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Vivir en modo Netflix
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Vivir en modo Netflix

Por Lalo Zanoni

Vivimos en “Modo Netflix”. ¿Qué significa? Que ahora los hechos de la realidad son pensados y producidos por los protagonistas como contenidos. Y consumidos por las audiencias como si fueran capítulos de series y por fuera de los medios tradicionales.

Este nuevo modo cambia radicalmente el circuito tradicional de la información tal como lo conocemos. Por el éxito de las plataformas de streaming tipo Netflix, HBO Max, Disney+, etc., ahora vemos contenidos de manera flexible y on demand. En los últimos años, millones de personas en todo el mundo modificamos la manera de ver ficción (series, películas, documentales). Pero ahora también cambiamos nuestra manera de enterarnos de las noticias y los hechos de la realidad. La enorme mayoría de la gente se enteró de la muerte de Maradona por WhatsApp y redes sociales.

Este es el Modo Netflix (MN) que nos atraviesa en la actualidad. Shakira produjo su canción sobre Piqué no para ser escuchada, sino para ser consumida y compartida en las redes sociales.

Ejemplos hay de sobra porque el MN se puede aplicar a todas las noticias que logren impactar y atraer la atención de las audiencias. El copa de la selección Argentina en Qatar, la foto en Olivos durante la pandemia, el Wanda Gate, el intento de asesinato a CFK o el crimen de Fernando Báez Sosa.

Producción + emisión + consumo. Todo en MN.

Ahora los “casos” se siguen al igual que una serie: en capítulos, por distintos medios y formatos. Y, según el caso, en distintas temporadas. Se “maratonean” durante horas, por ejemplo, contenidos sobre Messi y la Scaloneta.

Y todo se hace en las redes. Lo que años antes en los medios tradicionales eran nombres de “casos” (María Soledad, Cabezas, García Belsunce, etc.) ahora son hashtags en las redes (como #LaFoto, para la fiesta clandestina de Olivos).

La figura del periodista como mediador entre los hechos y la audiencia ya carece de sentido. Nos enteramos de todo sin intermediarios. El ex ministro de economía Martín Guzmán renunció desde su twitter. Para los medios tradicionales solo hay una opción: ir detrás de la noticia informando las novedades que los protagonistas deciden publicar en sus redes y el contenido relevante (viral) que los usuarios generan en formato de meme, tuit, story o video de TikTok, el “user generated content” (UGC). Ya sea CFK desde su twitter, un meme anónimo o una story en instagram de la ex de Rodrigo de Paul.

De esta manera, la realidad se mezcla con la ficción como nunca antes. No se sabe (ni importa) si un contenido es “espontáneo”, “real” o “verdadero” o si está generado ad hoc para ser publicado en redes. Pasa con los famosos y con los políticos que ya ocupan los medios porque a su vez también son celebrities (Juliana Awada, la nueva novia de Larreta, el casamiento de Jorge Macri y Belen Ludueña, etc). Todo contenido está producido y publicado por asesores.

¿Y qué ocurre con este MN en el mundo de las marcas? La mayoría de las empresas se siguen manejando bajo el paradigma tradicional de la comunicación, la publicidad y el PR que dominó el siglo pasado. Es decir: mensaje, emisor, medios, receptor. Pero este esquema está obsoleto. Ahora rige el circuito que propone el MN. Los usuarios en sus redes instalan temas que dominan las agendas y por eso se generan fuertes crisis de reputación online que son muy complejas de gestionar para las marcas, los gobiernos o personas particulares.

El año pasado el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, se refirió a los argumentos del fiscal en contra de CFK en la causa por corrupción en vialidad: “Es delirante lo que están haciendo. Vamos a asistir a una especie de serie televisiva de 60 capítulos donde se nota demasiado el guion, el coaching, en vivo, en un juicio oral y público como marca la ley. Esto es una serie trucha de Netflix”.

Mena entendió cómo se construye la realidad. El Modo Netflix (MN) recién empieza. Compren pochoclos.

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