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Eduardo Eurnekian, el padre de la criatura: la historia de su relación con Javier Milei
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Eduardo Eurnekian, el padre de la criatura: la historia de su relación con Javier Milei

Por Gabriel Michi

“Si Milei no se modera… No estamos para aguantar a otro dictador”. El autor de esta sentencia no es una persona más. No sólo es uno de los hombres más poderosos y ricos de la Argentina, sino que también es considerado “el padre de la criatura”. Aquel que cobijó a ese economista de pelos revoltosos y frases estridentes al que casi nadie conocía y que hoy está cerca de convertirse en Presidente de la Nación. Por eso, la frase de Eduardo Eurnekian sobre Javier Milei tiene un peso específico mucho mayor.

“Fue su mentor y el que le brindó una oportunidad de sostenimiento económico en épocas de vacas flacas”, señalan en su entorno. Y fue su vínculo con el “Armenio” –tal como se lo conoce al magnate- el que le abrió las puertas de la fama a través de las participaciones mediáticas en el canal América, que formaba parte de su corporación. Una fama que le sirvió al economista libertario, con su efectiva espectacularidad, para pasar de ser un simple invitado excéntrico y ocasional a uno de los más codiciados. “Todos me buscan porque les explota el rating”, se jacta aún hoy el líder de La Libertad Avanza.

A Eurnekian no sólo le molestan las formas autoritarias de Milei. Sino, en particular, esa impunidad de disparar dardos venenosos contra cualquiera. Uno de los que más indignó al empresario fue el agravio contra el Papa Francisco, de quien es amigo. “Al Papa le tengo respeto y somos muchos en todo el mundo los que le tenemos respeto; entonces (Milei) no tiene que arrogarse el derecho de opinar del Papa; que se calle la boca», señaló antes de rematar que el libertario “no está a la altura” para criticar al Sumo Pontífice.

El referente de LLA se despachó en más de una ocasión contra el jefe de la Iglesia Católica definiéndolo incluso como el “representante del Maligno en la Tierra”; pero ahora llegó a acusarlo de proteger a dictadores de izquierda, autores de distintos tipos de persecuciones. Eso fue un límite para Eurnekian, quien además es un hombre muy respetuoso de la religión y fue uno de los principales artífices de la visita de Francisco a Armenia, de además participar del diálogo interreligioso que Bergoglio propició siempre.

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A estas desautorizaciones –que podrían ser entendidas más desde el aspecto personal- se sumaron otras de índole económicas. Por ejemplo, contra uno de los caballitos de campaña de Milei: la dolarización. «Sabemos que no tenemos moneda, está bien. ¿Qué hacemos? ¿Vamos a buscar otra moneda? ¿La americana? ¿Hacemos un sacrificio y tenemos el orgullo de decir que no tenemos moneda?», ironizó Eurnekian, antes de enojarse y sentenciar: «¡Pará viejo! Eso es algo que tenemos que decidir nosotros; tengamos un orden, una disciplina… dolarizar es secundario».

Fue un misil directo a uno de los pilares de la campaña del referente “anarco-capitalista”. Y, por lo tanto, una de las críticas más punzantes y destructivas para su campaña electoral.

Aún así, pese al rosario de diferencias que Eurnekian planteó hacia Milei en los últimos tiempos, sí sostuvo que «es un individuo que sabe”. Y remarcó que, en su paso por la Corporación América, Milei «era un muy buen empleado, muy informado y capacitado; una persona muy seria; es muy honesto y eso es importante”. E incluso en una entrevista que le hizo el Financial Times, llegó a señalar que “Milei puede ser un buen presidente; pero no quiero el dólar”.

Sin embargo, en aquellas palabras que el empresario dio en el marco del almuerzo del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) faltaba la frutilla de ese postre amargo para el libertario. La invitada especial era Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio con la que se disputa el electorado.

