Tal como se había anunciado, no hay alto el fuego entre Rusia y Ucrania durante las Fiestas. Por el contrario, las acciones parecen haber recrudecido mientras las fuerzas de Kiev intentan salir del estancamiento que sufre su contraofensiva; y Moscú intensifica sus ataques aéreos.
Este mismo jueves, más de 100 misiles cayeron sobre las ciudades ucranianas, incluyendo a Kiev, como símbolo del rechazo ruso al plan de paz presentado por Ucrania. Por el momento se desconoce el número de víctimas, heridos y daños.
A través de Facebook, el asesor de la oficina presidencial Oleksi Arestovich aseguró que se produjo “un ataque aéreo masivo; más de 100 misiles en varias oleadas. Y el jefe de la región ucraniana de Mikoláiv también informó bombardeos, así como en Kiev, Yitomir y Odesa.
Además, en Odesa y Dnipropetrovsk se anunciaron cortes del suministro eléctrico para minimizar los posibles daños a la infraestructura energética que viene siendo foco de los misiles rusos en medio de un crudo invierno.
Ucrania viene denunciando que Rusia ha cometido y sigue cometiendo crímenes de guerra durante los diez meses de invasión, especialmente con ataques a objetivos civiles. Moscú lo ha negado sistemáticamente, aunque sí admite que sus ataques destruyeron ciudades, pueblos e infraestructuras de diversa índoles como consecuencia de la propia guerra. Además, también acusan a los soldados ucranianos por sus violaciones a los derechos humanos.
En un hecho que llamó la atención en los últimos días, uno de los misiles rusos alcanzó este miércoles una maternidad en Jersón. Por fortuna, no se produjeron heridos, pero tanto los pacientes como el personal debieron ser trasladados a un refugio.
Jersón, recientemente liberada por la contraofensiva ucraniana, se encuentra bajo fuego aéreo permanente, por parte de las fuerzas rusas que retrocedieron hasta la margen oriental del río Dniéper.
Por el momento, la paz parece lejana, aunque al menos ambas partes han puesto sobre la mesa sus exigencias concretas. Tal vez el punto más álgido de todos es qué pasará con las cuatro regiones ucranianas recientemente anexadas por Rusia, sobre las cuales Moscú no tiene control territorial.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, está proponiendo un plan de paz de diez puntos, partiendo de la base de que Rusia debe abandonar su territorio y reconocerle su integridad. Esto choca con la propuesta rusa, que pide aceptar la anexión, la cual no es reconocida por Occidente en conjunto.
En ese sentido, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó como “un delirio” pedir que Rusia se retire y pague los daños. Por el contrario, señaló que las fuerzas se van a incrementar para potenciar la operación en hombres y tecnología.
(Con información de Reuters)
