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Horacio Rodríguez Larreta: “Este país tiene arreglo”
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Horacio Rodríguez Larreta: “Este país tiene arreglo”

Por Rolando Klempert

Horacio Rodríguez Larreta, precandidato presidencial por Juntos por el Cambio, dice que cree en los argentinos para armar un gran equipo nacional que logre un cambio profundo y permanente. Apuesta a ordenar rápido la economía, aunque desconfía de las fórmulas mágicas. Cómo planea trasladar su modelo porteño a la gestión nacional.

-¿Por qué quiere ser presidente?
-Porque creo en los argentinos y quiero que juntos hagamos el cambio de nuestras vidas. Quiero crear las condiciones para que el talento, el esfuerzo y la creatividad que nos destacan a los argentinos sirvan para que cada uno viva mejor. Quiero que cada provincia pueda cultivar sus recursos y hacer crecer sus industrias, y exportar todo lo que tiene para darle al mundo. Quiero llevar adelante una revolución educativa, como lo hicimos en la Ciudad de Buenos Aires, para que todos los chicos reciban las herramientas y los conocimientos que necesitan para encarar los trabajos del futuro. Quiero que todos los que se fueron del país buscando un futuro mejor sepan que tienen las puertas abiertas para volver y encontrar oportunidades de trabajo, de progreso y de crecimiento. Y quiero que nos unamos todos en esta dirección.

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Vamos a hacerlo. Tenemos un equipo de lujo: el de los millones de argentinos que quieren un cambio profundo y que dure. Y además, tenemos la experiencia de gestión y un gran grupo de gente con la que venimos trabajando y pensando cómo solucionar los problemas de los argentinos.

-¿Puede ofrecer su diagnóstico del estado en el que está el país hoy?
-La Argentina está pasando su peor momento en mucho tiempo. La inflación destruyó el bolsillo de los argentinos. La pobreza y la desigualdad crecen, hay más gente en la calle y tenemos algo increíble: uno de cada tres trabajadores son pobres. El conflicto social va en aumento y los jóvenes se quieren ir del país. Hay una desconfianza hacia lo político y en muchos hay un sentimiento de resignación, que es comprensible porque los argentinos fuimos defraudados por el gobierno. Pero lo bueno es que las cosas pueden cambiar. Pero este país tiene arreglo. Hay otros países que estuvieron en nuestra misma situación y con un gobierno que trabajó para unir y para estabilizar, pudieron salir. Los argentinos que todos los días se esfuerzan y salen a trabajar son los que me dan esperanza. Los soñadores que apuestan a emprender y en el camino dan oportunidades a otros, me dan esperanza. Los agropecuarios que con todo en contra siguen tirando para delante, me dan esperanza. Y mucha más esperanza me dan los jóvenes que estudian, trabajan y se esfuerzan para poder quedarse en el país. La pasión y el empuje argentino es algo único. Tenemos que usar eso que nos hace argentinos para salir de donde estamos.

-¿Cuáles son actualmente las principales preocupaciones de la gente?
– La inflación, la inseguridad y la educación.

-Hoy está en duda la capacidad de la política para resolver estas problemáticas. ¿Por qué cree que la salida es política, como viene afirmando en distintas entrevistas?
– La salida es todos los argentinos juntos construyendo el país que nos merecemos. La gente tiene razón en estar enojada, porque hay una gran parte de la política que pierde el tiempo en criticarse, en tirarse chicanas por las redes, en peleas mediáticas. Otros actúan como líderes mesiánicos que prometen soluciones mágicas que saben que no se pueden aplicar. Entiendo el desencanto, pero les pido que no se resignen, que no bajen los brazos porque para cambiar las cosas, necesitamos a millones de argentinos trabajando juntos y tirando para el mismo lado.

