«En defensa de la educación pública«, es es lema con el que las universidades públicas marcharán mañana, martes 23 de abril. Para conocer más sobre la situación de las facultades estatales, Newsweek Argentina conversó con Pablo Evelson, decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica la Universidad de Buenos Aires (UBA).
«DE CADA 10 PESOS QUE RECIBÍAMOS EL AÑO PASADO, AHORA ESTAMOS RECIBIENDO DOS»
Al abordar el tema del presupuesto, el profesional marcó que el recorte de gastos en funcionamiento es del 80% en comparación al año anterior.
«El presupuesto que recibimos es el presupuesto de 2023, que se conformó a fines del 2022, porque fue el que aprobó el Congreso Nacional. Y ese mismo presupuesto es el que están recibiendo todas las universidades nacionales desde comienzos de 2024″, precisó.
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«Nominalmente, ese prespuesto que es el peso a peso, ya tiene un recorte del 26% respecto al año anterior porque a ese presupuesto inicial se le suman partidas especiales, como todo lo que tiene que ver con la función salud, que permite el funcionamiento de los hospitales universitarios tanto para la Universidad de Buenos Aires como para Córdoba y La Rioja», detalló.
Por lo tanto, «si uno tiene en cuenta la inflación del 280% aproximadamente, solamente de enero de 2023 a enero de 2024, eso es lo que hace que estamos diciendo que nominalmente el presupuesto tiene un recorte aproximdamente del 80%: cada 10 pesos que recibíamos el año pasado ahora estamos recibiendo dos».
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«NO HEMOS RECIBIDO SEMEJANTE RECORTE DESDE QUE YO TENGO MEMORIA»
En esa línea, aseguró que «semejante recorte que yo tenga memoria no lo hemos recibido» y puntualizó: «Hemos recibido algunos recortes fuertes del menemismo, en esa época yo era becario de investigación, y tenían que ver sobre todo con la parte de ciencia y técnica».
«Cosa que también pasa ahora», subrayó e hizo hincapié en que «no hemos recibido un peso desde comienzo de año ni desde lo que tiene que ver con el Conicet ni desde la agencia a lo que se refiere a solventar los subisdios de investigación ya otorgado». «En el Conicet que los becarios que iban a comenzar en abril ahora van a comenzar en septiembre», añadió.
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«Entonces, estamos con muchos problemas de funcionamiento en todos los ámbitos que constituyen el normal funcionamiento de la universidad», afirmó.
«NOSOTROS SIEMPRE ESTAMOS SIENDO AUDITADOS»
Respecto a la idea del Gobierno de auditar las entidades públicas, recalcó: «Nosotros estamos siempre siendo auditados» e indicó: «Como las universidades son autónomas, el Gobierno nacional directamente no audita ese es el mecanismo que está establecido actualmente».
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«Al ser autónomas generan sus propios mecanismos de auditoría: yo recibo una auditoría que hace el auditor general de la universidad todos los años en donde se auditan los gastos», explicó y resaltó que «la auditoría de la UBA está controlada por la administración general de la Nación, directamente por el Poder Judicial» por lo que «no es una injerencia directa del Poder Ejecutivo, eso está establecido por ley».
«Igualmente nosotros tenemos siempre a disposición, toda la información que se requiera», destacó y precisó: «Yo soy el decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica y comento siempre que si vos querés podés ingresar a una página que se llama trasparencia institucional de nuestra facultad donde podés consultar los actos administrativos que se desarrollan y si alguno no estuviera cargado ahí se puede solicitar porque es el libre acceso a la información pública». «Ahí todos nuestros actos son públicos», enfatizó.
«Entonces en esa página vos podés acceder a: las resoluciones de nuestro Consejo Directivo, las del decano, los concursos docentes, las licitaciones, todo eso está disponible para quien lo quiera consultar», aseguró y aclaró: «Por lo tanto, no es que no queremos que nos auditen, nos auditan todo el tiempo, pero por mecanismos diferente a los que enuncian las autoridades nacionales».
«EN LOS HOSPITALES UNIVERSITARIOS SE ATIENDEN MEDIO MILLÓN DE PERSONAS»
Sobre el vínculo de las universidades públics con la salud, detalló: «De la Universidad de Buenos Aires dependen tres hospitales universitarios además del Hospital Odontológico y en todos esos hospitales se atienden aproximadamente medio millón de personas por año».
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«El Hospital Odontológico tiene 250 mil personas por año», puntualizó y aseveró que «aquí la situación aun es más grave porque solo los insumos médicos sufrieron aumentos que van muy por encima de la inflación, aumentos de hasta el 1000% porque la mayoría son insumos importados».
En consecuencia, «ahí la situación se torna aun más grave desde el punto de vista del funcionamiento a pesar de los anuncios del Gobierno, los cuales nosotros esperamos que ocurran», marcó y dejó en claro que «durante la función salud, es decir, los fondos que habitualmente se destinan en el presupuesto de la UBA al mantenimiento de todos los hospitales universitarios, los fondos girados desde comienzo de año son nulos, no hay fondos girados este año».
