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De Córdoba al mundo: la historia de “la dueña del maní”
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De Córdoba al mundo: la historia de “la dueña del maní”

Por Rubén Orode
Fotos: Mario De Fina

Aunque casi nadie lo sabe, en los últimos años Argentina se consolidó como el principal exportador de maní del mundo. De acuerdo a los datos del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), en la provincia de Córdoba se concentra el 89% de las 1.051 explotaciones agropecuarias que producen maní, una industria que exporta más de 1.000 millones de dólares por año.

En la localidad de General Cabrera está Prodeman, la empresa líder del rubro, que brinda trabajo a más de 650 personas de los 12.000 habitantes que tiene el pueblo. La ingeniera industrial Ivana Cavigliasso es la Gerente General de Calidad y directora de esta empresa que comenzó a exportar en 1984. Actualmente, Prodeman vende sus productos a Holanda, Reino Unido, Australia, Argelia, Chile, Polonia, Sudáfrica, Filipinas, Portugal, Rumania y China, entre otros países.

La historia comienza en los setenta. El productor agropecuario Oscar Cavigliasso, padre de Ivana, fundó Prodeman junto a sus hermanos. Luego de sembrar soja y trigo, comenzó a experimentar con el maní, y lo que empezó con una pequeña prueba se convirtió poco a poco en 300 hectáreas. Finalmente, a mediados de los ochenta, comenzó con la exportación.

“En ese momento era muy manual, muy artesanal y se seleccionaba el maní a mano. Había mujeres ‘picoteando’, o sea separando en una cinta el grano sano del grano dañado. Hoy sembramos más de 40.000 hectáreas”, cuenta la hija, rememorando su infancia creciendo en el campo y las historias que su padre le contaba.

Durante los noventa Prodeman sufrió una importante transformación. “La planta donde hoy estamos ubicados tiene más de 90.000 metros cubiertos. Cuando empezó a crecer la exportación, mi papá dijo ‘si vienen los clientes para venir a conocer la planta no les puedo mostrar esto’. Era una planta con piso de tierra, donde las plagas las controlaba él a mano”, cuenta Ivana entre risas. Fue ahí que se decidió hacer la fábrica en General Cabrera, donde actualmente funciona la empresa. Lo demás fue seguir creciendo y multiplicando las hectáreas sembradas, siempre intentando alcanzar los estándares de calidad más altos para la comercialización del producto en el exterior.

En 2009 la sociedad que Cavigliasso padre tenía con sus hermanos se disolvió. Pero no fue el fin de nada, sino su multiplicación: ahora hay tres familias Cavigliasso dedicándose al mismo rubro. Al final, todo sigue quedando en familia.

“Cada uno tiene su empresa, y mi papá decidió quedarse con la llave de Prodeman. A sus 73 años aún continúa trabajando en la empresa y todavía tiene muchas ganas. Nosotros somos cuatro hermanos. Mi hermano más grande y yo somos los encargados de la producción de la planta industrial; mi hermana mayor maneja las finanzas y la administración de la empresa, y el más chico es ingeniero agrónomo, es el que produce en el campo el maní que después procesamos en la planta. Estamos muy encantados con lo que hacemos”, describe Ivana, entusiasmada.

Entre los productos que Prodeman comercializa se encuentran el maní tostado; el maní salado; con chocolate; crocante; garrapiñada de maní e incluso una línea de legumbres que incluye lentejas, porotos, garbanzos y maíz pisingallo. Además, cuentan con “Maní King”, línea de productos creada para el mercado interno pero que también está cobrando impulso para conquistar el exterior.

Ivana Cavigliasso no solo es la directora de la empresa, sino que hasta el pasado 4 de julio fue la presidenta de la Cámara Argentina del Maní, que nuclea a 20 empresas del rubro. Asegura que fue una experiencia interesante y que generó mucha repercusión, y que en buena medida contribuye al espacio que las mujeres vienen peleando en los ámbitos empresariales. “Fue todo un boom, porque mujeres somos muy pocas en ese ámbito”, detalla, al tiempo que asegura que en la Cámara hay “un equipo hermoso”. “Competimos, pero somos amigos y vecinos que nos reunimos a cenar. Fueron dos años maravillosos, de mucho aprendizaje. Estaba la opción de quedarme pero era muy demandante y tenía ganas de otros proyectos”, comenta Cavigliasso.

Un aspecto destacable de Prodeman es que todo lo que hace relacionado a la energía eléctrica a partir de la biomasa de la cáscara de maní. En esta empresa familiar se convierte el residuo de la chala del maní en una fuente de energía eléctrica renovable. Por eso, hace varios años, Prodeman salió favorecido con un subsidio para proyectos orientados a generar energía sustentable.

Frente a la planta de maní está la planta que procesa la chala, OC Bioenergía. Ahí la cáscara se quema en una caldera, que genera un vapor que mueve la turbina. Así se alimenta un generador que produce energía eléctrica. Se calcula que genera 10 megas por hora (capacidad como para darle luz a 18.000 hogares a la vez), y funciona 330 días al año.

“Esa energía generada se vende toda al Sistema Argentino de Interconexión, dependiente de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMESA). Hoy consumimos la chala nuestra y además le compramos a otras plantas maniseras de la zona. Algo que era un residuo se convierte en algo de valor”, explica Cavigliasso, y afirma que la sustentabilidad es una de las misiones primordiales de la empresa. “Cuidamos el suelo porque sabemos que si no lo hacemos nos vamos a quedar sin recursos para cosechar. Por eso se siembra cada 4 años, para la renovación”, detalla.

A su vez, Prodeman y las empresas que forman parte de la Cámara Nacional del Maní subvencionan a la Fundación Maní Argentino. Esta se encarga de todo lo que es investigación y desarrollo del cultivo de este producto en asociación con universidades de toda la provincia de Córdoba. Si bien Ivana ya no es la presidenta de la Cámara, sigue formando parte de la misma y desde allí impulsa el desarrollo del Instituto Argentino del Maní para capacitar a nuevas generaciones de profesionales.

Esto es una economía regional, a la gente la tenemos que formar nosotros mismos. No hay una carrera que te enseñe cómo sembrar maní. Tenemos que generar jóvenes que tengan ganas de seguir con este cultivo y esta pasión que es muy específica. Hay que tener en cuenta que es una economía regional que mueve más de 15.000 puestos de trabajo, y en 120 km a la redonda de General Cabrera están ubicadas todas las empresas maniseras del país”, cuenta Ivana.

Ella insiste en la importancia de generar proyectos para que los jóvenes del país se entusiasmen con ir a trabajar a esa industria y, sobretodo, para que intentar que los que nacen ahí no quieran irse. “Creo que ya nos ocupamos del negocio y de la sustentabilidad; hoy es el turno de enfocarnos en los recursos humanos, porque creo que también lo que tenemos que desarrollar es el valor y la dignidad del trabajo”, afirma la directora.

Hoy, en Prodeman, la misión es vender productos que tengan cada vez más valor agregado. Esperan poder abrir una planta nueva en breve, y si bien Ivana afirma que les preocupan los vaivenes económicos del país, los cuales dificultan la planificación del negocio, la empresa continúa apostando a la generación de valor agregado. “El 30 % del producto que exportamos es producto terminado. Pero queremos lograr, en un futuro, que sea todo”, afirma.

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