Fabio Lacerda, representante de Dragonpass en Sudamérica, habla sobre el crecimiento de la empresa que está revolucionando la experiencia de viaje en aeropuertos. Beneficios exclusivos, nuevos hábitos postpandemia y una mirada estratégica sobre el futuro del viajero moderno.
Viajar ya no se trata solo de llegar a destino. En un mundo donde la experiencia lo es todo, Dragonpass se posiciona como un aliado clave para transformar cada escala o espera en un momento de confort, eficiencia y disfrute. Con presencia global y una red de beneficios cada vez más amplia, la empresa apunta a consolidarse en el mercado sudamericano, donde los pasajeros están empezando a valorar la posibilidad de sumar valor a cada etapa del viaje.
En diálogo con Newsweek Argentina, Fabio Lacerda —su representante en la región— comparte su visión sobre cómo evoluciona la industria, qué buscan hoy los viajeros y por qué acceder a una sala VIP o a un “fast track” (pase rápido) ya no es exclusivo de los ejecutivos de alto perfil, sino una opción accesible y al alcance de más personas.
EMPRESA EN EXPANSIÓN
Para quienes aún no conocen Dragonpass, ¿cuál es su historia y cómo definirías la propuesta de valor de la empresa?
Todo empezó en Asia, la empresa se fundó allí en el 2005. Ya con bases sólidas comenzó un plan de expansión y, en 2018, Dragonpass aterrizó en Brasil para abrir la primera oficina en Latinoamérica con el único objetivo de desarrollar la región. Somos una empresa de tecnología que busca dar soluciones a los viajeros.
Con un contrato firmado para trabajar en la Latinoamérica, rápidamente empezamos a trabajar con Visa para aumentar nuestra cobertura: reclutando salones VIP, reclutando restaurantes para tener más estructura, tiendas, servicios de “fast track”, una cobertura amplia e integral que agrupamos en una plataforma digital para ofrecer a los viajeros.
En la región nuestro primer cliente Dragonpass fue Visa, la operadora de tarjetas, y lanzamos juntos una solución digital para todos los clientes. Y seguimos trabajando para tener todas las tarjetas posibles.
¿Cuáles fueron algunos desafíos que debieron superar para expandirse en Sudamérica?
El inicio fue difícil, se hizo un trabajo de hormiga. Nos tomó varios años para poder cerrar convenios con diferentes los operadores de salones VIP más importantes de Buenos Aires, San Pablo o Río de Janeiro. Necesitábamos empezar con los aeropuertos más relevantes. Después de varios años y con la evolución de la aplicación de Dragonpass, ahora nosotros recibimos las llamadas de operadores interesados para participar.
¿Qué particularidades tiene el mercado sudamericano respecto al uso de salones VIP y beneficios asociados a los viajes?
Nuestro mercado difiere mucho del asiático. Desde el primer momento supimos que teníamos que tener la cara de Latinoamérica, saber interpretar la importancia de lo local en cada detalle de nuestra cobertura. Por ejemplo, si se quiere tener alguna cobertura en Brasil, tenemos que tener algo muy brasileño. Siempre priorizamos las tradiciones y costumbres de cada país en donde estamos presentes. Algo que quizás al mercado asiático le costó comprender de los requisitos del viajero brasileño era lo importante que es aquí la protección a las valijas. Es algo muy específico que en otros lugares del mundo no comprenden las razones de esta necesidad. En Argentina vimos la necesidad de incluir un comercio de alfajores y dulce de leche, mientras que en Lima pasó con un comercio de ropa de alpaca.
TENDENCIAS EN VIAJES Y VIAJEROS
¿Qué perfil de viajero es el que más utiliza los servicios de Dragonpass en la región?
Justamente es algo en lo que Dragonpass está intentando cambiar y traer novedades. En Argentina, también como en Brasil, miramos las tendencias de Europa o Asia y siempre llegan algunos años más tarde. Pero nosotros creemos que tenemos un segmento grande y pasajeros suficientes para crear nuestra propia tendencia. Actualmente, el perfil se compone de clientes que participan en programas específicos del segmento de tarjetas de crédito, programas de fidelidad o programas de recompensas.
El pasajero bien informado conoce sus beneficios y los aprovecha al máximo.
¿Cuáles son tal vez los servicios que no pueden faltar para el cliente latinoamericano?
