1903.
Pero quizás la más famosa de todas sus mascotas fue Caesar, un terrier que lo acompañó no solo en su vida diaria sino también en las reuniones importantes con políticos.
La incondicionalidad del pequeño amigo fue tal que, tras el fallecimiento del rey en 1910, Caesar fue parte del desfile acompañando el féretro con los restos de su dueño.
Foto: Royal Collection Trust
Por su parte, la reina Alexandra, quien también adoraba los perros, se hizo cargo de las perreras de Sandringham en su viudez. Ella también tenía algunos perros propios, entre los que se destacan la pareja Vassilka y Alex, ambos de raza Borzoi.
LOS CINCO COMPAÑEROS PERRUNOS DE JORGE V
El rey Jorge V ha tenido cinco perros a lo largo de su reinado. El primero fue Heather, una collie, con quien fue fotografiado en el Palacio de St. James junto con la reina María.
Foto: Royal Collection Trust
Tras su fallecimiento, el monarca sumó a la familia a Happy, un terrier, al que luego se sumaron otros tres de la misma raza: Jack, Snip y Bob.
JORGE VI Y SU DEBILIDAD POR LOS LABRADORES
Pese a que en los comienzos del siglo XX no eran muy comunes, el rey británico tuvo un amor por los labradores amarillos, a los que tenía como mascotas y perros de caza.
Sin embargo, no eran su única fascinación, ya que fue él quien en 1933 incorporó el primer corgi a la familia real: Dookie. Cinco años después llegó Jane, y ambos tuvieron dos cachorritos: Crackers y Carol.
Foto: Royal Collection Trust
Fue el primero de ellos quien se ganó el amor de la reina Isabel y estuvo con ellos en el palacio durante sus 14 años de vida. Incluso, fue uno de los protagonistas de las celebraciones del aniversario de las bodas de plata del rey y la reina.
SUSAN, LA MADRE DE TODOS LOS CORGIS DE ISABEL II
Con motivo de su cumpleaños número 18, la entonces princesa recibió un regalo por parte de su madre: una corgi llamada Susan. Fue aquella mascota la que dio inicio a una larga dinastía que acompañaría a Isabel II durante sus 70 años de reinado.
Foto: Royal Collection Trust
Estos perritos se convirtieron en un ícono de la monarca británica, ya que en múltiples ocasiones fue fotografiada con ellos, y su amor era tal que siempre tenía un momento para pasear con ellos.
En total, llegó a tener más de 30 ejemplares, todos descendientes de Susan. A la familia perruna también se sumaron algunos ejemplares de dorgis, una raza que nació de la cruza entre corgis y dachshund.
Los últimos cuatro que la acompañaron hasta su muerte fueron los corgis Muick y Sandy, quienes quedarán bajo el cuidado del príncipe Andrés; el dorgui Candy; y Lissy, que es la actual campeona de perros de caza de Cocker Spaniel del Kennen Club.
Foto: Royal Collection Trust
