La esquina suroeste de Louisiana fue golpeada esta mañana cuando el huracán Laura tocó tierra como una tormenta de categoría 4 devastadora y posiblemente catastrófica.
La pared del ojo de Laura tocó tierra en Cameron Parish, al sur de Lake Charles. Laura tenía vientos de 240 kilómetros por hora cuando tocó tierra. La lluvia y el viento eventualmente se deteriorarán a medida que la tormenta continúe tierra adentro hacia el norte y luego hacia el este, según lo pronosticado por el Servicio Meteorológico Nacional.
Hay advertencias de huracanes y de tornados en las áreas inmediatas de llegada a tierra, pero también advertencias de tornados e inundaciones próximas para áreas dentro del camino de la tormenta en tierra.
La tormenta, en su totalidad, tenía una circulación que iba desde el sureste de Texas hasta el este pasando por Baton Rouge. Ya ha generado tornados a su paso y también se esperan fuertes lluvias.
Aparte de los vientos, la marejada ciclónica de Laura podría superar cualquier tormenta que haya tocado tierra en la historia de Luisiana, y eso es mucho. El Centro Nacional de Huracanes predijo una marejada ciclónica de 6 metros o más para Laura, que sería un récord de tormentas en los últimos 65 años, ya sea que el ojo de la tormenta golpee la costa de Luisiana o no, según el New Orleans Times. Baladí.
La marejada ciclónica de Laura podría superar cualquier tormenta que haya tocado tierra en la historia de Louisiana.
Laura es parte de la temporada de tormentas de actualidad más concurrida del Atlántico que se haya registrado, y fue la tormenta más fuerte de esta temporada hasta ahora. La temporada de huracanes, por calendario, finaliza el 1 de noviembre.
La ira de Laura podría ser más devastadora para la costa suroeste de Luisiana de lo que lo fue Katrina para Nueva Orleans y la costa de Mississippi en 2005, apenas dos días antes del 15º aniversario de Katrina.
Katrina se agitó lentamente en el Golfo de México y luego se convirtió rápidamente en una tormenta catastrófica. Sin embargo, los vientos y las olas de Katrina en el Golfo, horas antes de tocar tierra, no eran tan fuertes como los de Laura, según las lecturas de las boyas en el Golfo que midieron ambas tormentas.