Eurnekian, antiguo jefe de Milei, se distanció del libertario: “No está a la altura”

Y allí el multimillonario cerró su participación diciéndole: “Nos has llenado el espíritu de esperanza. Nos has demostrado una Argentina clásica, luchadora, que tiene los valores y tiene las agallas para enfrentar el futuro. Quiero pedirles a todos que levanten la copa, no solamente por el éxito personal de ella, sino porque su esfuerzo sea coronado también por el aplauso de la sociedad”. Bullrich no podía salir de su asombro ante tan contundente respaldo, pensando en el vínculo entre el empresario y el economista que había sido su empleado. Y sólo atino a bromear: “¿Voto cantado?”.

En ese contexto fue que los periodistas presentes le preguntaron al empresario:

¿Qué piensa del resultado de las PASO? ¿cuál es su vínculo con Milei? Hace unos días usted tomó cierta distancia del candidato de la Libertad Avanza…
-No, yo no hablé de distancia de Milei. Simplemente manifiesto mi pensamiento. Milei tendrá su pensamiento, yo tengo el mío. Y el mío es más abarcativo en el sentido del respeto a la religión, que es fundamental, y también que todo se haga en el marco de la democracia, de la libertad y de los partidos políticos, que están para eso.

¿Cree que Milei tiene un sesgo autoritario?
-Yo no lo sé. Simplemente lo menciono y digo: esto se tiene que hacer dentro del marco de la ley. Para eso están los partidos políticos y para eso votamos.

Si Milei gana las elecciones, ¿le inquieta la eventual falta de gobernabilidad? Va a tener pocos legisladores y gobernadores.
-Señores, si hay diputados, senadores, gobernadores, si hay una clase política activa, entonces no le tengo miedo a nadie. ¿A qué le voy a tener miedo?

Javier Milei

Fue así como que Eurnekian, lejos de la descalificación como “casta” que enarbola Milei, volvió a defender al sistema político: “Son los partidos políticos los que nos tienen que gobernar, ponerse de acuerdo entre ellos con normas perdurables. Cualquiera de estas políticas aplicadas por técnicos y conocedores en la materia pueden tener éxito, pero pueden tenerlo dentro de la partidocracia. Necesitamos que funcionen los partidos políticos«. La cosa fue escalando hasta llegar a la definición de que Milei debería aflojar un poco porque no “estamos para soportar a otro dictador”.

Si bien durante mucho tiempo el candidato libertario decidió no contestarle a Eurnekian, quizás por el respeto que le genera quien lo acuñó y le dio una mano en momentos difíciles, finalmente pateó el tablero y lo desafió públicamente. Lo hizo en una entrevista donde le preguntaron por el rechazo que expresó a un contrato entre el Estado y una de las empresas de la Corporación América para la confección de los DNI. “Quizá no le gustó (a Eurnekian), pero yo estoy para gobernar a los 47 millones de argentinos, no me importa a quién beneficia o perjudica”, dijo el candidato de LLA.

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La licitación en cuestión es la otorgada a Unitec Blue SA, que junto con la alemana Mühlbauer, serán las encargadas de importar las máquinas, el software y elaborar las tarjetas de los documentos, con un contrato por 45 millones de dólares. Milei le envió una carta al presidente Alberto Fernández para que frene la iniciativa, entre una quincena de demandas más. Sin embargo, desde la Casa Rosada le restaron entidad a la presentación. Es más, hasta el actual embajador de Argentina en Chile, el ex canciller Rafael Bielsa –quien fuera presidente de la Corporación América en épocas en que Milei trabajaba allí- también lo desautorizó y relativizó esa acción.

Pero Milei ahora usa eso para intentar diferenciarse de su antiguo patrón y, de paso, desmentir los rumores que señalan que Eurnekian estaría financiándole su campaña: “¿Y a vos qué te parece? Te das cuenta que las caretas se caen. ¿Cómo voy a estar haciendo una acción de estas características si yo estuviera financiado por él? Tengo las manos libres”, se justificó en una entrevista radial.

