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Desde que Elon Musk compró Twitter se multiplicó la cantidad de cuentas falsas
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Desde que Elon Musk compró Twitter se multiplicó la cantidad de cuentas falsas

El Gobierno de los EEUU está siguiendo con preocupación la situación de Twitter, la red social que fue adquirida recientemente por el magnate Elon Musk, por US$ 44.000 millones con el objetivo de “garantizar la libertad de expresión”.

Una de las mayores críticas del millonario a la plataforma, primero como usuario y luego como potencial comprador, era la cantidad de cuentas falsas o “bot” que declaraba la empresa. Oficialmente se sostenía que representaban un 5% de los perfiles, pero Musk aseguraba que el número era mucho mayor y llegó al control de la compañía prometiendo una limpieza.

Pero el efecto inicial parece haber sido el contrario: el número de cuentas falsas se multiplicó de manera significativa en las últimas semanas, al punto que el Gobierno de Joe Biden debió lanzar una advertencia y tuvo que renunciar la jefa de Seguridad de Twitter, Lea Kissner.

«He tomado la difícil decisión de abandonar Twitter», publicó Kissner la ahora exejecutiva de la red social en su cuenta, luego de que fracasara el primer intento del nuevo propietario por reformular su política de cuentas verificadas: esta semana introdujo un sello de “oficial” en algunas cuentas, y a las pocas horas lo eliminó explicando que no funcionaba bien y anticipando que en las próximas semanas habría muchas otras pruebas de “ensayo y error”.

Esa etiquete se enmarcaba en el relanzamiento de Twitter Blue, el servicio de suscripción paga, que ahora cuesta US$ 7,99 por mes y otorga la famosa tilde azul a las cuentas verificadas. La insignia que probó -el “oficial, en color gris- era para cuentas de alto perfil, pero al dar marcha atrás dejó de ser un valor agregado para klos suscriptores dispuestos a pagar

Pero, al mismo tiempo, generó una oleada de cuentas falsas de usuarios que se hicieron pasar por celebridades (como Lebron James o Tony Blair), aprovechando su tilde azul por sólo US$ 7,99. Estas situaciones se viralizaron rápidamente, generando fuertes críticas.

De hecho, como se señalaba, el problema escaló y la Comisión Federal de Comercio (FTC) emitió una advertencia en la que indica que Twitter ha sido puesto bajo vigilancia por incumplimientos de seguridad y privacidad. “Estamos siguiendo los recientes acontecimientos en Twitter con profunda preocupación», informaron desde la FTC, y enfatiza: “Ningún director general o empresa está por encima de la ley, y las empresas deben seguir nuestros decretos de consentimiento«.

En el marco de las elecciones de medio término en los EEUU, distintas asociaciones civiles advirtieron que podría haber una proliferación de fake news, amenazas y lenguaje inapropiado, en vistas de que Musk había despedido a la mitad del personal de la empresa, unos 3.700 empleados, incluyendo a todos los equipos de moderación.

Las cuentas tampoco parecen estar cerrando para Musk. El jueves, al dirigirse a los empleados que quedaron en la empresa para pedirles un “esfuerzo” (lo que incluye el fin del teletrabajo y cumplir 40 horas presenciales a la semana bajo amenaza de despido), deslizó la posibilidad de que Twitter marchara a la quiebra. Esa situación causó un caos interno, entre sus anunciantes y en los mercados.

Inmediatamente, dos altos ejecutivos que moderaron un chat de Twitter Spaces para tratar de llevar tranquilidad, renunciaron sin hacer comentarios. Se trata de Yoel Roth y Robin Wheeler, que se sumaron a la mencionada Kissner; al director de privacidad, Damien Kieran; y la directora de cumplimiento, Marianne Fogarty.

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