La política tiene que dejarse de pelear y ponerse a trabajar en las soluciones que necesitamos todos los argentinos. Así lo entiendo yo, soy un hombre de acción que está enfocado en conseguir resultados. Si los argentinos me eligen presidente, voy a gobernar así, trabajando todo el tiempo buscando resultados.
– Su principal opositora en la interna de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, y Javier Milei, plantean la necesidad de un cambio radical, mientras que usted está proponiendo una salida consensuada y de diálogo.

¿Por qué cree que ese es el camino?
– Yo propongo un cambio total. Argentina no da para más. Mi diferencia está en cómo lo hacemos. El cómo, justamente, es lo que hace toda la diferencia porque es lo que define si el cambio se sostiene en el tiempo o no. Venimos de décadas de vivir en un péndulo que se mueve de un extremo a otro que siempre nos deja peor de lo que estábamos. Y la única constante es el conflicto. ¿Por qué no vemos lo que funcionó en otros países y lo probamos acá? Tenemos que dejar de lado la violencia, la agresión y la prepotencia y enfocarnos en trabajar para resolver problemas.

– Su visión y la de Bullrich parecen diametralmente opuestas en cuanto al modelo de administración. ¿El que pierda va a alinearse? ¿Va a apoyar medidas de shock si eventualmente le toca perder? ¿Cree que Bullrich va a avalar un proceso gradual y de diálogo multisectorial?
– Yo voy a respetar la decisión de los argentinos. Si me eligen presidente, voy a trabajar con todo Juntos por el Cambio. Y si no ocurre, voy a trabajar apoyando a Patricia desde el lugar que me toque. Decide la gente.

– ¿Le preocupa que el peronismo, ante una eventual derrota, intente dificultar la gobernabilidad de una fuerza no peronista, como afirman algunos actores de JxC?
– El kirchnerismo no tolera su propio fracaso, todos vimos cómo en el minuto en el que le empezó a ir mal al presidente que ellos mismos pusieron, lo desconocieron y generaron una crisis política. Demostraron que todo lo que hacen lo hacen pensando en el poder, no les importa solucionarle los problemas a los argentinos. Pero en mi gobierno no van a poder. Así como no pudieron frenar las transformaciones en la Ciudad de Buenos Aires porque bancamos la parada, también lo vamos a lograr a nivel nacional. Seguramente van a poner todos los palos en la rueda, pero yo voy a construir una mayoría con todos los argentinos que quieren cambiar de una vez y para siempre. Y vamos a ser cada vez más. Ellos pueden intentarlo todo, pero nosotros no vamos a dejar de trabajar. Vamos a hacer lo que hay que hacer y vamos a mejorarle la vida a la gente.

– ¿Tiene diálogo con los sindicatos?
– Como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dialogar con los sindicatos de la Ciudad es parte de mi trabajo. Si no, no hubiera conseguido modificar el estatuto docente o ser el distrito con más días de clases del país. Creo que la inmensa transformación de la Ciudad de Buenos Aires y los resultados de la gestión hablan por sí solos de lo que se puede lograr cuando tenés el coraje de sentarte a hablar con el que piensa diferente.

– ¿Qué aprendizajes le dejó la gestión de Mauricio Macri en la Presidencia? ¿Qué cosas replicaría y cuáles no?
– Mauricio se animó a cambiar el país por primera vez en mucho tiempo. Y eso es algo muy valioso, muy admirable. Hace falta mucha valentía para hacerlo. El problema fue que ese cambio no se pudo sostener. El cambio tiene que ser duradero en el tiempo, si no, es una anécdota. Y para lograr mantenerlo hay que construir mayorías que sostengan las transformaciones que llevamos adelante por varios períodos de gobierno. Solo así vamos a transformar el país de una vez y para siempre. Parte de esas transformaciones que necesitamos los argentinos para vivir mejor implican retomar el rumbo de Mauricio en muchas áreas, como la política de conectividad aérea, la inserción al mundo, el desarrollo de energías renovables o las obras de infraestructura.

