Este viernes 13 de junio no es un día más en el calendario. Para muchos, arranca con cierto recelo y con rituales silenciosos: evitar gatos negros, no pasar por debajo de escaleras, ni mucho menos tomar decisiones importantes como casarse o embarcarse en un nuevo proyecto. ¿Se trata de simples supersticiones heredadas o de un temor profundo, casi instintivo, que atraviesa generaciones?
La mala fama del viernes 13 no es exclusiva. En el mundo hispano, el martes 13 ocupa el mismo lugar de temor. La diferencia es cultural y geográfica.
Mientras en países como Estados Unidos y Reino Unido se teme al “Friday the 13th”, en España y América Latina es el martes el que concentra las energías negativas. Lo curioso es que ambos comparten un enemigo en común: el número 13, símbolo universal del mal augurio.
Esta fama siniestra también encontró eco en el cine. La icónica saga de terror “Friday the 13th”, lanzada en 1980, instaló definitivamente la fecha en el imaginario colectivo, con el temible Jason Voorhees como figura del espanto. En países como Argentina y Chile, incluso se vendió bajo el nombre “Martes 13”, lo que demuestra cuán fuerte cala la superstición en el lenguaje popular.
Pocos lo saben: ¿de qué generación sos de acuerdo al año en que naciste?
¿Por qué tanto miedo al 13? Las raíces son variadas y profundas. Desde la traición de Judas en la Última Cena —donde eran trece comensales— hasta el capítulo 13 del Apocalipsis, que introduce al Anticristo. En el Tarot, el número está asociado con la muerte, y en la mitología nórdica, el dios Loki fue el invitado 13 a una cena entre dioses que acabó en tragedia. Algunos edificios optan directamente por eliminar el piso 13, y ciertos relatos aseguran que Eva mordió la manzana un viernes 13.
Además de los mitos, la tragedia también alimenta el mito. El fatídico accidente aéreo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que inspiró las películas “¡Viven!” y “La sociedad de la nieve”, ocurrió un viernes 13 de octubre de 1972. Décadas más tarde, el naufragio del crucero Costa Concordia, frente a la isla de Giglio, también tuvo lugar un viernes 13, en 2012.
¿Y qué pasa con el martes 13? El origen se vincula con el dios romano Marte, regente de la guerra, el caos y la destrucción. No sorprende, entonces, que muchos teman esta combinación. El 13 de mayo de 1453, por ejemplo, Constantinopla cayó ante los otomanos, un hecho que marcó el fin del Imperio Bizantino. En definitiva, tanto viernes como martes 13 activan miedos antiguos y supersticiones modernas. Y aunque para algunos es solo un número más, para otros es motivo suficiente para mirar dos veces antes de salir de casa.