Actualmente lo que más busca el viajero de la región son los salones VIP, ese espacio para relajar, un Wi-Fi seguro, comida. Sin embargo, esto es algo que estamos intentando cambiar, por eso estamos desarrollando alianzas para darles más opciones. Queremos que la visita se pueda utilizar en un restaurante, un spa, o hasta en un “fast track”. Nuestro objetivo es que el pasajero que está viajando pueda decidir lo que es mejor para él en ese día y en ese momento.
Todavía tanto en Argentina como en Brasil, es glamuroso tener acceso a un salón VIP. Da cierto posicionamiento o prestigio.
¿Cómo influye la tecnología en la mejora de la experiencia del viajero en aeropuertos?
Somos una solución digital. Antes era más habitual que el pasajero acceda a un salón con su tarjeta física. Era necesario tenerla en la mano para poder usar el servicio y si uno se la olvidaba, no entraba. Pero ahora el apoyo digital es un requisito casi obligatorio. La mayoría de los aeropuertos importantes ya ofrece tarjetas de embarque digitales en su celular o acceso con su pasaporte biométrico, pudiendo hacer su check-in solamente con una máquina sin hablar con un ser humano. Con esta modernización del proceso era una cuestión de tiempo que se pueda acceder a un salón gracias a un soporte digital.
El avance de la tecnología es incuestionable. Quien tenga una tarjeta elegible puede bajarse la aplicación y fácilmente se registra. Dentro de la misma plataforma se accede a diversas opciones y no solamente a un salón. Igualmente nuestro sistema puede integrarse con el sistema de nuestro partner.
¿Tienen buena aceptación?
Mucha. El caso de éxito más conocido es Visa. Fue un cambio muy importante para los bancos emisores. En América Latina, la mayoría de los bancos emisores son los responsables para subvencionar los accesos a los salones VIP. El banco subvenciona a tu tarjeta. Nosotros les brindamos una solución digital, fácil y con todos los beneficios.
ALIANZAS Y PRESENCIA REGIONAL
¿Qué alianzas estratégicas tienen actualmente en América Latina?
En Argentina tenemos como el 95% de los bancos que utilizan la aplicación de Visa para subvencionar sus tarjetas, siempre el segmento más alto como puede ser los socios de Visa Signature. Con Visa tenemos presencia por toda América Latina. Pero por ejemplo en Brasil tenemos otros clientes diferenciados como la aerolínea Gol y ahora en Argentina también les estamos desarrollando un programa de fidelidad para que a través de nuestra tecnología puedan ofrecer acceso a sus salones. Por ejemplo, es la primera vez que se puede cambiar millas o puntos por acceso a un salón VIP.
¿Planean ampliar su red de salas VIP o servicios asociados en Sudamérica en el corto plazo?
Además de instituciones financieras, ya estamos trabajando en alianzas con compañías aéreas y cualquier programa de fidelidad existente donde hayan puntos posibles para resguardar como puede ser con hoteles o alquiler de autos. Entonces, en el corto plazo y con asociaciones nuevas, el objetivo es ampliar las redes de servicios de Salas Vip. Decimos que nuestra cobertura de salas VIP es orgánica porque siempre hay una nueva sala que llega, alguna sala que se renueva, por lo que nuestra Lista de Salas, así como nuevos aeropuertos, nuevos destinos, solo crece.
¿Qué tipo de beneficios exclusivos pueden disfrutar los usuarios en Argentina y en el resto de la región?
Especialmente en Latinoamérica me gusta decir que estamos democratizando la exclusividad. En Guarulhos tenemos más de 20 salones dentro del aeropuerto. ¡Nunca tuvimos tantos salones! Pero lo interesante es que ahora también tenemos presencial en aeropuertos más pequeños o domésticos que nunca tuvieron un salón. Estamos ampliando nuestra cobertura como un todo. Las salas VIP son solo uno de nuestros productos. Ya contamos con restaurantes, transporte, spas y fast track. Pronto tendremos mucho más.
Con una mirada optimista, Lacerda destaca que la clave del futuro está en ofrecer experiencias personalizadas, ágiles y sostenibles. “Queremos que nuestros usuarios sientan que aprovecharon al máximo su tiempo, incluso dentro del aeropuerto. No se trata de lujo, sino de bienestar e inteligencia al viajar”, resume. Y en tiempos donde la eficiencia es el nuevo lujo, Dragonpass parece haber entendido hacia dónde va el deseo del nuevo viajero global.