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Alberto Fernández abrió el período de sesiones ordinarias en el Congreso con críticas a la Justicia y la oposición
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Alberto Fernández abrió el período de sesiones ordinarias en el Congreso con críticas a la Justicia y la oposición

El presidente Alberto Fernández se presenta ante la Asamblea Legislativa para dar su discurso en la apertura del 141º Período de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación.

Junto con la vicepresidenta Cristina Kirchner y la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, el mandatario hizo un balance sobre los tres años de gestión que lleva y los propósitos de cara al último año de gestión.

“Un año atrás mis primeras palabras fueron para advertirles las singulares circunstancias que atravesaba el mundo y que inexorablemente repercutían en todos nosotros”, comenzó el discurso del jefe de Estado.

Allí, remarcó que “cuando avizorábamos el final de una pandemia que profundizó la desigualad de los ingresos”, asomó “una guerra inexplicable” por la invasión de Rusia a Ucraniaa, que “militar fue escalando de tal modo que al día de hoy desconocemos cual será el desenlace del conflicto”.

Esto, advirtió la guerra trajo “consecuencias inmediatas a nivel global”, y la Argentina “sufrió los impactos de situaciones ajenas a nuestro control”.

En el año en el que el país celebra los 40 años del regreso a la democracia, el presidente remarcó que “si tenemos memoria para recoger experiencias del pasado y tenemos coraje para afrontar las enormes dificultades del presente, seremos capaces de enfrentar los desafíos que nos depara el futuro”.

“En un momento en que los gobiernos soportan permanentes acciones desestabilizadoras provocadas por poderes mediáticos y fácticos, en el que la política es despreciada por minorías intensas que se ubican en los márgenes de la sociedad, Argentina ha sostenido su institucionalidad”, aseguró.

Sin embargo, se refirió al intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner, al cual consideró “uno de los episodios más desgraciados vividos en estos 40 años”.

Vuelvo a exigir al Justicia que profundice la investigación de aquel hecho, juzgue y condene a quienes fueron los autores materiales e intelectuales de este intento de homicidio. Le pido que actué con la misma premura con la archiva causas en las que jueces, fiscales y empresarios poderoso asoman como imputados”, expresó en un mensaje contra el poder Judicial.

Luego, Alberto Fernández comenzó a hacer un recuento de los logros de su gestión. Primero, marcó que “en estos últimos tres años nos tocaron tiempos difíciles”, dado que “asumimos en un contexto interno signado de inflación y el endeudamiento” al que se sumaron “crisis sanitarias, económicas, ambientales y bélicas”.

Sin embargo, aseguró, “fuimos capaces de hacer frente a cada una de estas adversidades”. “Al ingresar en el último año de mandato, siento necesario revisar lo hecho y trazar balances”, agregó.

El jefe de Estado dijo que “los argentinos tienes derecho a saber qué hicimos, porqué lo hicimos y qué nos proponemos hacer” en el último año de mandato. Al respecto, apuntó contra los medios por la “sistemática desinformación de las políticas que se llevaron a cabo desde el gobierno”.

“Crearon un cerco informativo difícil de eludir debido a los nivel de concentración que existen en los medios de comunicación”, advirtió. Y agregó que muchos “Tienen intereses económicos y políticos opositores al Gobierno, que ocultan y tergiversan información a su público”.

Pese a eso, destacó que “durante mi gobierno nadie ha sido censurado, acallado o castigado por sus expresiones”. “Todos y todas tienen derecho a opinar sobre los hechos. El problema es la tergiversación de la realidad y mentir con total impunidad”, sumó.

ALBERTO FERNÁNDEZ SOBRE SUS LOGROS DE GESTIÓN

Al respecto del balance de sus tres años de gobierno, el presidente señaló que “hemos alcanzado objetivos”. “Cometimos errores, pero tengo la íntima convicción que sumamos machismos aciertos”, admitió.

En ese sentido, respondió a las críticas de quienes ponen en duda su “moderación”, ya que aseguró que pese a eso “fui capaz de enfrentar a los acreedores privados y pude ponerle un freno a los condicionamientos que el FMI le había puesto al gobierno que me precedió”.

También remarcó que “puse el pecho a la pandemia” con la construcción de hospitales para “poner de pie un sistema de salud que había sido abandonado”, y la adquisición de vacunas contra el coronavirus.

En otro punto, se refirió a su empeño para que “la democracia se expanda y respete en toda la región”. Sobre todo, con las situaciones que vivieron el presidente de Brasil, Lula Da Silva; el ex mandatario de Bolivia, Evo Morales; y el acompañamiento a Cristina Kirchner “cuando es perseguida injustamente”.

