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Cristian Buttié: “Si la imagen positiva de Javier Milei empieza a bajar, le va a resultar muy difícil gobernar”
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Cristian Buttié: “Si la imagen positiva de Javier Milei empieza a bajar, le va a resultar muy difícil gobernar”

Para Cristian Buttié, director de CB Consultora de Opinión Pública, el presidente Javier Milei está cometiendo dos errores que podrían poner en riesgo su gobernabilidad en un corto plazo.

En diálogo con Newsweek Argentina, el consultor que pronosticó el abultado triunfo del libertario en el ballotage y esta semana fue citado por el Financial Times explicó por un lado que Milei se equivoca al interpretar el resultado de las elecciones. “Los votos de Milei son 30 puntos, no son 56”, sostiene, asegurando que es un dato trascendental para la construcción de músculo político.

Y, por el otro, aseguró que ve al presidente aislándose en ese núcleo duro y negándose a negociar no solo con los opositores, sino también con sus propios aliados. “Hoy acercarse a Milei es capitalizar, no perder. Pero, si se aislara, eso sí podría marcar una profecía autocumplida, y podríamos decir que la caída de Milei es prácticamente inminente. Yo hoy no me animo a decirlo”, opinó.

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¿Se puede medir hoy cuál es el impacto que han tenido en la opinión pública las medidas incluidas por Milei en el Mega-DNU?
– Por el momento no lo tenemos medido. Pensamos hacer una encuesta pasado el 10 de enero porque no la teníamos premeditada; íbamos a medir el primer mes de gobierno, pero nosotros habíamos medido entre el 21 y el 22 de noviembre. O sea, como arrancaba Milei, pero era previo a los anuncios. De todos modos, esto sí es materia de análisis porque con esa última encuesta pudimos identificar cómo está dividida la sociedad con respecto a Milei. Aquí hay una sociedad que se divide en tercios. Un tercio fidelizado que lo votó en las PASO, lo votó a las generales y que naturalmente va a tener más paciencia que el resto. Incluso muchos están festejando las medidas, porque estaban esperando esto. Luego hay un tercio totalmente opositor, que claramente no votó a Milei, que es el que va a manifestarse, en fin. Son los que van a tratar de reivindicar por qué no había que elegir a Milei; y que quién va a hacer los cacerolazos, ir a las marchas y a expresarse en diferentes canales. Ahora, el meollo pasa por el tercio del centro: el tercio pendular. Gran parte de ese tercio lo votó a Milei, pero no porque estaba fidelizado por él.

Milei y su espacio aseguran, con razón, que ganaron con un 56% en el ballotage.
– Yo creo que hay una mala interpretación de Milei cuando plantea “hay que explicar que el 56% votó esto”. O sea, no. Los votos de Milei son 30 puntos, no son 56. Los 56 son consecuencia de un ballotage, no son de él. ¿Y por qué creo que es importante ese tercio? Porque, al ser pendular y no estar fidelizado por ninguno de los segmentos, termina haciendo presidente a los diferentes dirigentes. En 2019 lo hizo el presidente Alberto Fernández, porque en realidad votó en contra de la gestión de Macri, que era mala. Este tercio ahora lo hace presidente a Milei porque votó en contra del oficialismo y, por consecuencia, de Massa. Y al no estar fidelizado, si las medidas impactan de mala manera y se acerca hacia el segmento opositor (es decir, si en vez de tener una imagen positiva de Milei, pasa a tener una imagen negativa), se podría empezar a visibilizar a un Milei que se queda solamente con su núcleo duro.

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Milei ya advirtió en su discurso de asunción que no va a haber un impacto positivo en al menos 24 meses. ¿Cree que ese tercio “del centro” le va a tener también paciencia o es posible que empiece a engrosar las filas opositoras?
– Bueno, eso va a ser obviamente la materia de análisis. En la encuesta del 21 y 22 de noviembre nosotros preguntábamos “cuánto debería ser el ajuste de Javier Milei”. Un 28% decía que había que hacer el mayor ajuste posible. Posiblemente este tercio fidelizado y naturalmente quien puede empatizar con Milei y soportar estos dos años de consecuencia del ajuste. Ahora, un 52% planteaba que había que hacer “un ajuste moderado sin tocar partidas sociales, salud o educación”. Entonces, si el ajuste llega a sus bolsillos y se lo toma de mala manera, posiblemente empiece a criticar el ajuste. Y este ha sido un segmento que lo votó a Milei, que lo votó para cambiar el gobierno, que no está fidelizado. Los gobiernos cuando son buenos continúan; cuando son malos se cambian.

¿Usted cree que la economía sigue primando en la gente para tomar decisiones electorales?
– Las variables para que la gente tome decisiones son la economía y, obviamente, el humor social del contexto. Pero es simple: la mala imagen del gobierno de Alberto Fernández se explica básicamente porque había una economía descontrolada (eso estaba entre los aspectos más negativos). Por lo tanto, si ese tercio empieza a sentir las consecuencia del ajuste va a empezar a calificar negativamente a Milei. Tal vez no se va a expresar en los cacerolazos, pero sí va a ser un segmento que va a votar en 2005. Y Milei necesita acrecentar su músculo político en ambas cámaras.

Cristian Buttié

¿Cuál cree que pueda ser la actitud que tomarán su actuales aliados (como algunos grupos del PRO o los radicales), si llegaran a ver la imagen de Milei cayendo?
– Bueno, yo creo que Milei ya tuvo un gesto para con ellos, por ejemplo, en no darle la presidencia de la Cámara de Diputados. No van a ser segmentos que se fidelicen y vayan a caer junto a Milei. Cuando tengan que marcar sus diferencias lo van a hacer. Y creo que Juntos por el Cambio y la UCR, entendiendo cómo La Libertad Avanza determinó las autoridades en ambas cámaras, lo van a acompañar a Milei a la puerta del cementerio, pero no van a entrar con él.

