El Departamento de Estado de EE. UU. anunció el lunes una ronda de sanciones contra funcionarios chinos involucrados en la represión de grupos minoritarios religiosos y étnicos.
Las medidas apuntan a aquellos «que se cree que son responsables o cómplices de políticas o acciones destinadas a reprimir a los grupos minoritarios étnicos y religiosos, incluidos aquellos que buscan seguridad en el extranjero, y los ciudadanos estadounidenses, que hablan en nombre de estas poblaciones vulnerables», según a una declaración del departamento .
La medida se produce cuando continúan aumentando las acusaciones contra China por abusos contra los derechos humanos. A fines del año pasado, el centro de prevención del genocidio del Museo Conmemorativo del Holocausto de EE. UU. publicó un informe que detalla los abusos contra los derechos humanos contra el grupo minoritario musulmán uigur en la provincia china de Xinjiang utilizando testimonios de primera mano y otra información proporcionada por disidentes. El informe decía que el gobierno chino había sometido a los uigures a esterilización forzada, tortura, esclavitud y más.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos sanciona a China por cuestiones de derechos humanos. Desde finales de 2019 hasta 2020, funcionarios chinos fueron sancionados debido a abusos contra los derechos humanos en Hong Kong, según el Consejo de Relaciones Exteriores. A fines de 2020 y principios de 2021, las acusaciones de genocidio y otros abusos contra los derechos humanos contra los uigures en Xinjiang provocaron más rondas de sanciones contra China.
El secretario de Estado, Antony Blinken, calificó a las personas sancionadas como «perpetradores de abusos contra los derechos humanos» en una declaración tuiteada .
“Estados Unidos ha tomado medidas para imponer restricciones de visa a los funcionarios de la República Popular China por intentar intimidar, hostigar y reprimir a los disidentes y defensores de los derechos humanos dentro y fuera de China”, escribió.
Las sanciones imponen restricciones a las visas de los funcionarios, según el comunicado del Departamento de Estado . Se dirigen a funcionarios que se cree que están involucrados en la represión de personas como «practicantes religiosos y espirituales», miembros de grupos étnicos minoritarios, periodistas, activistas de derechos humanos, manifestantes pacíficos y más.
La declaración también dijo que China había intentado «silenciar» a los estadounidenses uigures y otros uigures que trabajaban con los EE. UU. al «negar el permiso de salida a los miembros de su familia en China».
El informe del centro de prevención del genocidio también dice que los uigures han sufrido atrocidades como violencia sexual, trabajos forzados, prohibiciones de expresiones religiosas y culturales y destrucción de bienes culturales y religiosos.
Muchos criticaron la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing el mes pasado, y los activistas dijeron que el espectáculo de los juegos los distrajo de los crímenes de lesa humanidad que ocurren en Xinjiang.
“Hacemos un llamado al gobierno de la República Popular China para que ponga fin al genocidio y los crímenes contra la humanidad en curso en Xinjiang, las políticas represivas en el Tíbet, la represión de las libertades fundamentales en Hong Kong y las violaciones y abusos de los derechos humanos, incluidas las violaciones de la libertad religiosa, en otras partes del país. «, dijo el comunicado del Departamento de Estado.
Publicado en cooperación con Newsweek