En eso sí coinciden en el holding: insisten en que no están poniendo ni un peso en la aventura presidencial de su exempleado. Es más, están convencidos de que esto sólo les puede llegar a traer problemas. “Nos dicen que corremos con el caballo del comisario, pero es todo lo contrario. Si Milei gana, cualquier contrato nuestro con el Estado va a estar bajo la lupa. Y si encima le va mal como presidente, nos van a acusar de haberlo inventado”, dicen en los pasillos del edificio de las calles Bompland y Honduras, en Palermo. “Tenemos mucho más para perder que para ganar”, se lamentan incluso aquellos que compartieron las oficinas donde aún lo llaman “Neurus”, por su carácter irascible y explosivo.

Pese a esas peleas y distanciamientos, lo que sí queda claro es que Milei se está rodeando de personas que conoció en la Corporación América. Y lo está haciendo para lugares centrales dentro de su potencial gobierno. Por ejemplo, el ex director de AA2000 Guillermo Francos, un hombre que trabajó junto a Domingo Cavallo en los ’90 y que presidió el Banco Provincia en la gobernación de Daniel Scioli, sería su ministro del Interior; por su parte, Sandra Pettovello, una exproductora de tv en América –especialista en Políticas Familiares- encabezaría el Ministerio de Capital Humano; también figura Gladys Humenuck, exgerenta de Administación y Finanzas de la Corporación, que aspira a un lugar en el Senado; y Nicolás Posse, que hasta hace unos días se desempeñaba como gerente general de la Unidad de Negocios Sur de Corporación América, y que se quedaría, ni más ni menos, que con la Jefatura de Gabinete.

La aparición de Posse en un lugar tan central disparó todas las especulaciones sobre cómo Eurnekian le estaría dando un enorme apoyo a Milei y, en cierta medida, un aval a su candidatura, además de entregarle un articulador en materia de fundraising. Sin embargo, en el holding no sólo lo desmienten sino que además sostienen que “Posse se cortó solo; nunca avisó lo que iba a hacer; ni siquiera lo consultó”. Y apuntan que la indignación por la sorpresa fue tal que los directivos pusieron el grito en el cielo por el costo político que eso podría significar para sus negocios y lo obligaron a tomarse una licencia por lo menos hasta fin de año. Es más, cuentan que el día en que se conoció la noticia, Posse había reservado una sala en AA2000 para brindar una entrevista a un programa de televisión y se lo frenaron sin medias tintas.

CAMINOS CRUZADOS

El “Armenio”, como se lo conoce a Eduardo Eurnekian pese a haber nacido en Buenos Aires en 1932, es dueño de la cuarta fortuna más importante de la Argentina: se calcula, unos 1.900 millones de dólares. Según la revista Forbes, sólo es precedido por Marcos Galperín (Mercado Libre, 4.900 millones), Gregorio Pérez Companc (Molinos, 2.900 millones) y Paolo Rocca (Techint, 2.700 millones).

Eurnekian junto a Néstor y Cristina Kirchner y Daniel Scioli

A sus 91 años, Eurnekian sigue tan activo como siempre. Como en aquellos primeros tiempos en los negocios textiles de sus padres inmigrantes –ellos sí de Armenia- como también cuando comenzó a diversificarse y se produjo su desembarco en los medios de comunicación en los años ’80, su adicción al trabajo es una constante. Quienes lo conocen destacan su enorme olfato para detectar potenciales negocios por nacer y ser un vanguardista, como también la habilidad de saber retirarse justo antes de que empiece una debacle en ese sector. “Por eso, siempre compra muy barato y vende muy caro y justo a tiempo”, explican.

Así lo hizo con esas empresas de comunicación de las que se desprendería –casi en su totalidad- para adentrarse en el negocio aeroportuario. Hoy controla 55 estaciones aéreas, 35 en la Argentina, que representan el 98% del tráfico aerocomercial del país. También opera aeroestaciones en otras naciones como Italia, Armenia, Perú, Brasil, Ecuador, Uruguay y Nigeria. América Airports cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York desde 2018, algo que fue impulsado por el ingeniero Martín Eurnekian, sobrino de Eduardo y hoy presidente de AA2000.

