Este auto de finas líneas y gran deportividad, es el sedán de ingreso que le faltaba a la marca. Sus medidas exteriores son las de un sedán del segmento C: 4.549 mm de largo, 1.796 mm de ancho, 1.451 mm de alto y 2.729 mm entre los ejes. Si lo comparamos frente a un CLA Coupé, es 140 mm más corto, 34 mm más angosto y levemente más alto.
Mercedes evoluciona su concepto modern luxury, con el diseño de este Sedán, trayendo al segmento las curvas y superficies suaves que vemos en los modelos más grandes. La propuesta es de proporciones perfectas y una silueta estilizada, que resalta un diseño moderno, pero muy atemporal, algo que la factoría alemana sabe mucho.
Sin dudas hay algo de la elegancia del Clase C y combinado con la deportividad del CLS, con dimensiones y proporciones optimizadas.
En el interior, lo primero a destacar es la altísima calidad en materiales y terminaciones, resaltando la pantalla que recorre el frente y que da perfecta armonía y sensación de máxima tecnología. Sin dudas, incluye el sistema multimedia MBUX que se destaca por la gráfica sensacional de las pantallas, el manejo a través de touchpads, las múltiples capacidades de personalización, la facilidad de uso y la efectividad de los mandos por voz.
En cuanto al motor, el A250 utiliza el conocido motor de cuatro cilindros turbo, 2.0 litros, que otorga 224 CV y 350 Nm de torque (desde las 1.800 rpm), asociado a una caja de doble embrague de siete cambios. Este motor es tremendamente ágil y muy pujante, incluso cuando se pone el modo de manejo en Comfort (también hay modos Eco, Sport e Individual). La respuesta es inmediata cuando se toca el acelerador, y el motor responde con un funcionamiento suave y silencioso. Sus prestaciones son muy buenas, con una velocidad máxima cercana a los 250km/h.
Como conclusión, este Sedan A250 AMG Line responde a todas las exigencias que el usuario más sofisticado le puede pedir. Un auto para recomendar.
