A diferencia de Ucrania, la mayoría de los países no reconocen a Taiwán como una nación soberana, y el presidente chino, Xi Jingping, ha advertido cada vez más a Taiwán que no busque la independencia formal de China. En los últimos años, Beijing también ha enviado un número creciente de aviones de combate a Taiwán. El analista militar Adam Ni describió esto como una señal del «músculo militar» del vecino más grande y su «determinación de reclamar Taiwán, por la fuerza si es necesario», aunque China no ha indicado ninguna amenaza inminente.

No obstante, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, dijo que las comparaciones entre Ucrania y Taiwán no deberían exagerarse, ya que podrían provocar un pánico innecesario en casa. Su gobierno ha enfatizado su fuerte relación con Estados Unidos como defensa contra la agresión china. El lunes, el presidente Joe Biden envió una delegación de ex altos funcionarios de defensa y seguridad a Taiwán en señal de apoyo a la isla.