Este miércoles, la Asamblea General de la ONU emitió una resolución en la que se condena la «la anexión ilegal» por parte de Rusia de cuatro regiones de Ucrania, que representan el 15% de su territorio, en el marco de la invasión que el Kremlin llama “operación militar especial”.
Se trata de una importante derrota diplomática de Vladimir Putin, que en septiembre había vetado una resolución similar del Consejo de Seguridad. Inclusive Argentina, que venía manteniendo fuertes lazos con Moscú, votó en favor de la condena.
La medida, que fue propuesta por Albania y Ucrania y llevó la firma de copatrocinio de unas 70 naciones, tuvo 143 votos a favor, 5 en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria) y 35 abstenciones, entre las que se encuentra la de China, país aliado de Rusia.
Vale recordar que mientras Ucrania llevaba adelante una fuerte y rápida contraofensiva que liberó parte de los territorios ocupados, Rusia decidió empantanar el terreno político realizando referéndums en las cuatro regiones (Donetsk, Jerson, Lugansk y Zaporiyia), y se impuso en ellos con casi el 100% de los votos a favor. Ucrania y casi todo Occidente desconocieron la validez de esos resultados, pero Moscú oficializó de todos modos la anexión con un masivo acto, mientras en el terreno las tropas rusas perdían el control de esas mismas áreas.
La declaración de la asamblea, que lleva como título “Integridad territorial de Ucrania: defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas”, señala que se trata de “actos ilícitos” y que esas votaciones “no tienen validez alguna, ni sirven para modificar de ninguna manera el estatuto de esas regiones en Ucrania”. En ese sentido, llama a los países a no reconocer ninguna modificación territorial.
Asimismo, la ONU “exige” al Gobierno ruso que “revoque inmediata e incondicionalmente sus decisiones, que constituyen una violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania y son incompatibles con los principios de la Carta de las Naciones Unidas”. En la Asamblea General anterior, Joe Biden había acusado a Rusia de violar la carta magna del organismo internacional.
Finalmente, le pide al Kremlin que “retire de inmediato, por completo y sin condiciones, todas sus fuerzas militares del territorio de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”, algo que Rusia no parece estar dispuesta a hacer, ya que se han intensificado los bombardeos sobre las ciudades ucranianas, apuntando principalmente a infraestructuras civiles, como las plantas de energía y de provisión de agua.
VOTO ARGENTINO
La Cancillería argentina, liderada por Santiago Cafiero, explicó que su voto en favor de la condena a Rusia coincide con “sus posiciones tradicionales”.
«Tal como ha expresado en los diferentes foros multilaterales con relación a la guerra en Ucrania, la República Argentina reitera, como ya lo manifestara en relación con Crimea, que será solo a través del pleno apego a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, al respeto del derecho internacional, a la soberanía de los estados y su integridad territorial, que se podrá arribar a soluciones que sean justas y duraderas para todos los actores políticos y sociales», asegura en un comunicado.
En ese sentido, la posición argentina va en sintonía con EEUU. El secretario de Estado de ese país, Antony Blinken, aseguró que voto de la ONU es «un poderoso recordatorio de que la gran mayoría de las naciones están con Ucrania». Y agregó: “Al adoptar esta resolución, las naciones reunidas dejaron en claro: no tolerarán un intento por parte de ningún Estado miembro de la ONU de apoderarse de tierras por la fuerza. La votación ofrece una reprimenda contundente a Rusia por su agresión contra Ucrania».
Aunque el Gobierno de Alberto Fernández ha mantenido una buena relación con Putin (incluso el mandatario fue a reunirse con él en febrero), desde el inicio del conflicto se mostró moderadamente crítico de la invasión y pidió que “cese inmediatamente en el uso ilegítimo de la fuerza, así como las operaciones militares en territorio”.
La representante argentina ante las Naciones Unidas, María del Carmen Squeff, reafirmó este miércoles que «la Argentina ha mantenido una posición consistente en contra de la adquisición de territorios por la fuerza y en defensa del principio de integridad territorial», y que “no considera conforme a derecho los referendos celebrados en los territorios ocupados en Ucrania los pasados 23 a 27 de septiembre”.
Sostener una posición diferente hubiera sido contradictorio con el reclamo argentino por la soberanía sobre Malvinas. “Forman parte del territorio nacional argentino y se encuentran ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace ya casi 190 años”, sostuvo Cancillería.