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– ¿Cuáles serían sus primeras dos o tres medidas en caso de ganar?
– No hay dos o tres medidas mágicas. Hay políticas serias, basadas en estudio y en evidencia, que tienen que ser sostenidas en el tiempo. Pero lo más urgente es que bajemos la inflación y que los argentinos tengan trabajo, seguridad, educación y oportunidades para salir adelante.

El primer paso es una economía ordenada. Vamos a bajar la inflación, reduciendo el déficit para llegar al equilibrio fiscal en 2024, garantizando la independencia del Banco Central y terminando con la emisión descontrolada. Vamos a alcanzar, también el primer año, la estabilidad monetaria y cambiaria unificando los 18 tipos de cambio diferentes que tenemos en uno solo.

Además, vamos a iniciar un camino descendente para las retenciones y vamos a bajarlas desde el primer día en 200 productos regionales. Este marco más estable les va a permitir a los sectores productivos desplegar todo su potencial. Y así, va a haber más trabajo para los argentinos. Esa es la base para llevar adelante una revolución del trabajo, con más trabajadores, porque vamos a modificar el esquema de planes sociales que hoy genera dependencia, y con más oportunidades de empleo, dándole facilidades al sector privado para producir. Al mismo tiempo, vamos a hacer una revolución de la seguridad, con 10.000 gendarmes destinados a las zonas más calientes para luchar contra el narco, con más y mejor equipamiento y capacitación para los policías. Y también, vamos a lograr una revolución educativa, garantizando 190 días de clases en todo el país, mejorando la conectividad en todas las escuelas del país y declarando a la educación como servicio esencial.

– ¿Qué lugar debe ocupar Argentina en el mundo?
– Un lugar protagónico. Hoy los principales temas de la agenda global son la seguridad energética y la seguridad alimentaria. Argentina tiene una enorme oportunidad de convertirse en un proveedor confiable, eficiente y sostenible de alimentos y energía. Pero la oportunidad hay que aprovecharla reconstruyendo la confianza a nivel internacional y encarando las reformas necesarias para aprovechar ese potencial.

Foto: NA

– ¿Cómo debe posicionarse Argentina ante el FMI? ¿Cómo piensa manejar esa relación?
– La Argentina tiene que recuperar la confianza del mundo y de los mismos argentinos. Y lo tenemos que hacer sin resignar nuestro crecimiento.

– ¿Cuál debe ser la relación que el país debe tener con EE.UU.? ¿Y con China?
– Argentina tiene un único imperativo, que es el desarrollo. Y la política exterior tiene que estar al servicio de esa estrategia de desarrollo. Mi visión es muy pragmática: tenemos que tener buenas relaciones con todos los países y profundizar nuestra integración al mundo. China y Estados Unidos son socios comerciales importantísimos para Argentina. Vamos a mantener y profundizar nuestras relaciones comerciales con ellos y con todo el mundo que quiera lo que tenemos para ofrecer, con la mirada puesta siempre en el interés nacional. Hoy comerciamos solamente con una porción mínima del PBI mundial, hay que multiplicarlo urgente. Tenemos que buscar fortalecer nuestros vínculos con los países del Indo-Pacífico, medio oriente y África.

– Si gana y llega a la Presidencia, ¿cómo le gustaría que lo recuerden al terminar su mandato? ¿Se ha planteado objetivos concretos?
– A nosotros nos gusta reconocernos como parte de la Generación del ‘23. La generación que le va a ganar a la inflación, que va a recuperar la educación pública y va a lograr que vivamos sin miedo. Somos el equipo del hacer, de las propuestas. Queremos ser la generación que cambió para siempre el rumbo del país, que marcó un punto de inflexión en la historia de la Argentina. Mi proyecto concreto es mejorarle la vida a los argentinos, estamos trabajando junto a Gerardo en propuestas concretas y realistas para resolver los problemas de los argentinos. Vamos a hacer una revolución del trabajo, de la educación y de la seguridad.

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