Leyendo:
El recuerdo de la familia de Lior Rudaeff, uno de los argentinos asesinados por Hamás: «Siento que el tiempo no pasó, está detenido en aquel 7 de octubre»
Artículo Completo 9 minutos de lectura

El recuerdo de la familia de Lior Rudaeff, uno de los argentinos asesinados por Hamás: «Siento que el tiempo no pasó, está detenido en aquel 7 de octubre»

El 7 de octubre de 2023, Hamás perpetró un ataque terrorista en Israel en el que asesinó a 1.200 personas y secuestró a 251, que fueron enviadas como rehenes a la Franja de Gaza. Entre estas últimas estaba Lior Rudaeff, un argentino de 61 años que fue capturado en el kibutz Nir Yitzchak, lugar en el que creció junto a su familia.

Desde ese momento, sus familiares y allegados, junto a los de otros argentinos que también fueron secuestrados, iniciaron una campaña para pedir su liberación. Pero el 7 de mayo de 2024, recibieron un fuerte golpe: la Embajada de Israel en Argentina confirmó que Lior había sido una de las víctimas fatales de la organización terrorista.

El Gobierno condenó la muerte de Lior Rudaeff, un argentino asesinado por Hamás cuyo cuerpo está secuestrado en la Franja de Gaza

A dos años del comienzo del conflicto, Micaela Rudaeff, prima de Lior, brindó una entrevista a Newsweek Argentina en la que recordó cómo vivió aquel momento, cómo continúa el reclamo para recuperar y su esperanza para que pueda alcanzar la paz.

¿Cómo vivís este segundo aniversario del 7 de octubre? 

– Como si fuese el primero. Con la misma angustia, con la misma incertidumbre. Como que el tiempo no pasó, que el tiempo está detenido en aquel 7 de octubre. Es lo que siento yo. Es como que mi vida está dividida en dos: una parte se quedó allá y otra es la que avanza. Y la que está allá sigue sufriendo y pasándola.

¿Cómo transitaste estos dos años?

– Con mucho dolor, con mucha incertidumbre y tratando de hacer un duelo que es muy raro. Porque yo sé que mi primo está muerto, pero no hay un lugar en donde descansa en paz. Sé que ya no está más, pero no está. No hay un lugar para llevar una flor, en donde ir a rendirle un homenaje. No hay nada. Es muy raro

¿Cómo te enteraste de lo que había pasado con Lior?

– Empecemos por el sábado (7 de octubre de 2023) a la mañana, que es cuando me levanto. Para mí es normal estar temprano un sábado porque mis hijos tienen sus actividades. Cuando vi que el teléfono estaba explotado, prendí la televisión y dije esto parece una película de Hollywood. No entendía nada, no entendía ni qué estaba pasando. Y ahí lo primero que hice fue empezar a llamar a mis primos y Lior no me contesta. Y mi prima, la hermana, me dice: “No te puedo atender porque tengo árabes en mi casa”. Decía, ¿qué me está hablando?, no entendía nada. Con el correr de las horas nos íbamos enterando más de lo que estaba pasando. A la noche hora Argentina, madrugada de Israel, mi tío, que hoy tiene 90 años, el papá de mi primo, me cuenta que estaban todos bien. Pero no había novedades de mi primo. Hasta ese momento se los consideraba desaparecidos. Así que era como, ¿qué hago? Era una incertidumbre decir estoy acá, ¿qué puedo hacer desde acá?. Fueron días bastante complicados hasta que se confirmó que mi primo estaba secuestrado. Fue muy raro, unos días muy intensos, que no sabías en dónde estabas, si tu cabeza estaba allá, y en el medio había que seguir con la vida normal de acá. 

«Que vuelvan todos los secuestrados ya»: pedido y abrazo simbólico por los 48 rehenes israelíes

Y cuando recibieron la trágica noticia de que él era uno de los fallecidos, imagino que para ustedes fue un golpe fuerte.

– Yo te voy a contar mi sensación. Yo en un punto quería que no estuviese más, porque yo no quería que esté en manos de Hamás. Lo que yo no quería era que mi primo sufriera absolutamente nada. Nos enteramos el 7 de mayo del año pasado. Yo estaba a 2 horas de hablar en el Congreso. Íbamos a dar un discurso, íbamos a hablar ante toda la comisión y dos horas antes me llaman de la Embajada de Israel para informarme que a mi primo lo habían declarado muerto. Y se me vino el mundo abajo, como que sentía que lo que hice fue en vano. Es como que no pude hacer nada para salvarlo. Esa fue mi sensación, que todo lo que hice no sirvió. 

Me gustaría que me cuentes cómo era Lior. ¿Qué recuerdos tenés de él?

