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Bernardo Andrews: “Un atraso cambiario también podría ser un grave problema para la industria energética”
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Bernardo Andrews: “Un atraso cambiario también podría ser un grave problema para la industria energética”

El lunes 14 de agosto, un día después de las PASO, el Gobierno de Alberto Fernández, pero bajo la gestión económica de Sergio Massa, efectuó una devaluación del tipo de cambio oficial, en torno al 22%, con el objetivo de cumplir parcialmente con los requerimiento del FMI.

Esa depreciación del peso frente al dólar llevó a un inmediato ajuste de las tarifas de los combustibles . Pero detrás de este hecho se puede entrever un inminente aumento de los precios de toda la energía, con cadenas de producción y de valor sumamente dolarizadas.

En ese marco, se llevó a cabo la primera edición de las Charlas Newsweek en la Universidad de Palermo, con el título “Energía y Gasoducto Néstor Kirchner”, de la que participaron el presidente de YPF, Pablo González; y el CEO de Genneia, una de las mayores productoras de energía renovable del país, Bernardo Andrews.

YPF también analiza un aumento de precios tras la devaluación

En ese contexto, González había anticipado que YPF estaba analizando posibles aumentos, lo cual sucedió al día siguiente: fue un 12,5%, con la promesa de un posterior congelamiento hasta octubre. Pero, ¿qué ocurre con las energías eólica y solar, que se han vuelto clave para la producción?

Newsweek Argentina dialogó en exclusiva con Andrews, quien además es presidente de la Cámara Eólica Argentina (CEA). Aunque admitió el impacto de la devaluación, aseguró que eso no es lo que más le preocupa a la industria por estos días.

“La industria eléctrica en general, y eso incluye al subgrupo de la energía renovable, siempre se basó en contratos en dólares a largo plazo. Lo que realmente impacta en la industria es la incertidumbre y cuánto de ella puede afectar los costos o la disponibilidad de elementos para completar proyectos. La incertidumbre que genera la situación económica es más relevante que una devaluación por sí sola. Un atraso cambiario también podría ser un grave problema para la industria, porque aumentan los costos locales y la hace menos competitiva”, matizó.

De hecho, señaló que cualquiera que desee emprender en Argentina tiene en cuenta este tipo de fluctuaciones. “Yo, como representante de la Cámara Eólica Argentina (CEA) y CEO de Genneia, vivo y hago negocios en Argentina… Entiendo que en términos generales esto está incorporado”, aseveró.

“Energía y Gasoducto Néstor Kirchner”: el video completo de las Charlas Newsweek en la Universidad de Palermo

Lo que ocurre, explicó, es que “lo verdaderamente perjudicial para las industrias eólica y solar es que son de capital intensivo”. “Por eso no podés cometer errores en la fase de los proyectos, porque no tenés márgenes. Esa es la razón por la que nos afecta tanto la incertidumbre”, agregó.

¿Qué pasará entonces con los precios de la energía? Claramente tienen que aumentar: “En principio va a generar un problema para el público que tiene que pagar una tarifa con costos de combustibles primarios en dólares. Eso, a largo plazo. Pero en el corto plazo es parte de una crisis que se tiene que desarrollar y, si Dios quiere, encontrar un límite lo más pronto posible, para que podamos seguir tomando decisiones importantes como lo son las de inversión y crecimiento. En este contexto, se hace muy difícil”.

EFICIENCIA MATA IDEOLOGÍAS

Pero la incertidumbre hoy no solo pasa por la economía. Las PASO dejaron abierto un escenario de tres tercios en el que cualquiera puede llegar al ballotage, aunque Javier Milei sacó una leve ventaja en las primarias y hoy se posiciona como el favorito.

Milei no solo ha reconocido que no cree en el cambio climático, sino que viene prometiendo un fuerte recorte de la obra pública y de los subsidios, dos elementos que son clave para el desarrollo de las energías renovables.

En ese contexto, Andrews sostiene que no se trata de una cuestión de creencias o ideologías, sino, en definitiva, de dinero. “Yo no puedo juzgar lo que cree o no cree. Sí puedo discutir políticas, y desde mi rol como presidente de la cámara lo voy a hacer. Puedo discutir lo competitiva que es la industria renovable respecto a la convencional. Si la industria es competitiva, no hay aproach ni ideológico ni negacionista que la pueda parar”, enfatizó.

De hecho, indicó que Genneia no recibe subsidios ni los va a recibir, pero sí advirtió que la participación del Estado es necesaria para construir las obras de infraestructura que se necesitan para transportar la energía que se produce. Hoy, ese es el verdadero techo que limita el crecimiento del sector, según argumentó.

«En pocos años la energía generará más divisas por exportaciones que el campo», aseguró Pablo González, presidente de YPF

“Nosotros nos basamos en nuestras propias fortalezas y en la capacidad de hacer proyectos eficientes que le brinden soluciones a nuestros clientes, que compran espontánea y voluntariamente la energía renovable a largo plazo. No los obligamos a hacerlo y no tenemos subsidios. Y no los vamos a tener. Si tuviéramos que decidir una inversión en Argentina basada en subsidios, no lo haríamos”.

Y concluyó: “Si estamos en un escenario en el que nos dejan hacer y donde podemos proponer una relación constructiva entre lo público y lo privado para construir la infraestructura, no creo que sea tan relevante el signo político que termine siendo elegido por la democracia argentina para liderar el país en los próximos años”.

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