Sobre este último hecho, advirtió que hace “todo lo republicanamente posible para que la Justicia argentina vuelva a abrazar el derecho y deje de servir a agentes de poder persiguiendo a quienes representan el sentimiento popular”.

“En todo estos años no tuve otro propósito que servir a mi pueblo. Cuando deje mi cargo podré dar cuenta de cada uno de mis actos y nadie podrá atribuirme un solo acto por el cual me haya enriquecido”, agregó.

Por otro lado, el presidente hizo una autocrítica a su gestión, al aseverar que tuvo equivocaciones, pero que “cuando lo advertí fue capaz de revisar y enmendar lo hecho”.

“No oculto las necesidades ni dibujo un mundo irreal. Los miro a los ojos, recorro el país, puedo ver lo bueno y lo malo. Se lo que está sucediendo, pero puedo hablar con ustedes de la pobreza, la inflación, la inseguridad y los bajos ingresos”, puntualizó.

Si bien dijo entender “el malestar y la queja de los más débiles”, criticó a quienes “intentan generar desánimo y malestar”. Por eso, pidió “ponderar lo hecho” y aseguró que con sus políticas “hemos dejado los cimientos sobre los cuales construir el gran país que soñamos”.

POLÍTICA EXTERIOR

En su discurso, el mandatario aseveró que en medio de la situación global actual, se abre “una gran ventana de oportunidades al país que no debemos desaprovechar”.

“Hemos desarrollado una política exterior basada en el multilateralismo cooperativo; apoyamos con firmeza la paz, la seguridad internacional, la solución pacifica de la controversia y el cuidado del medioambiente”, explayó.

Remarcó que Argentina “ha vuelto a ocupar un lugar en el Consejo de las Naciones”, y “alzó su voz” en varios organismos como la CELAC, el Mercosur, la Cumbre de las Américas, el G20 y el G7. Además, sigue aspirando a ser parte del grupo económico BRICS.

En ese sentido, remarcó la importancia del diálogo con los líderes de todo el mundo, aunque destacó principalmente la relación con Brasil, con quien tiene “intereses permanentes” para “mantener una estrecha relación productiva”.

También se refirió al reclamo al Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, con la búsqueda de “una solución negociada y pacífica de la disputa” para “cumplir con el objetivo irrenunciable de recuperar el pleno ejercicio de soberanía sobre esta parte de nuestro territorio que se encuentra usurpada”.

“Tengo la convicción de que Malvinas nos une en una causa nacional, que convoca y moviliza al pueblo argentino. En memoria de nuestros héroes, recordemos que las Malvinas fueron, son y serán argentinas”

LA SITUACIÓN ECONÓMICA

El mandatario aseveró que “venimos atacando los problemas básicos que sufren tantos argentinos y argentinas”, y que “aún con tantas dificultades, tenemos la obligación de construir una mayoría que impida convertir este horizonte de progreso y justicia social en aquella Argentina de endeudamiento, cierre de empresas y fuga de capitales que vivimos”.

Sobre eso, señaló que “somos más los que no toleramos los niveles de pobreza y la regresión de la distribución del ingreso, los que queremos que haya más trabajo, que se extienda la educación”. “Desde el estado hay mucho para hacer porque no hay otra forma de lidiar contra la inequidades del mercado”, arremetió.

Alberto Fernández destacó el crecimiento de la economía con un aumento del 5,4% en 2022, que puso al país como “uno de los que más creció en estos últimos dos años”. A la vez, resaltó el crecimiento en el PBI, la actividad industrial y el empleo que “alcanzó el número más alto desde 2018”. También mencionó que las proyecciones para 2023 que “señalan que volveremos a crecer”.

“Es fundamental sentar las bases para el crecimiento equilibrado. Si no crecemos, no hay nada para distribuir”, explicó, y sumó que “si crecimos y generamos más empleo, más inversiones y más consumo, fue porque hubo políticas activas” desde el Gobierno.

Con respecto al sector agropecuario, uno de los más afectados por las condiciones climáticas, remarcó que “el Estado ha dispuesto un conjunto de instrumentos para apoyar a los productores más afectados”. Pese a eso, dijo, las exportaciones del sector “fueron récord” en 2022.

En cuanto a la inflación, uno de los principales problemas que afectan al país, mencionó que “es un problema estructural de la Argentina que se remonta a décadas”, que se convirtió en “un factor central de desorganización de nuestra economía”.

