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Vacaciones en el Fin del Mundo: Tierra del Fuego, un mundo sin fin
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Vacaciones en el Fin del Mundo: Tierra del Fuego, un mundo sin fin

En verano, la provincia argentina más austral tiene 18 horas de luz por día, el sol se esconde pasadas las 10 de la noche, invitando a explorar los fascinantes escenarios de la isla: bosques de lengas y ñires, grandes lagos, el Canal Beagle, las costas del mar Atlántico, estepas doradas y profundos valles rodeados por los Andes fueguinos. Por eso, un solo viaje no alcanza para conocerla en toda su plenitud.

Conocer Tierra del Fuego es llegar al fin del mundo… pero al principio de todo. Tierra de leyendas, fantasías y aventuras, resulta una atracción inevitable para quienes desean llegar al final del mapa y al comienzo de la aventura.

Forma parte de la región patagónica argentina, parte integral del corredor turístico austral que seduce a infinidad de visitantes de los más variados orígenes. Allí existen pequeños poblados y ciudades que ofrecen un sinnúmero de actividades para disfrutar.

Teniendo en cuenta la época del año y para sentir la vida al aire libre, el turismo aventura fueguino brinda la posibilidad de explorar a pura adrenalina realizando excursiones off-road, en kayak o canoa, sobrevuelos en helicóptero y avionetas, trekking, packrafting, buceo y cabalgatas. Para aquellos que buscan descanso, este destino invita a la contemplación del paisaje con sus grandes extensiones de espacios naturales, fauna y flora.

Su capital, Ushuaia, reúne todas las características necesarias para ser catalogada como uno de los principales destinos turísticos del país. Cuando se navega por el mítico Canal Beagle surcando con tranquilidad las entrañas de ese lago que es un cielo invertido, se visualiza de cerca la belleza del faro Les Eclaireurs. Estar en contacto con la naturaleza, la geografía, conocer su historia, dejarse sorprender por su flora y fauna es sinónimo de magia.

Al llegar a la isla Martillo, los viajeros cumplen su sueño y se enamoran cuando los ven por primera vez: cientos de pingüinos Magallánicos y, ocasionalmente, algunos pingüinos Papúa a lo largo de la costa. En la isla H o Karelo, se efectúa un breve descenso para recorrer un sendero interpretativo, desde donde se puede obtener una vista de 360° del Canal y una excelente panorámica de Ushuaia con las montañas de fondo. Vivir la aventura a través de guías locales al explorar la colonia de pingüinos es descubrir la esencia del Fin del Mundo.

Uno de los lugares preferidos para visitar es el Parque Nacional (PN) Tierra del Fuego, al sur de la ciudad, así como las laderas de los cerros que conforman la «cola» de la cordillera de los Andes y sus valles. Con una superficie de 68.909 hectáreas, esta reserva protegida asombra con sus paisajes de montañas nevadas, sus bosques de lengas, cohiues, notros y canelos cambian totalmente su vegetación pasando del gris cubierto de nieve al verde florido de primavera hasta un abanico de colores en verano, el bellísimo lago Roca (actual lago Acigami), y la franja costera que bordea el sector oeste del Canal.

Dentro del parque está permitido realizar senderismo para ver los paisajes en su máximo esplendor, camping, pesca con mosca y canotaje. Las tranquilas aguas de la Bahía Lapataia son ideales para navegar en canoas, remando entre cormoranes, petreles, albatros y otras especies de aves marinas.

Existe otra manera de ingresar al parque que llama la atención tanto de los adultos como de los niños: subirse a un tren a vapor que recrea el trayecto que realizaban los presos de la cárcel de Ushuaia para suplir de madera al pueblo. El recorrido comienza en el Valle del Río Pipo y culmina en los lindes del Parque Nacional.

El trekking es una actividad en constante crecimiento en Tierra del Fuego. Para los más entrenados –y no tan pequeños– un paseo tradicional es el que lleva a la Laguna Esmeralda, una de las perlas de Ushuaia rodeada por el Glaciar Ojo de Albino, las Torres y el Cordón Toribio, a la que se llega desde la zona de los valles tras una caminata de unos 9 kilómetros, en la cual se puede presenciar cómo los castores construyen diques y represas. Siempre es mejor realizar estas excursiones con un guía experimentado para conocer lo mejor de la fauna, flora e historia del lugar.

En el corazón del Fin del Mundo se encuentra Tolhuin, a medio camino entre Ushuaia y Río Grande, en la cabecera oriental del imponente Lago Fagnano, esta pequeña ciudad ofrece al visitante un entorno apacible donde disfrutar de la naturaleza. Este lugar dotado de un tranquilo encanto natural, es una buena alternativa para aquellos que quieran conocer otras facetas del fin del mundo.

Hacia el norte, un sorprendente contraste de paisajes se despliegan ante el observador de aves en el archipiélago fueguino. En la estepa y la zona costera de la isla podrás descubrir una variedad de aves marinas y migratorias. Además Cabo San Pablo y el Cabo Domingo son excelentes lugares para los que gustan de caminar junto al mar, sentir el viento del sur y escuchar a las aves marinas.

La pesca deportiva invita a recorrer los ríos y lagos del norte de Tierra del Fuego, donde se ofrecen excelentes ejemplares de trucha, junto con la posibilidad de alojarse en los lodges y estancias de la zona.
Con sus largos días de luz y su naturaleza indómita, Tierra del Fuego te invita a descubrir, admirar y regresar para vivir más experiencias emocionantes en el fin del mundo.

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