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Hay que cuidar al fiscal Luciani
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Hay que cuidar al fiscal Luciani

En la Argentina se juntan empresarios, políticos y personajes de la farándula para la asunción de un Ministro de Economía que viene siendo parte del régimen. La mayoría de los concurrentes al acto son millonarios y tienen, casi todos, imágenes negativas que orillan el 70% (incluso el recién asumido ministro). Todos se esmeran en concurrir para ver y ser vistos. En la Argentina real balearon a un niño de 13 años en Ciudad Evita. Le dispararon un balazo en la cara. Las dos imágenes constituyen la más nítida postal del peronismo.

Da un poco de vergüenza ajena oír a periodistas y empresarios hablando del “superministro” y constatar algunas opiniones internacionales. Mientras algunos personeros del régimen intentan, vanamente, instalar euforia, el mundo mira sin demasiadas expectativas y algunas entidades financieras internacionales emiten mensajes lapidarios. Massa había hecho circular entre sus amigos-empleados- periodistas algunos nombres con algún peso (Bossio, Peirano, Redrado), pero todos ellos esquivaron el bulto. El más conocido que consiguió fue al siempre nefasto de Mendiguren, cuya profesión principal ha sido desde siempre usar la política en beneficio propio. Llaman plan a una serie de medidas deshilachadas y anuncian que bajarán el déficit sin cerrar ningún ministerio, ninguna empresa pública deficitaria y sin echar a ninguno de los miles de ñoquis de la Cámpora (lo que había sido otrora una propuesta estrella de Massa). Por eso no despiertan ningún entusiasmo. Por eso se les esta haciendo cada vez más difícil caminar por la calle sin que los increpen.

Alberto Fernández ya no se sabe para qué está. Su única función reconocida es echar a los pocos de confianza que le quedan por órdenes que vienen del Senado. Honestamente, creo que se queda en el cargo para seguir cobrando el sueldo. No hay otra razón para que alguien se humille y se rebaje tanto.

Como todo mediocre, se contenta con cobrar y no pagar alquiler (más el servicio y los víveres). Uno puede suponer que las señoritas que lo visitaban cuando los argentinos tenían que estar encerrados y no podían despedir a sus seres queridos ya no concurrirán tan solícitas como cuando el Presidente tenía una imagen positiva altísima, pero es mejor eso a quedarse sin sueldo y volver a un departamento. Nunca olvidar que los peronistas tienen un gran ideal: el dinero público.

Aunque el establishment prebendario y corrupto argentino hable de Súper Massa, el hecho que puede empezar a cambiar este loop infinito de decadencia está en Comodoro Py y lo encarna el Fiscal Luciani. Después de la miserable actitud de la Oficina Anticorrupción, que se retiró de la acusación (por orden de CFK), la única esperanza de justicia recae en la Fiscalía. “Néstor y Cristina Kirchner instalaron una de las matrices más extraordinarias de corrupción”, dijo Luciani. La única posibilidad de que el mundo vea a la Argentina con algo de seriedad y la única posibilidad de recuperar la dignidad como país es que el juicio que se está desarrollando termine en una condena para CFK y para todos los sátrapas que están siendo juzgados. Es decir, que esa condena a CFK sea rotunda y que el mundo tenga la explicación detallada de cómo el kirchnerismo fue una organización delictiva que ocupó el Estado durante muchos años para hacer negocios a favor propio.

Los voceros de la mafia ya están tratando de instalar ideas exóticas tales como que son víctimas del lawfare. CFK dirá (como dicen los tiranos) que a ella la juzgará “la historia”. Señora, son los jueces los que juzgan. De la historia nos ocuparemos nosotros para que siempre sea recordada como una política corrupta y autoritaria. Las idioteces que salen de esas bocas cuando un fiscal está presentando pruebas irrefutables es el pus que supura de una fuerza política llena de infección por excesiva corrupción.

Es menester recordar un hecho triste: la primera investigación sobre la corrupción de los Kirchner cayó en el juzgado del Juez Ercolini, que había sido nombrado por los K, y quien dictó un vergonzoso sobreseimiento sin siquiera pedir medidas elementales. El fiscal Taiano iba a apelar el fallo del juez para que la investigación sobre la fortuna de los K continuara. El día que debía presentar la apelación, le informaron que su hijo no había vuelto a su casa. Nadie sabía donde estaba. El chico había sido secuestrado y estuvo un par de horas arriba de un auto en el que uno de los secuestradores le dijo: “Sos el hijo del fiscal”. El fiscal Taiana no apeló el sobreseimiento y la causa se cayó. Al chico lo soltaron unas horas después. Esto fue en 2005. En 2013 amenazaron al fiscal Marijuan diciéndole que matarían a sus hijas. Cabe recordar que Marijuan estaba investigando a Lázaro Báez, el testaferro de los Kirchner. A Taiano lo amenazaron durante mucho tiempo. Al fiscal Nisman directamente lo asesinaron horas antes que presentara el alegato que comprometía internacionalmente a CFK. Se comportan como la mafia. Hay que cuidar al fiscal Luciani.

No hay que inventar salvadores providenciales para la Argentina. La única salvación es quebrarle el espinazo a la mafia. A la mafia se la derrota y se la humilla.

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