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Europa quiere atraer el voto joven con la ayuda de Taylor Swift
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Europa quiere atraer el voto joven con la ayuda de Taylor Swift

Por Alexis Chaves (*)

El Parlamento Europeo plantea una creciente discusión para el presente de este año 2024: la búsqueda “insaciable” por motivar la participación de los jóvenes en las cuestiones de la vida política de los países que la componen.

Por tal motivo estamos asistiendo a una marcada tendencia de la Comisión Europea, en intentar atraer a un importante sector del votante juvenil para que se acerque y se involucre en la emisión del voto en las próximas contiendas electorales que tendrán lugar en varios países de la Comunidad a partir de la mitad del año en adelante.

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¿Cómo lo están llevando adelante? Fomentando la participación de este sector clave de diferentes maneras: se plantea una de las ideas con la incorporación de temáticas con espacios para mesas redondas incluyendo así, diálogos políticos, llegando a través de plataformas digitales de intercambio con organizaciones juveniles.

Pero también se está pensando en actualizar el marco de calidad para las prácticas profesionales de los más jóvenes, con el propósito de que sepan cómo se establece una remuneración justa para ellos, sumado a la posibilidad de acceder a las prestaciones y a la protección social que irán necesitando para la vida adulta en comunidad.

No obstante, subyace ante los atentos ojos de los parlamentarios y ya sobre la mesa del debate, la gran apatía o directamente la indiferencia marcada de este estamento social sobre los asuntos públicos y las agendas políticas que emergen desde los gobiernos.
En datos concretos, se pudo determinar que la participación juvenil en las elecciones al Parlamento Europeo viene cayendo – con matices en cada país, obviamente.

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Por ejemplo, en el año 2019, fue del 50,66%, siendo de las pocas o nulas oportunidades que traspasó el 50%, desde los años 90.
Tomando nota de la marcada tendencia y no menor a la cuestión, es lo que determinaron a propósito Alemania, Austria, Bélgica y Malta, permitiendo votar desde ahora, a los mayores de 16 años, y poder así comprobar que pueden subir ese porcentaje de baja concurrencia a las urnas y comprendiendo la necesidad de contar con la ayuda de lo que venimos describiendo: subirles el grado de motivación.

Siendo así y de manera directa, surgió la idea de convocar a renombrados artistas para que a través de su influencia se viralice la relevancia de la participación electoral y su importancia en el cambio político y cultural.

Uno de los ejemplos más paradigmáticos es la convocatoria a la cantante Taylor Swift, para que lleve su gira “Eras Tour” a Europa y de esta manera tener la oportunidad de pregonar su posicionamiento en favor de la vinculación de los jóvenes con la política. Recordemos que Taylor había ella misma convocado a los jóvenes en Estados Unidos de América a registrarse y votar en distintos procesos electorales en los últimos años.

¡Y resultó positivamente!

Dato: el año pasado la fenomenal mujer y su equipo, convocaron a casi 300 millones de seguidores a registrarse para votar; lo que redundó en que un día después, las autoridades electorales de EEUU, ratificaron que miles de jóvenes se inscribieron, lo que denota que el efecto buscado fue positivo.

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Debemos preguntarnos si no son las demandas insatisfechas de las diferentes tribus urbanas que habitan la democracia las que fragmentan el electorado y desincentivan el voto.

Posiblemente ya no existan grandes relatos que logren ser canalizados por los partidos políticos; ni líderes que logren sintetizar los reclamos, lo que desemboca en una falta de representación y ese desafío mayúsculo no puede ser reemplazado por el marketing
También es posible que el auge de las aplicaciones, y de las redes sociales que invaden los ordenadores y los smartphones, hayan provocado un cambio de paradigma que simplemente tienda a dejar que los que se ocupen de las cuestiones diarias de las políticas públicas sean solo una CASTA que hagan su trabajo y deje la libertad de participar o no a cualquier sector de la sociedad de este mundo frenético e hiperconectado en el cual nos toca vivir.

(*) Politólogo y analista parlamentario

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