Leyendo:
Una vez más: es la política, estúpidos
Artículo Completo 4 minutos de lectura

Una vez más: es la política, estúpidos

Por Gustavo Sylvestre

La gravedad de la situación económica, requiere un urgente acuerdo de la dirigencia política. Como hicieron Duhalde y Alfonsín durante la crisis del 2002, hay que establecer acuerdos básicos que mejoren la vida de la gente.

Para ocho de cada diez argentinos, el principal problema es la InflaciónA uno de cada dos, no le sobra dinero después de pagar sus gastos esenciales.

Inflación y grieta: las verdaderas preocupaciones de la gente

La pérdida salarial sigue su marcha, mientras los empresarios no respetan los acuerdos alcanzados con el Gobierno para mantener la pauta de aumentos permitidos en Precios Justos. Y sus ganancias siguen en alza.

Una operadora de Bolsa, Max Capital, le dice a sus clientes que el Gobierno anunciará una devaluación del 50% (apenas un rumor, nunca anunciada ni prevista), aumentando la incertidumbre económica, para luego culpar a «un empleado irresponsable» del rumor. El daño ya está hecho.

Tres importantes figuras económicas de Juntos por el Cambio fueron denunciadas por el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, por ir a pedirle a ese organismo que no dé más financiamiento al país.

Un integrante de la Suprema Corte de Justicia denunció a los otros tres de cambiar funcionarios al margen de la ley y de cercenar el derecho a la información por documentos requeridos por la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados.

¿Y la política, que debería dar respuestas a todos estos puntos antes enumerados? Envueltos todos en sus luchas palaciegas, bailando alegremente sobre la cubierta del Titanic, alejados de la realidad cotidiana de los argentinos. Todos y todas.

Durante la campaña por la reelección del presidente norteamericano Bill Clinton, uno de sus asesores hizo famosa la frase: «Es la economía, estúpido», que había dejado sobre el escritorio de Clinton para hacerle recordar diariamente que ese era el problema de los norteamericanos.

El tiempo de los consensos

En esta argentina electoral, con crecimiento económico, pero donde el sueldo no alcanza; de desempleo a la baja, pero con sueldos que no le ganan a la inflación, todavía de alto consumo, (contradicciones argentinas); a nuestros dirigentes deberíamos recordarle que «Es la política, estúpidos».

Es la política la que debe dar soluciones a los problemas económicos. Es la política la que debe «mandar» sobre la economía, como siempre recordaba el ex Presidente Néstor Kirchner y, tardíamente, entendió Raúl Alfonsín.

Hoy más que nunca, se hace necesario un mínimo acuerdo político. Pero el diálogo es inexistente. Entre dirigentes de distintos sectores y, lo que es más grave aún, entre dirigentes de los mismos espacios políticos.

El apostar a «que se pudra todo» para ver si se puede llegar más rápido al poder y así llevar adelante el ajuste como única solución, es sencillamente suicida y altamente irresponsable. Deberían saber esos dirigentes que la Argentina NO tolera un “ajustazo” salvaje como pronostican algunos; o dinamitar todo, como alegremente prometen otros.

En su reciente libro, donde cuenta la experiencia que le tocó vivir como ministro de Economía de Duhalde, el economista Jorge Remes Lenicov recordaba lo útil que había sido un acuerdo político que se dio en ese momento, entre Duhalde y Alfonsín.

Recuerda Remes Lenicov: «Cuando acepté ser ministro, Duhalde me dijo: ‘Venite mañana a casa (era domingo) que viene el Dr. Alfonsín’. Cuando llegué, efectivamente estaba el expresidente acompañado de quien había sido su ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille. Nos sentamos. Yo conté las primeras medidas que había que tomar en forma urgente para apaciguar la crisis y salir de la convertibilidad, y cuando terminé, Alfonsín le preguntó a Sourrouille: ‘¿Juan, está de acuerdo?’. Respondió que sí, y los cuatro nos dimos la mano y acompañaron un gobierno de coalición que después, con Lavagna, terminó poniendo a la Argentina en el rumbo correcto.»

Acuerdo Político. Diálogo. Búsqueda de consensos. A 40 años de la democracia en nuestro país, la dirigencia toda, debe reaccionar.

Honrar su compromiso con sus votantes. Dejarse de mirar el ombligo, y mirar de cara a la sociedad, para empezar a actuar responsablemente. Antes de que sea demasiado tarde.

Ingresa las palabras claves y pulsa enter.