Una pareja de argentinos eligió como destino para sus vacaciones, Cancún, México. Pero nada resultó como lo habían imaginado, al poner un pie en Migraciones comenzó la pesadilla.
En el vuelo no tuvieron ningún incoveniente, los problemas empezaron cuando llegaron al Instituto Nacional de Migración (INAMI) y vieron que a todos los que bajaban del avión los estaban interrogando, pero ellos creyeron que era una medida protocolar y que todo estaba bien.
«Se acercó una mujer policía, nos pidió el pasaje de ida, el pasaje de vuelta, le presentamos todo», comenzó relatando el jóven cordobés en un video junto a su mujer embarazada de cinco meses.
«Les presentamos todo. Nos piden la reserva de los hoteles, nosotros teníamos una noche en Cancún, ocho noche en Playa del Carmen y tres en Isla Mujeres», indicó y precisó: «Teníamos la de la isla y la de Cancún ya pagas y la de Playa del Carmen la habíamos reservado y la íbamos a pagar cuando llegaramos».
«Le entregamos todo a la mujer, miró mucho nuestro pasaporte y nos preguntó con cuánta plata contábamos. Le dijimos $2.000 dólares y dos tarjetas de crédito», detalló.
Y siguió: «Se fue con nuestros pasaportes y cuando volvió nos dijo que nos daba 15 minutos para que pagaramos la reserva en el hotel o sacáramos en otro hotel».
El joven contó que intentó comunicarse con el hotel, pese a la mala señal que había y le dijeron que por el horario ya no podían cobrarle. Entonces, él le explicó a la mujer policía que si pagaba le descontaban los dólares de la reserva y le remarcó que tenía la reserva, pero que no encontraba la opción para poder pagar».
Luego apareció otra policía «con muy mala cara, mucho maltrato, autoritarismo y nos lleva a una sala de interrogatorio» y remarcó: «Una sala de interrogatorio como en las películas, salía gente llorando, gritando».
«La policía nos hace un interrogatorio y me trataron muy mal. Me dijeron que no me iban a aceptar en el país«, contó y agregó: «Yo le dije que era la primera vez que venía y que no había hecho nada malo».
«Acá esto lo manejamos nosotros, no ustedes. Nosotros manejamos los tiempos, todo«, le dijo la policía cuando él le comentó que su señora estaba embarazada de cinco meses por lo que no quería que se estresara y que ellos solo habían ido a descansar.
Acto seguido, les quitaron los celulares: «Si volvés a hablar , voy a llamar a Interpol», le dijeron.
«Nos sacaron el celular, los pasaportes y nos llevaron a un cárcel envidriada y nos meten ahí adentro», relataron e indicaron: «Había como 30 personas de Guatemala, de Perú, Colombia, Cuba, dos argentinos».
«Colchones rotos en el piso y nos dieron un papel de alumnio para taparnos», remarcó y continuó: «El baño horrible, espantoso. De vez en cuando entraba gente que los habían metido en un calabozo porque habían hecho lío».
Tras seis, siete horas de estar ahí, volvió la policía y les dijo que tenían el avión para volverse. Fueron 14, 15 horas de vuelo y les devolvieron los celulares, pero no los pasaportes.
Finalmente, angustiados, con miedo y con bronca, lograron llegar a Argentina y ya en el país, pudieron recuperar sus pasaportes.
Mi hermana el otro día me preguntó si me prendería en un viaje a Cancún y yo le dije que no me sentiría segura en un país como Méjico. Y fue antes de ver como esas basuras trataron a esta pareja argentina.
— Carla (@KrCarlit) February 14, 2025