Eurnekian junto a Mauricio Macri y Juan Schiaretti

En tanto, la Corporación América también cuenta con divisiones de energía, minería, infraestructura, agronegocios, real estate y servicios financieros. A Eduardo Eurnekian también se lo reconoce por sus tareas filantrópicas, como por ejemplo, su colaboración en la identificación de los restos de soldados argentinos que cayeron en la guerra de las Islas Malvinas, la ayuda a sus familiares para que puedan viajar allí y en la restauración del cementerio en Darwin. De hecho, el tema lo movilizó tanto que pidió ser enterrado en ese lugar cuando muera, en una tumba que se encontraba vacía ya que los restos del soldado habían sido trasladados al continente a pedido de su familia.

Hoy el holding América emplea a más de 10.000 personas en todo el Mundo. En esa lista figuró Javier Milei, hasta un día antes de asumir como diputado en diciembre de 2021. Había ingresado en el grupo en 2008 de la mano de Leonardo Madcur, yerno de Guillermo Nielsen (ex negociador argentino de la deuda externa), y hoy jefe de gabinete de asesores de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.

Sí, así de paradójica es la historia: la mano derecha de Massa –competidor directo del libertario- y su potencial sucesor en Economía si el tigrense gana la Presidencia es el mismo hombre que le regaló a Milei la oportunidad de ingresar a la Corporación América y dar el primer paso a esa impensada carrera hacia el poder.

El propio Milei lo cuenta en su libro autobiográfico “El camino del Libertario”: “Poco tempo después de conocernos (con Guillermo Nielsen), su yerno, Leonardo Madcur, necesitaba un valuador de empresas en el grupo de Eduardo Eurnekian, Corporación América, ya que existía la intención de sacar a la bolsa una de sus empresas, Aeropuertos Argentina 2000”. Y ahí fue cuando lo convocó. Pese a hoy estar en veredas enfrentadas, el libertario asegura: “Leo, igual que Guillermo (Nielsen), es una gran persona y muy inteligente”.

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Madcur no sólo le permitió que su situación económica mejorara, confiesa Milei, sino que esa oportunidad fue la puerta de entrada al «círculo rojo» y a codearse con el poder real. Madcur, junto al secretario de planificación Económica Gabriel Rubinstein, fue un protagonista central en las tensas negociaciones con el buró del FMI en Washington para cerrar el acuerdo de julio pasado. Quizás allí se explique en parte el apoyo del libertario a ese acuerdo y la diferenciación con Juntos Por el Cambio.

Sin embargo aquel desembarco de Milei en el Grupo Eurnekian no fue inmediatamente rutilante. Paso mucho tiempo en cierto ostracismo, sin demasiadas luces. Había sido contratado como un asesor en cuestiones de riesgos financieros pero que no tenía mucho peso en la estructura del holding. De hecho quienes compartieron ese escenario sostienen que Milei tenía una pequeña oficina en el primer piso (un pequeño boxes vidriado) y que era uno más. “Un consultor de tercera línea”, dice uno de sus ex jefes. “Ni de tercera, de quinta o sexta”, señala la ocupante de otra de esas oficinas.

Según el libro “El Loco”, del periodista Juan Luis González, Milei “llegó a ser economista en jefe de Aeropuertos 2000, calculando los riesgos que tenían las grandes inversiones que hacía el ‘Armenio’ en el país. Aunque para el último tramo de su estadía en esa empresa sería respetado por sus compañeros y por su jefe -aunque no se llevó de ahí ningún amigo-, la relación del libertario con la compañía tuvo altibajos. Hasta 2016, de hecho, el libertario no se presentaba en público como parte del staff, sino como miembro de la Fundación Acordar de Daniel Scioli”.

Según González, cuando Eurnekian está “abocado por completo a una tarea, es prácticamente imposible sacarlo de eje, lograr que su cabeza se relaje y piense en temas más banales. Hacerlo perder la concentración es una tarea titánica para cualquiera. Salvo para Javier Milei: él lo hacía descostillar de la risa. ‘Es que es un loco este, es un loco’, decía Eurnekian, atragantado por las carcajadas, cuando el economista le hacía alguna broma. Su jefe no lo sabía, pero estaba repitiendo el apodo que le habían puesto en el (Instituto) Copello (el colegio donde hizo la secundaria)”.

