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El whisky no tiene género: el por qué de un cambio de época y una receta para disfrutarlo
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El whisky no tiene género: el por qué de un cambio de época y una receta para disfrutarlo

Por Lucrecia Melcior

Las mujeres vienen pisando fuerte en el apasionado mundo de esta bebida espritituosa. Si bien las cifras reflejan un aumento del consumo femenino, aún queda mucho trabajo inclusivo por hacer. Indagamos sobre su vínculo y rol con el whisky.

Pareciera ser que en la actualidad la osadía de las mujeres no tiene límites, rompen paradigmas avanzando sobre terrenos inimaginbles O que simplemente hoy se animan a probar cosas nuevas que hace algunos años atrás hubiese sido algo impensado. El consumo de whisky entre mujeres podría ser un perfecto ejemplo para ilustrar esta nueva realidad. Un estudio realizado por MRI-Simmons reveló que aproximadamente el 40% de los consumidores de whisky recae en el mercado femenino. La mujer plantó bandera en el mundo de esta mítica bebida para que lentamente no tenga un sesgo de género: sean todxs bienvenidxs a brindar.

Esta tendencia es parte de un vínculo que se fortalece cada día a través del trabajo de miles de mujeres dentro de la industria de este elixir dorado. En este sentido, Verónica Tomaghelli, exponente del mundo del whisky y primera mujer en dictar un curso sobre la bebida en Argentina, afirmó que “el whisky per se y su consumo no tienen género, sin embargo, en la industria aún queda mucho camino por recorrer, mitos por derribar y profesionales que capacitar”.

whisky, bebida, coctel

Por su parte, la empresa Pernod Ricard (ostenta el portafolio de whiskies más robusto del mercado, con marcas como Jameson, Ballantine’s, Chivas y The Glenlivet), lanzó una campaña llamada #ElWhiskyesparatodas. “Tiene el propósito de visibilizar y acabar con los prejuicios desmitificando estereotipos asociados al consumo de whisky en mujeres”, explica Adriel Labbé, Director de Marketing Pernod Ricard Cono Sur.

Estas movidas de marketing ayudan a romper con las estructuras existentes alrededor de este destilado y su consumo, históricamente, asociado al público masculino. “Es uno de los principales desafíos que tenemos como industria y más dentro de la categoría de whiskies”, añade Labbé.

Es cierto que desde que existe esta bebida legendaria – el primer escrito sobre el whisky data de 1405 en Irlanda,​ donde era destilado por los monjes, extendiéndose rápidamente hacia Escocia– hay diferentes comunidades unidas por una misma pasión que despierta su consumo. Sin ir más lejos, SEDE Whisky –un proyecto con el objetivo de descontracturar esta bebida y sacarla del lugar masculino y elitista que ocupa– cumplió cinco años y, en el marco de esa celebración, se propuso seguir impulsando la democratización del whisky. Allí, Laura Marajofksy, creadora de la plataforma “Mapa de Barmaids y afines” que agrupa a profesionales en el rubro gastronómico dando visibilización y empoderamiento femenino, explicó que “aunque en Argentina era una profesión liderada por hombres, en el mundo, detrás de las narices, de las botellas, y de muchas otras aristas de la producción del whisky, estaban las mujeres”.

Es ahí donde el primer mito de género construido, pierde fuerza. “Los principales actores y tomadores de decisiones del sector whiskero necesitaban de las mujeres para crecer, mejorar e innovar ya que al tener las capacidades sensoriales más desarrolladas lograban resultados más profundos y representaban el motor de la producción”, agregó Verónica.

“¿Whisky? ¿Estás segura? Mirá que es fuerte…”, son algunas posibles respuestas que reciben las mujeres cuando piden un whisky en un bar, lo compran en el supermercado o lo eligen beber durante una juntada con amigos. Quizás porque antes se creía que era una bebida de viejos o excluyentemente para hombres, pero pareciera ser que eso está cambiando.

Micaela Kaplan, embajadora del Museo del Whisky en Argentina, expresó que, en 2016, cuando empezó a especializarse en este destilado, “la gente me preguntaba si mi padre me había enseñado a tomar whisky. Daban por sentado que un hombre me lo tenía que haber inculcado. Lo gracioso es que en realidad fue al revés”. En este sentido, asegura que el Museo del Whisky, donde dicta cursos, hoy hay tanto hombres como mujeres por igual. “Culturalmente se concebía que el whisky era solamente para hombres de cierta edad. Por suerte ese estereotipo de consumidor quedó muy anticuado”.

Hay un mercado mucho más deconstruido y la mujer gana espacio en la industria de las bebidas alcohólicas en general, no sólo como consumidoras, sino también detrás de las barras como bartenders e, inclusive, desde un lugar de referentes o embajadoras de marcas. “El museo siempre fue un espacio para aquellas personas, no importa el género, que toman whisky o recién empiezan y quieren que las orientemos para encontrar el perfil de whisky que más les gusta”, agrega Kaplan. Sin dudas, el consumo está cada vez más abierto, lo que ayuda a que crezca el interés de mucha gente a subirse a la ola del whisky, por aprender y conocer más sobre la bebida, también incursionando desde la coctelería.

A esto se sumó que en pandemia, debido al encierro, mucha gente probó categorías y productos alcohólicos nuevos. Un informe de la consultora Nielsen lo certifica: en 2020, el consumo de whiskies aumentó 14% durante abril y mayo. Mientras que otros se animaron a experimentar con la coctelería.

Virginia Calderón, jefa de barra de SEDE Whisky, Sifón Sodería, Madre Rojas y Ostende, sostiene que las bebidas pertenecen al disfrute y el secreto más importante del whisky “es entender que la forma correcta de beberlo es como a uno le guste: solo, con hielo, o en formato de cóctel”.

Son tiempos de cambio: el whisky derribó barreras de género y democratizó su consumo. Por suerte ahora las mujeres también dicen “whisky”.

UN CÓCTELES RECOMENDADO

«Gaucho», por Mona Gallosi, bartender y propietaria de Punto Mona / PuntoMona.Bar

Ingredientes
-Johnnie Walker Black, 60ml
-Rosso fortificado, 45ml
-Vinagre de cedrón, 10ml
-Almíbar simple, 10ml
-Hielo, c/n
-Polen, 0,5gr
-Cubo de hielo 5×5, 1 u.

Procedimiento
Para hacer el almíbar, colocar en una cacerola a fuego medio-alto partes iguales de agua y azúcar y revolver hasta que el azúcar se disuelva. Reservar. Por otro lado poner hielo en un vaso mareado para enfriarlo. Para preparar el cóctel, agregar hielo en un vaso de composición junto a los ingredientes líquidos y refrescar enérgicamente durante 15 – 20 segundos para lograr una temperatura ideal. Para servir, retirar el hielo del vaso mareado y colocar un hielo prisma de 5×5, colocar un colador plano en el vaso de composición servir el cóctel en el vaso mareado. Para decorar, colocar el polen sobre el cubo de hielo.

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