Un grupo de diputados de Juntos por el Cambio se alinearon con el bloque de Javier Milei y presentaron un proyecto en conjunto para eliminar el impuesto a los Bienes Personales.
La iniciativa fue presentada por el legislador Martín Tetaz, y cuenta con la firma de otros 20 integrantes de la oposición. Según explica el texto, la aplicación de este tributo “carece de sentido”.
El documento menciona que este impuesto fue “aprobado inicialmente por un período de nueve años desde diciembre de 1991 en adelante y esa excepcionalidad fue luego prorrogada por sucesivos períodos”. En ese sentido, cuestionan la última extensión hasta diciembre del 2022.
“El sentido de excepcionalidad está claramente establecido en el inciso 2 del art.75 de la Constitución y la permanente renovación, no mediando razones de defensa ni seguridad, carece de sentido”, explicaron.
Con varios diputados de Juntos por el cambio y otros partidos de la oposición acabamos de presentar un proyecto para derogar el impuesto a los bienes personales pic.twitter.com/lgHUzI7oqw
— Martin Tetaz (@martintetaz) July 11, 2022
Los diputados opositores también señalaron que el tributo a los bienes personales “compite con los impuestos provinciales sobre la propiedad (IIRR e IIUU), reduciendo las fuentes de financiamiento de las jurisdicciones locales, más allá de que sea parcialmente coparticipable”.
Al respecto, advirtieron que “esta superposición limita la responsabilidad fiscal”, ya que “el Gobierno nacional está más lejos del ciudadano que los gobiernos locales y por lo tanto se genera un incentivo perverso a inflar los gastos provinciales, toda vez que no hay que elevar un impuesto local para financiarlos”.
“Devolver las bases imponibles plenamente a las provincias, aumenta la responsabilidad fiscal de los gobiernos locales, que ahora deberán rendir cuentas si es que optan por usar esas bases”, agregaron.
Los diputados de Juntos por el Cambio y el bloque libertario también afirmaron que este impuesto tiene un “diseño deficiente”, debido a que no se aplica sobre el patrimonio sino sobre los activos, los cuales consideran “manifestaciones imperfectas de la capacidad contributiva”. Además, mencionaron que solo representa el 13% de la recaudación.
Por último, remarcaron que “la tendencia moderna en finanzas públicas es a gravar los flujos y no las fuentes que los generan, porque esta última conducta reduce los incentivos acumular capital y puede incluso ser confiscatoria, reduciendo la capacidad de generar futuros flujos, en épocas en que la rentabilidad del capital muestra tasas negativas en el mundo y el retorno de los inmuebles está en muchos casos debajo de las alícuotas marginales vigentes”.
