A medida que más usuarios recurren a ChatGPT en busca de apoyo emocional, los expertos evalúan su potencial para reformular la atención de la salud mental. Expertos en psicología y tecnología analizan si la IA tiene la capacidad de reemplazar a los terapeutas en un futuro cercano.
Por Carine Harb, de Newseek internacional
La creciente dependencia de ChatGPT para el apoyo en materia de salud mental está transformando la forma en que las personas enfrentan sus conflictos emocionales.
Actualmente hay una tendencia en auge en redes sociales, en particular en TikTok, que consiste en que las personas utilizan la inteligencia artificial como herramienta terapéutica. Describen y comparten sus pensamientos con el chatbot y, generalmente, se sorprenden por la aparente perspicacia y la inteligencia emocional en las respuestas.
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Si bien las plataformas impulsadas por IA como ChatGPT pueden ofrecer asistencia inmediata las 24 horas del día, lo que las hace convenientes y económicas para la atención de la salud mental, su uso en este campo plantea desafíos éticos, como la precisión de sus respuestas, preocupación sobre la privacidad de los datos y el riesgo de que los usuarios se vuelvan demasiado dependientes de la IA.
Newsweek pidió a expertos en psicología y tecnología que analizaran si la IA tiene la capacidad de reemplazar a los terapeutas en un futuro cercano.
UN PAPEL SECUNDARIO
Daniel Lowd, profesor de Ciencias de la Computación e Información de la Universidad de Oregón, declaró que la IA podría ayudar a cubrir las necesidades de terapia disponibles. “Las personas han encontrado consuelo al hablar con la IA desde el chatbot ELIZA, hace 60 años. También encuentran apoyo para la salud mental a través del ´journaling´ (escritura de un diario), el ejercicio, el rezo, hablar con amigos de confianza y leer libros de autoayuda. Aunque nada de eso reemplaza a un buen terapeuta, es difícil encontrar buenos. Las agendas son acotadas, los costos pueden ser altos y un terapeuta ideal para una persona puede ser totalmente inadecuado para otra. Así que si las personas pueden encontrar apoyo y perspectiva hablando con ChatGPT o el chatbot, me parece maravilloso”.
El Dr. Pim Cuijpers, profesor emérito del Departamento de Psicología Clínica, Neurológica y del Desarrollo de la Universidad Libre de Ámsterdam, cree que la IA transformará la atención de la salud mental, pero no reemplazará a los humanos. “No creo que la IA sustituya a los terapeutas. Siempre habrá necesidad de apoyo y terapia humana, y esa necesidad es tan grande que el número de terapeutas no disminuirá gracias a la IA”, afirmó. “Tuvimos este debate en los Países Bajos hace 20 años, cuando se publicaron los primeros resultados de nuestras intervenciones digitales (no basadas en IA), que demostraron que eran tan eficaces como los tratamientos presenciales. Y aunque las herramientas digitales se han incorporado a la práctica habitual, no han tenido ningún impacto en el número de terapeutas”, agregó.
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“Pero la IA transformará la atención de la salud mental. Para algunas personas, un terapeuta con IA será suficiente (incluso preferible a los terapeutas humanos), pero para muchas no lo será. Sin embargo, la IA tendrá un impacto muy diverso”, explicó Cujipers.
“Se están realizando investigaciones para examinar qué paciente se beneficiará de qué tipo de tratamiento, mediante aprendizaje automático (IA). Existen estudios que utilizan herramientas digitales como complemento a la terapia habitual, como por ejemplo la terapia AVATAR en trastornos psicóticos. Por lo tanto, no, la IA no reemplazará a los terapeutas, pero cambiará y mejorará considerablemente la atención a la salud mental”.
PROCEDA CON PRECAUCIÓN
El Dr. Ben Levinstein, profesor de filosofía en la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, advirtió que es necesario tener precaución con la IA.
“La pregunta de si la IA reemplazará a los terapeutas no es un simple sí o no; se trata más bien de comprender cómo la IA transformará el panorama de la atención de la salud mental. Si bien algunos pacientes seguirán prefiriendo a los terapeutas humanos, valorando la conexión humana, otros podrían preferir los sistemas de IA, al encontrarlos más accesibles y sentirse más cómodos compartiendo sus luchas más profundas sin temor al juicio humano.
