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«Si denunciabas a Milagro Sala podías desaparecer»
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«Si denunciabas a Milagro Sala podías desaparecer»

Soledad Mendoza, quien denunció por violencia a Milagro Sala, habló esta mañana con Ari Paluch en Radio Rivadavia y aseguró que «vivimos distintos atropellos en la provincia de Jujuy por unas décadas en las que Milagro Sala tenía un alto poder, un cogobierno, podría decirse, en la provincia de Jujuy».

En esa línea remarcó que «los que fuimos víctimas de Milagro Sala en ese entonces, cuando ella era más que un gobernador en la provincia, era tan difícil y tan riesgoso denunciar que muchos de los que estamos integrando este grupo ‘Jujuy con paz y esperanza’ hemos tenido el valor y el coraje de poder hacerlo y gracias a eso, hoy podemos tener documentaciones que acrediten la violencia que existió en aquellas épocas».

Ante ese panorama, afirmó que «miembros de la Túpac Amaru golpearon a mi madre, nos degollaron a los perros» por lo que recalcó que «hubo mucha violencia, hubo miedo». En ese punto, hizo hincapié que «aun presa Milagro Sala el miedo sigue latente en Jujuy».

Además, agregó que «a mí me usurparon una propiedad que no tiene nada que ver con las tierras, las casas que ella daba» y remarcó que «es la propiedad en la que yo nací, en la que ya antes vivían mis padres», pero «a Milagro Sala le gustó la esquina que estaba desocupada y se metió ahí para hacer una copa de leche».

Sin guardarse nada, aseguró que «ahí comenzó nuestro infierno» porque «hemos sufrido la violencia de la peor manera». Por lo tanto, sostuvo que «dejaron una cicatriz marcada en nuestras vidas, en nuestra alma, en nuestra dignidad como seres humanos».

Al ser consultada acerca de «cómo era un día en Jujuy cuando Milagro Sala tenía tanto poder», la entrevistada indicó que «ella no pedía las cosas, pateaba puertas para conseguir cosas». En ese sentido, manifestó que «ella acostumbraba a hacer esa clase de aprietes y se sentía como imperialista, como ganadora» y agregó que «la Túpac Amaru cortaba las rutas y esas marchas no podían ser interrumpidas ni siquiera por una ambulancia».

Sobre el fallo de la Corte Suprema que confirmó la condena de Milagro Sala, Soledad expresó: «La justicia es lenta pero llega» y resaltó que «nosotros ayer sentíamos emoción en nuestros corazones». «Sentíamos que nuestra lucha empezó a dar resultado», añadió al tiempo que dejó en claro que «recién estamos comenzado todo esto», debido a que, «a las causas que se conocen, les faltan las causas nuestras, las de las víctimas».

Para concluir, enfatizó que «en esa época no podías denunciar porque podías desaparecer o como decía ella ‘ir a ver los pescaditos’ en referencia a que te iba a ahogar en el dique».

 

 

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