Según Financial Times: “Existen paralelismos entre Eurnekian y Milei. Ninguno de ellos proviene de las escuelas y clubes sociales que forman gran parte de la élite argentina. Ninguno de los dos se ha casado nunca. Y ambos son trabajadores frenéticos conocidos por sus personalidades irascibles. Antiguos colegas dicen que Eurnekian encontró en Milei una presencia entretenida dentro de la empresa”.

Desde la compañía desmienten que Eurnekian haya usado a Milei para asestar golpes contundentes contra el gobierno de Mauricio Macri que tantos dolores de cabeza le habían causado. “Eduardo no lo mandaba. Era una cuestión de Milei”, señalan. Y cuentan que el economista tenía una desesperación por ser famoso y que les pedía una y otra vez que le presenten a Alejandro Fantino para poder participar de sus programas. Y así fue cómo una noche en el restaurante Campo Bravo, Milei le rogó a Matías Patanian (directivo de River que es vicepresidente de AA2000) que le haga el puente con el conductor de tv que estaba en otra mesa. Y así fue. Y, a partir de allí, comenzó su camino a la fama.

Eurnekian junto a Cristina Kirchner y Randazzo

Para José Luis Espert, ex fugaz socio político del economista, “Eurnekian es el padre intelectual de Milei, y es el arquetipo del empresario argentino que vive de los privilegios (otorgados por) de la clase política”.

Según Rafael Bielsa, nada de eso es cierto. El excanciller señala: “Eso de que Eurnekian es el padrino político es una minimización. En primer lugar porque Eduardo no es una persona a la que yo le pediría un consejo político, en todo caso le pediría consejos económicos. En segundo lugar porque, como yo, no lo tenía a Milei metido en el slot de la política. Pensar que Javier Milei es un producto de algún laboratorio de Eduardo Eurnekian, no es cierto”. Bielsa también considera que es un error imaginar que haya un financiamiento económico del empresario a la campaña del líder libertario.

EXCENTRICIDADES VARIAS

Javier Milei trabajó como analista de riesgo de la Corporación América durante casi 12 años, hasta asumir como diputado. Por aquellos tiempos se lo solía ver como un solitario que recorría los pasillos de la empresa sin nadie que lo acompañe y siempre con su traje gris a rayas, sus camisas celestes y sus corbatas lisas. “Daba pena. Parecía un niño sin madre”, cuanta un hombre que lo conoció y trabajó con él en aquellos años. En esos inicios, nadie le dispensaba mucha atención. Su pequeña office vidriada en el primer piso estaba muy distante –en lo físico y en lo simbólico- del 2º piso donde transitaban las decisiones: el despacho del propio Eduardo Eurnekian y los directivos más importantes del grupo.

Foto: NA

Alguna vez uno de sus jefes le preguntó:

¿Qué tiene que ver el libertadismo con el pelo? (haciendo alusión a los estrambóticos peinados despeinados del economista)
– Tiene mucho que ver –fue la respuesta de Milei-. El pelo crece según su voluntad y ¿quién es uno para imponerle cómo lucir? Hay que dejarlo ser libre.

Pese a las diferencias que había en torno a su personalidad, lo describen como un “buen tipo, que arrastraba una historia de golpes y de mucha soledad en su infancia. Y en todo lo que hizo y lo que quiere hacer, lo que busca es notoriedad, reconocimiento, algo que no consiguió en su familia”. Según esta mirada lo que pretendería Milei en el caso de llegar a la Casa Rosada no sería enriquecerse desde el punto de vista económico sino dejar su marca en la historia, siendo el primer líder libertario de estas características que alcanzó esa meta.

Cuando en la Corporación América le planteaban a Milei que sus propuestas tenían un costo social muy alto y que ninguna era aplicable sin derramamiento de sangre, él respondía que ese era un problema de los políticos y no de él que era un técnico. “En aquellos años ya Milei expresaba su desprecio a la política”, cuenta Bielsa. Y sus ideas de destruir el Banco Central.