El costo drásticamente menor de la terapia con IA, combinado con su disponibilidad constante y la eliminación de las listas de espera, probablemente acelerará este cambio, especialmente a medida que las coberturas médicas reconocen el potencial de mejores resultados y menores gastos. El campo de la salud mental probablemente se desarrollará en múltiples direcciones simultáneamente. Algunas clínicas podrían adoptar enfoques híbridos, donde la IA se encarga de las evaluaciones iniciales y brinda apoyo entre sesiones, mientras que los terapeutas humanos se centran en el trabajo terapéutico principal. Otros servicios podrían estar completamente impulsados por IA, especialmente a medida que estos sistemas se vuelven cada vez más sofisticados en su capacidad para comprender la psicología humana y desarrollar tratamientos. En psiquiatría, si bien la adopción temprana de la IA podría centrarse en casos rutinarios, el avance de los sistemas de IA probablemente superará las capacidades humanas para abordar incluso los desafíos más complejos de diagnóstico y gestión de medicamentos, lo que podría llevar a que la IA se convierta en el principal proveedor de atención psiquiátrica”, sostuvo.
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“Sin embargo, el auge de la terapia con IA también plantea serias preocupaciones. Un problema crítico es la búsqueda frecuente de un terapeuta, donde los pacientes buscan terapeutas que simplemente validen sus puntos de vista existentes en lugar de ofrecer un trabajo terapéutico desafiante pero necesario. Este problema, ya presente con los terapeutas humanos, podría agravarse con la IA, ya que los pacientes podrían cambiar fácilmente entre diferentes modelos de IA hasta encontrar uno que les diga lo que quieren oír. Además, existen complejas cuestiones éticas y legales sobre cómo los sistemas de IA gestionarían situaciones que involucren ideación suicida o requisitos de notificación obligatoria. Si bien estos desafíos no impedirán que la IA revolucione la atención de la salud mental, será necesario abordarlos con cuidado a medida que el campo evolucione”, concluyó Levinstein.
CALIDAD HUMANA
El Dr. Richard Lachman, profesor de producción de medios, director de aprendizaje por zonas y director de investigación y desarrollo de tecnología creativa de la Universidad Metropolitana de Toronto, advirtió que la dependencia de la IA podría perjudicar a las personas vulnerables.
“Los chatbots responderán como terapeutas si se les solicita, sin la supervisión, capacitación o responsabilidad de un consejero humano o incluso de un software especializado y probado. Esta predisposición a abordar temas sin experiencia es una debilidad importante: dan la ilusión de comprensión y competencia mediante una fluidez superficial y un afán conversacional por complacer, perfeccionado mediante el aprendizaje por refuerzo y las respuestas humanas. Ya hemos visto interacciones peligrosas y perjudiciales con personas en crisis a través de chatbots centrados en las relaciones, y a medida que se integren más en nuestro panorama de interacción, esto no hará más que aumentar”.
“La realidad es que los humanos seguirán siendo los mejores terapeutas en el futuro previsible, aunque el chatbot seguirá ofreciendo un acceso gradual a consejeros reales. Es probable que la proliferación de información errónea y desinformación, acelerada por los sistemas de IA, intensifique aún más la necesidad de asesoramiento en salud mental», asegura el doctor Goebel, de la Universidad de Alberta (Foto: vía Newsweek)
“La facilidad de acceso y un costo radicalmente menor también podrían llevar a las organizaciones a financiar chatbots de IA en lugar de involucrarse en los cambios sistémicos a largo plazo necesarios para ofrecer terapeutas humanos calificados, responsables y con ética. Esto probablemente afectará a los jóvenes y a los segmentos vulnerables que podrían no contar con los recursos financieros ni los medios para defenderse”, explicó.
El Dr. Randy Goebel, profesor de informática y profesor adjunto de medicina en la Universidad de Alberta, dijo que los humanos seguirán siendo irremplazables en la atención de la salud mental: “La realidad es que los humanos seguirán siendo los mejores terapeutas en el futuro previsible, aunque el chatbot seguirá ofreciendo un acceso gradual a consejeros reales. Es probable que la proliferación de información errónea y desinformación, acelerada por los sistemas de IA, intensifique aún más la necesidad de asesoramiento en salud mental. Como es habitual, los sistemas público y privado responderán de diferentes maneras, pero no antes de que haya muchas consecuencias negativas”.
El Dr. John Torous, director de psiquiatría digital del Centro Médico Beth Israel Deaconess y profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, coincidió: “La IA no reemplazará a los terapeutas. En las últimas décadas, hemos contado con numerosos libros, CD-ROM, sitios web y aplicaciones excelentes de terapia de autoayuda. No han reemplazado a los terapeutas. La IA puede hacer muchas cosas maravillosas, pero las personas desean conectar con otras personas para recibir terapia. Sin embargo, la IA contribuirá a mejorar la terapia, haciéndola efectiva e impactante. Pero usar IA no significa que cualquiera pueda ejercer como terapeuta”.