“Estamos abocados a reducirla sin generar incrementos en los niveles de pobreza o frenos en el proceso de crecimiento”, advirtió, aunque “no resulta una tarea sencilla”.

El presidente afirmó también que “cumplimos este año con las pautas fiscales que nos establecimos”. Y agregó que el país no necesita del FMI para saber la importancia de “lograr el equilibrio fiscal”, “no seguir con políticas que genera deficiencia nuestras cuentas públicas” y “aumentar las exportaciones para generar divisas y sostener la actividad económica”.

Por otro lado, se refirió a la crisis energética que atraviesa el país. Puntualizó en la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, el cual adelantó se va a inaugurar “a mediados de este año”. E hizo mención al cuidado de los recursos naturales, para que sean “preservados, manejados y valorados como un recurso estratégico” para el crecimiento. Al respecto, remarcó la importante de la explotación del litio.

Con respecto a la obra pública, expresó que “Argentina es sustancialmente mejor que hace tres años” gracias a la obra pública y la construcción de viviendas, que “ha sido el impulso para que el sector de la construcción tenga un crecimiento sostenido desde 2020”.

Otro punto de su discurso fue la generación del empleo, el cual creció un 4,1% desde diciembre tras caer “en los años que nos precedieron”. También destacó las paritarias, y contó que seguirá funcionando el Consejo del Empleo. “Todos los ministerio de enfocaron en propiciar la generación del empleo”, expresó.

Sobre la situación previsional, destacó la moratoria que permitió a miles de argentinos obtener una jubilación para quienes no cuentan con los años de aporte necesarios; como también los aumentos y los refuerzos en los haberes mínimos que hicieron que “superen a la inflación en 12 puntos porcentuales”.

También hizo referencia a las asignaciones sociales para los sectores más vulnerables. “La mejor política social es crear trabajo, pero también sabemos que hay situaciones y necesidades impostergables, y el Estado debe estar presente para dar una respuesta. No vamos a dejar solo a ningún compatriota que esté pasando un momento difícil. Evita tuvo razón al decir que dónde hay una necesidad nace un derecho”, explayó.

DERECHOS HUMANOS

En el año en que el país cumple 40 años de democracia, el jefe de Estado resaltó en su discurso que “los derechos humanos son para nosotros bandera y guía”.

Sobre eso, remarcó  el impulso de los juicios “que involucren responsabilidad empresarial en la violación de los derechos humanos, en el secuestro y desaparición forzada de trabajadoras y trabajadores”; y la necesidad de reconocer al Museo de la ESMA como Patrimonio de la Humanidad UNESCO.

“Los argentinos y las argentinas sabemos aprender de nuestra historia, tenemos esa marca distintiva: la reflexión, la mirada del Nunca Más, que hoy gracias al arte de nuestro cine llega a las pantallas de todo el mundo”, agregó en relación a la película “Argentina, 1985”.

SALUD

La salud de argentinos y argentinas ha vuelto a ser una prioridad para el Estado”, expresó el mandatario en su discurso, para resaltar la reconversión de la Secretaría de Salud dándole de nuevo el estatus de Ministerio.

Además de lo hecho durante la pandemia, destacó que en 2021 la tasa de mortalidad infantil alcanzó “el índice más bajo de la historia”; y el impulso de estrategias para abordar la salud mental “desde una perspectiva de derechos humanos, género, diversidades y con una mirada comunitaria”. También resaltó la asistencia brindada a través de PAMI a los adultos mayores.

EDUCACIÓN

Sobre esta materia, Alberto Fernández afirmó que ocupa “un lugar de privilegio en nuestras políticas”. En ese sentido, mencionó la creación del programa para incluir una hora más de clase por día para recuperar los contenidos retrasados por la pandemia; y la entrega de computadoras y servicio de internet en todas las escuelas para garantizar  “cobertura y conectividad a más de 7 millones de estudiantes”.

En cuanto a las Becas Progresar, destacó que ya son 1,7 millón becarias y becarios los beneficiarios, mientras que con las Becas Belgrano apuntan a llegar a 1,6 millones para 2023.

La educación es el cimiento de todo proyecto de país. Cuando quieran ver por dónde o hacia dónde va un gobierno, miren la política educativa”, remarcó el presidente.

Con respecto a las universidades, sostuvo que “debena ser para todos y todas”. “Nosotros queremos asegurar que cada día sea más fácil acceder a la educación universitaria”, expresó, y agregó que “la universidad debe acercarse al alumno que quiere estudiar” para pedir al Congreso que apruebe la creación de nuevas casas de estudio.