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«Sí hay resoluciones y dichos de que se van a enviar los fondos así como esos aumentos anunciados el jueves pasado de aumento de presupuesto en los gastos de funcionamiento pero todavía ninguna universidad nacional ha recibido esas actualizaciones», afirmó.
«EN LA UNIVERSIDAD SIEMPRE ESTÁ GARANTIZADA LA PLURARIDAD DE VOCES»
«Yo siempre que nos hablan de adoctrinamiento … invitaría a todos a caminar por los pasillos de la universidad, a asistir a las reuniones de los distintos órganos de Gobierno, a los consejos directivos o al Consejo Superior en el caso de la Universidad de Buenos Aires que está conformado por trece decanos, representantes de profesores, representantes de graduados, representantes de docentes y ahí hay voces de todo el espectro político», manifestó.
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«O sea que la pluraridad de voces está siempre garantizada en la Universidad», destacó y desarrolló que «dentro de una universidad que tiene 340.000 alumnos, profesores, docentes auxiliares es obvio que va a haber una pluraridad de voces y ninguna de las voces es acallada».
«En nuestra facultad se promueve la pluraridad, se promueve el diálogo, se promueven los consensos a partir de las voces de los distintos actores», resaltó y sostuvo: «Por lo tanto, yo no estoy para nada de acuerdo y me apena que se diga que se adoctrina porque cada alumno que cursa en la Universidad de Buenos Aires lo hace en un ámbito de crecimiento personal».
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«Tiene tiene la oportunidad de escuchar diversas voces, de relacionarse con la gente que opina distinto a él», remarcó y agregó: «También es obviamente parte de esa formación y de esos graduados de excelencia que salen de la Universidad de Buenos Aires que está considerada una de las universidades públicas más prestigiosas del mundo y entre las cinco más prestigiosas de Latinoamérica».
«LA UNIVERSIDAD, UNA HERRAMIENTA DE MOVILIDAD Y ASCENSO SOCIAL»
«La universidad pública no arancelada y no gratis, porque se construye a partir de la contribución de los impuestos de todos los ciudadanos, garantiza el acceso a la educación pública universitaria de cualquier persona que quiera asistir a la universidad y permite el ascenso y la movilidad social: primeros profesionales en familias donde no había profesionales», destacó.
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Y aquí hizo referencia a su historia de vida personal: «como es mi caso, yo soy el primer profesional de mi familia, mis padres hicieron todos los esfuerzos: mi madre era maestra de escuela, mi padre trabajaba en una fábrica, y yo gracias a su esfuerzo pude asistir a la universidad pública, pude tener un diploma universitario y a partir de ahí desarrollarme», resaltó y aseveró: «Eso también es lo que garantiza la universidad pública».
¿POR QUÉ SE LLEGÓ A ESTA SITUACIÓN? «FALTA DE DIÁLOGO Y DESCONOCIMIENTO»
Acerca de por qué se llegó a esta situación con el Gobierno, el decano lo atribuyó «al desconocimiento y también a la falta de un diálogo fluído y franco entre los distintos actores».
«Yo estoy seguro y confio que los rectores del Consejo interuniversitario nacional junto con las autoridades nacionales, el subsecretario de Políticas Universitarias, el secretario de Educación, con un díalogo fluido deberíamos llegar a un puerto más esperanzador que la situación de la que estamos hablando, ya sea, por desconocimiento del Gobierno sobre qué es lo que pasa en las universidades o por versiones encontradas de uno y del otro», expresó.
«Lo que falta es diálogo, que las autoridades del Gobierno nacional citen a las universidades, se empapen del trabajo que hacemos día a día en educación, en investigación, en extensión», enfatizó y subrayó: «Yo creo que si ellos conocieran el día a día de cada una de nuestras universidades y vieran cómo aprovechamos los fondos, que nunca fueron excesivos para las universidades siempre han sido magros por lo que siempre hemos peleado por un mejor presupuesto».
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En ese sentido, recordó: «Cada vez que hemos tenido problemas de presupuesto, hemos alzado la voz, hemos pedido revisión de las partidas presupuestarias y en algunos casos mejor, en otros peor, siempre esos reclamos se han contestado» por lo que «nunca hemos llegado a la situación que estamos ahora, donde creo que más que nada lo que falta es diálogo».
«Falta que las universidades sean valoradas, como yo creo que deberían ser valoradas, como formadoras de profesionales de excelencia, donde se realiza investigación científica de alto nivel y donde se generan proyectos de extención, es decir, la universidad devuelve a la sociedad lo que toda la sociedad le da para que pueda sostenerse», añadió.
«LA MARCHA ES APOLÍTICA»
Para concluir, Pablo se refirió a la marcha de mañana manifestó que la idea es»invitar a todos porque esto nos va a ayudar a visibilizar la situación por la que estamos pasando ahora» y enfatizó: «La marcha es convocada por las universidades nacionales, es apolítica: hemos pedido especialmente a las distintas personas que quieran participar que vayan solo con banderas argentinas».
«Tiene que ser una marcha pacífica, apartidaria y con un objetivo claro que es defender la educación pública», cerró.
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