– Era un héroe. Vos tenías un problema dentro del kibutz en donde él vivía y el primero que estaba era él. Él estaba para ayudar a todo el mundo. Era voluntario nato, no hacía falta pedirle dos veces las cosas. No molestaba a nadie, él hacía su vida siempre dispuesto a ayudar al otro, pero no solamente estoy hablando de la familia, estoy hablando de toda la comunidad. Él fue la persona que le enseñó a andar en tractor a todos los jóvenes. Cuando sonó la alarma, el primero que estaba ahí para responder fue él. Eso me acuerdo de mi primo, porque no hay forma de que hables mal.

¿Vivió mucho tiempo en Israel?

– Desde los 7 años. Mis tíos decidieron irse a vivir a Israel cuando mi primo tenía 6 años. En el barco, cuando estaban yendo, mi primo cumple 7 años. Cuando murió tenía 61. El único lugar que conoció toda su vida fue el kibutz, porque vivieron toda su vida ahí en el mismo lugar.

¿Cómo ves hoy la situación en Israel?

Con demasiado dolor porque no puedo creer que todavía seguimos acá, que esto no se termina más. A mí me pasa con este nuevo acuerdo que yo, hasta que no vea que está hecho, no voy a creerlo. Porque ya vimos acuerdos y después a los dos segundos dicen: “Ah, no, pero mira esto que está acá no lo hago”. Entonces, hasta que no suceda no lo voy a creer. Es como que sentís que ya está, que ya tiene que terminar esto de una vez por todas. Esto va más allá de si es con Israel o si son judíos. Hay seres humanos secuestrados hace 700 largos días que quieren volver a una vida ponele que normal, porque después de estar tanto tiempo ahí, yo no sé qué normalidad puede llegar a tener esta gente. Quieren volver a estar con su familia. Quiero que mi primo pueda descansar en paz y mi tío con 90 años pueda ir a un lugar a llorar a su hijo. Son dos años muy agotadores y cada vez que se recrudece este antisemitismo, no lo podes creer.

Micaela, en un masivo acto en Parque Centenario días atrás. Foto: AMIA

Al día de hoy siguen habiendo rehenes en Gaza. ¿Cómo sigue el reclamo de los familiares? ¿Qué es lo que ustedes piden a las autoridades?

– Que los liberen ya. Que se termine todo esto. Todavía quedan 48, de los cuales cuatro son argentinos. Están Eitan Horn, David y Ariel Cunio y mi primo Lior. Queremos que se termine, que este nuevo acuerdo se pueda cumplir lo antes posible, que Hamás no lo dilate más y volver a nuestras vidas normales. Que no volvés a una normalidad. Es como una nueva vida que vas a empezar ahora. Ese 7 de octubre nos marcó para siempre, no hay vuelta atrás. No se vuelve un 6 de octubre. Yo en política no me meto. Lo único que le pido al Gobierno es que aceleren las cosas. Nosotros vamos con lo humanitario. Queremos que los devuelvan. Lo importante es que se puedan recibir los cuerpos y a las personas que están con vida.

¿Qué nos podés contar sobre el acto que van a realizar este martes?

– Nosotros hacemos un acto que lo llamamos “Un abrazo amarillo”, que lo convocamos las familiares, amigos de secuestrados por Hamás para seguir reclamando que los liberen cuanto antes. Los esperamos a todos a las 18:00 en el Parque Centenario. Sabemos que el pueblo argentino es solidario, es empático y más allá de la comunidad, que nosotros sabemos que la comunidad está con nosotros, queremos que el pueblo argentino también nos acompañe. Porque esto, por más que fue a muchos kilómetros de acá, acá también ya sabemos lo que son los atentados, lo que fueron los secuestros, lo que fueron los momentos angustiantes. Entonces, que sean empáticos con nosotros y nos acompañen.

¿Cuáles son las expectativas que tienen los familiares con el nuevo acuerdo que se está negociando en Egipto?

– Que cuanto antes se liberen a todos, que no se dilate más, que si se firmó el acuerdo, sea ese acuerdo y no se dilate más el asunto. Ya está. Te voy a decir algo que me dijo hoy mi hija. En el colegio estuvieron hablando sobre el 7 de octubre y se puso a pensar con una amiga. Tiene 9 años. Y me dice: “Mamá, qué lindo que sea mañana la liberación. Así de un día triste, podemos pasar a un día contento y el 7 de octubre empieza a ser un día alegre y no un día triste”.

“La seguridad solo va a llegar de la mano de los acuerdos”: entrevista al director del Centro Ana Frank en Buenos Aires

Ingresa las palabras claves y pulsa enter.