¿Ud. sabe cuáles son los únicos países que no tienen Banco Central? – le preguntó uno de los hombres de confianza.
– Si, por supuesto. Vuanatu, Islas Marshall, Islas de Man, Kiribati, Nauru, Tuvalu…- contestó Milei

¿Y a ud. le parece que esos ejemplos son comparables con Argentina, que eso se puede aplicar en el país? – insistió el interrogador.
– Eso es justamente la ventaja y la oportunidad- sentenció el libertario.

Milei aseguraba que la Argentina podría volver a ser una de las primeras potencias del Mundo. Y para eso planteaba la abolición de todo los que consideraba como fruto de las ideas socialistas: el Estado no debería existir, como tampoco la Constitución y el voto obligatorio y secreto.

Según Rafael Bielsa, quien fue su jefe, las banderas que hoy enarbola Milei, “son exactamente iguales a las que defendía entonces. O sea, no es un impostor intelectual. No es un individuo que, como se suele decir, está coacheado. Es un tipo intelectualmente honesto. Distinto es si lo que él postula se puede conseguir democráticamente, sin costo en términos de malestar social”.

Y en ese sentido, agrega Bielsa: “La eventual Presidencia de Javier Gerardo es sumamente riesgosa para la salud colectiva de nuestro país. Nosotros tenemos un pacto social que arroja claramente fatiga de material. Eso es muy claro. Nuestro pacto social como país está tecleando. Y si encima se le añaden todas estas recetas…. Tengo una enorme preocupación”. Ese diagnóstico es abonado también por otros de los que compartieron los pasillos de la corporación América. Y que, no por nada, lo llamaban “Neurus”.

Javier Milei

En AA2000 no se lo tomaban muy en serio. No sólo por sus ideas estrambóticas, sus peinados extraños, sino también por la vida que llevaba. “Era cuando menos, desordenada”, explican. Se jactaba de su paso como arquero de Chacarita pese a que le decían que no tenía la suficiente altura para ser guardametas. Se enojaba por eso y decía “tengo una enorme potencia en mis piernas que me permiten tirarme de palo a palo”.

Si bien no lo solían invitar a las reuniones del directorio de la Corporación América, recuerdan una ocasión donde sí fue de la partida. Fue para exponer sobre un negocio que le pidieron que analice: un banco estaba interesado en publicitar su marca en las mangas que conducen a los aviones. Milei los convenció que era un gran negocio y que había que firmar el contrato inmediatamente. Pero ellos lo llevaron a la reunión para que convenza a los dos representantes que el Estado tenía en la compañía. Y así fue.

Otro de los estudios que le encargaron fue el de los riesgos inversores en el denominado “Corredor Bioceánico Aconcagua”, que incluía un túnel ferroviario a través de Los Andes de unos 52 km. Una vez finalizada la proyección, Eurnekian por la Corporación América, junto con Empresas Navieras (Chile), Mitsubishi Corp. (Japón), Contreras Hermanos (Argentina) y Geodata (Italia), le presentó el proyecto en 2011 a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

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La relación entre Eduardo Eurnekian y Javier Milei no era muy fluida. Y no era uno de los consultores económicos a los que más convocaba a su despacho. De hecho otras figuras como Orlando Ferreres o Carlos Melconián estaban mucho antes en su lista de prioridades. Pero cada tanto le enviaba alguna consulta en particular, “preguntas muy puntuales en momentos neurálgicos”, cuentan.

Una persona que vio cómo nació y se desarrolló la relación entre ambos -y que hoy observa con preocupación cómo están las cosas- aseguró que “si Eduardo pudiese volver el tiempo atrás y ver en qué terminó todo, con este Javier Milei casi llegando a la Presidencia, seguramente actuaría de otra manera. No le daría esas oportunidades”. Otros, miran con desconfianza si estos distanciamientos públicos son parte de un “acting” compartido. Pero, hasta ahora, las señales parecen indicar otra cosa. Que las distancias son reales, no ficticias. En todo caso lo que al magnate hoy le pesa es que le endilguen ser el “padre de la criatura”. Con todo lo que eso implica. Para bien y para mal.

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