FEDERALISMO Y COPARTICIPACIÓN

En su discurso, el presidente también hizo referencia a la importancia del federalismo. “Para nosotros es una dimensión incorporada desde todas las jurisdicciones. Tengo el orgullo de ser el presidente que más recorrió nuestro país”, remarcó.

Al respecto, se refirió a las disputas entre la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires por la coparticipación, que “hicieron evidente cuál es el bloque de intereses tradicionales que pretenden consolidar las enormes asimetrías que aún existen en la Argentina”.

“Mientras que muchas provincias necesitan realizar obras que permiten asegurar servicios tan esenciales como el agua potable para sus habitantes, la Corte Suprema de Justicia aseguró cautelar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos coparticipables que no le corresponden”, criticó.

En ese sentido, sentenció que “no puedo ser indiferente al ver las asimetrías que separan a esta maravillosa ciudad de rincones de la patria en donde se postergan los sueños de argentinos y argentinas que parecen condenados al olvido”.

Nosotros éticamente estamos obligados a poner fin a tanta desigualdad y sacar de la postergación a quienes han quedado sumergidos en la pobreza por imperio de políticas que concentran la riqueza con este criterio centralista que tanto rechazo genera en el interior”, agregó.

CRÍTICAS A LA JUSTICIA

A lo largo de toda su presentación en el Congreso, Albert Fernández apuntó contra el Poder Judicial, frente a la presencia de los miembros de la Corte Suprema Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.

Por un lado, aseveró que “el personal de inteligencia del Estado ya no se vincula con los jueces”, al destacar que “no hay escuchas ni intromisiones en la privacidad de ningún ciudadano” y que “todos y todas pueden pensar libremente sin temer el acoso del poder estatal”.

“Digo todo esto sabiendo que de nada sirve semejante trabajo si miembros de la Justicia y del Ministerio Público se entrelazan en vínculos poco transparentes con empresarios o emisarios de la política que operan como auténticos factores de poder”, sumó.

En ese sentido, resaltó la necesidad de hacer una reforma judicial, ya que “el Poder Judicial hace tiempo que no cuenta con la confianza pública, no funciona eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos”.

También hizo mención a la situación que se vive en el Consejo de la Magistratura, tildando de “gravedad institucional” que la Justicia se “entrometa” en las designaciones de los representantes del Congreso.

Tras esto, apuntó contra los miembros de la Corte Suprema y el pedido de juicio político. Sobre esto, adelantó que será la Cámara de Diputados la que “decidirá si los acusa ante el Senado”.

Pese a eso, aseveró que “no hay ningún ataque ni embestida contra la Justicia” ni una “descalificación” al Poder Judicial, sino que solicitó que “se revise con todas las garantías y en las instancias que corresponde el desempeño de los magistrados que conforman la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.

También hubo un apartado para la oposición, al remarcar que su pedido es “en defensa del Estado”, y que no es su Gobierno en el “atenta contra la Constitución”. “No pretendan ahora dar lecciones de institucionalidad y fervor democrático. Solo quiero dejar en claro quien respeta la República y quién no”, criticó.

“Nosotros no designamos jueces integrantes de la Corte Suprema por decreto. Tampoco tergiversamos leyes mediante decretos reglamentarios para que nuestros parientes puedan blanquear dinero. Nosotros no trasladamos jueces e integramos Cámaras para incidir en causas en las que se persiguen políticos opositores. No son nuestros funcionarios los que se profugan de la Justicia alegando persecuciones”, agregó.

LA PROSCRIPCIÓN DE CRISTINA

Seguido de sus críticas contra el Poder Judicial, Alberto Fernández hizo hincapié en la condena a la vicepresidenta en la causa Vialidad, en la que fue sentenciada a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida.

Si bien aún no está firme, el presidente señaló que “hace unos meses esta organización coronó su actuación con una condena en primera instancia” tras “simular un juicio en el que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso y se formularon imputaciones que rayan con el absurdo jurídico buscando su inhabilitación política”.

“Cualquier estudioso del derecho penal se asombraría ante semejante retroceso. Al derecho penal liberal, nacido al amparo de la Revolución Francesa y que evolucionó con la mejor dogmática en el derecho continental, le repugnaría observar semejantes conclusiones”, agregó.

Al respecto, pidió que “todos reflexionemos en torno a lo que aquí he dicho”, y solicitó a los tribunales que “aún tienen tiempo de reponer el imperio del derecho y acabar con tantas tropelías cometidas invocando a la Justicia”.

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