¿O sea que, si ellos no vieran voluntad de negociación sumado a un caída en la imagen, podrían retirarle este apoyo inicial o al menos no comprar todo el paquete de reformas que Milei impulsa?
– Totalmente. Por eso le están pidiendo que mande el DNU al Congreso, y que se vote. Pero yo no creo que Milei ceda ante ese reclamo, porque justamente lo que no quiere es alteración en su programa político-económico. Va a ser una instancia muy difícil de gobernabilidad si ya hay una disociación tan grande entre los poderes, entre el Ejecutivo y el Legislativo. Habrá que ver cuáles son las consecuencias de eso, cómo evoluciona. No quiero plantear escenarios contrafácticos o prospectivos, porque aún no tenemos ningún tipo de indicio de que sucedan.

Yo lo que sí veo es que no hay canales de cercanía; todo lo contrario. Los gobernadores pidieron algo, no se fueron satisfechos. La oposición está pidiendo algo y no se la está escuchando. Bueno, hay que ver también cuánto soportan los gremios, y principalmente la CGT, en no salir a manifestar. Yo creo que el DNU abrió muchos frentes, y es muy difícil sostener la batalla en tantos frentes.

¿Por qué cree que Milei abrió tantos frentes siendo que todavía no tiene una estructura de poder tan consolidada?
– Porque considera que es un destino manifiesto para hacerlo, independientemente de cuáles son las consecuencias. Estas son condiciones muy básicas en cualquier outsider. Suelen pensar que no importa cuántos lo votaron, porque él está ahí y tiene que hacer el cambio que piensa que tiene que hacer. Vuelvo a lo mismo: hoy él cuenta fidelizadamente con el 30% de los argentinos, no con el 56%. ¿Por qué te lo planteo? Porque lo teníamos medido muy transparente en la imagen de Milei, que arrancaba con un 59% de imagen positiva. De ese 59%, del 30 era “muy bueno”, el 29% era “bueno”; el resto era imagen negativa.

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Mencionaba a los gremios y a la CGT. ¿Cómo van a jugar el peronismo y la izquierda? Porque hubo algunos primeros piquetes, luego cacerolazos, distintos intentos de tomar la calle, y eso pareciera ser algo que genera cierto hartazgo en la sociedad, incluso posiblemente en ese segmento pendular, el del “centro”.
– Por eso digo que acá la variable principal es la económica. Porque si ese segmento del centro se ve impactado, posiblemente haya cada vez más personas de ese segmento manifestándose también. A una persona que le aumentaron el alquiler, las prepagas, o le empiezan a cobrar de nuevo Ganancias… cuando se sienta asfixiado va a salir a manifestarse. Y no le vas a poder endilgar el speech que hoy les endilgas a las organizaciones sociales. Es decir, “les cobramos el operativo policial a la masa de la ciudadanía”. A ese segmento no se lo podés cobrar. Lo vamos a poder palpar en los estudios de opinión, con la imagen de la gestión y del presidente. Si la imagen negativa superior empieza a ser superior a la positiva, estaremos viendo una tendencia de que toda la Argentina no le va a tener dos años de paciencia. La va a tener solamente un segmento fidelizado. Y si ese segmento fidelizado se mantuviera firme en 2025 (pensando en las legislativas), va a ser absolutamente insuficiente para lo que necesita Milei, que es acrecentar su músculo político.

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Varios analistas, periodistas y dirigentes han planteado estas dos semanas que “esto no termina bien”. Incluso han llegado a señalar que el clima social que se vive es similar al de 2001. ¿Es algo que usted percibe?
– Aún no. Lo que sí creo, y vuelvo a lo mismo, gobernar solo con tu núcleo duro fidelizado es prácticamente imposible. Y más cuando no tenés, justamente, estructuras que te ofrezcan músculo político, como hizo Juntos por el Cambio con el radicalismo en su momento o con sectores del peronismo. Al no tener músculo político y ganar con el 30% de imagen positiva, es muy difícil. Si la imagen positiva de Javier Milei empieza a bajar, le va a resultar muy difícil gobernar, porque aparte, como todo gobierno outsider, no entiende la gimnasia política. Y al no encontrar los consensos en esta instancia, no los va a encontrar cuando su imagen caiga.

Si su imagen empieza a caer, mayores van a ser las justificaciones de la oposición para no acercarse al gobierno. Hoy es distinto: acercarse a Milei es capitalizar, no perder. Entonces, si se aislara, eso sí podría marcar una profecía autocumplida, y podríamos decir que la caída de Milei es prácticamente inminente. Yo hoy no me animo a decirlo.

Creo que no se están tendiendo los puentes necesarios para que Milei encuentre un colchón político de gobernabilidad cuando su imagen caiga, cuando sus acciones estén a la baja. Hoy sus acciones están en alza y los otros sectores están pensando en la posibilidad de darle gobernabilidad o acercarse. Nosotros lo medimos provincia por provincia, y la imagen de Milei estaba sólida. A ver…, los gobernadores por algo se acercan; incluso gobernadores peronistas. Pero cuando la imagen de Milei empiece a caer, esos mismos gobernadores van a ser los primeros en no querer acercarse. Y dado que Milei no va a tener músculo político… se le va a hacer todo más difícil.

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