A medida que el hemisferio sur se acerca al verano y aumenta la temperatura, también vuelven a proliferar los mosquitos y se activa la alerta por dengue, la fiebre hemorrágica que puede causar la muerte.
Según un informe preventivo elaborado la Dra. Silvina Ivalo, infectóloga de los centros de salud DIM, se trata de una enfermedad transmitida por mosquitos que ocurre en zonas tropicales y subtropicales del mundo, lo que incluye a buena parte de la Argentina.
Quienes lo contraen, sufren en general fiebre alta, erupción cutánea, dolor muscular y articular. Y por su característica fiebre hemorrágica puede ocasionar sangrado intenso, descenso repentino de la presión arterial (shock) e incluso la muerte. Por eso, la especialista asegura que es clave la prevención.
Por el momento, no existe una vacuna efectiva para contrarrestar sus efectos y, por lo tanto, la mejor estrategia de combate es la reducción del hábitat del mosquito que lo transmite.
“El dengue es una infección viral, transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes. Hay cuatro serotipos: DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4. Los mosquitos proliferan dentro y alrededor de las viviendas, es decir tienen hábito peridomiciliario. Cuando un mosquito pica a una persona infectada con un virus del dengue, este ingresa al insecto. Cuando el mosquito infectado luego pica a otra persona, el virus entra en el torrente sanguíneo de esa persona”, explica Ivalo.
¿Contagiarse de dengue genera inmunidad a ese virus? La médica explicó: “Cuando te curas del dengue, sos inmune al tipo de virus que te infectó, pero no a los tres tipos de virus restantes. El riesgo de contraer dengue grave aumenta si te infectas por segunda vez. Los factores que aumentan el riesgo de contraer el dengue grave son vivir en regiones tropicales o subtropicales en o viajar a ellas; o una infección anterior por un virus del dengue”.
Los síntomas pueden aparecer entre cuatro y siete días después de la picadura, y son leves en la mayoría de los casos. Los síntomas posibles son:
– Fiebre alta (mayor o igual a 38,5 °C)
– Dolor de cabeza
– Dolor en los músculos, los huesos y las articulaciones
– Náuseas
– Vómitos
– Dolor detrás de los ojos
– Inflamación de los ganglios
– Erupción en la piel
Según explicó la profesional, la mayoría de las personas se recuperan en aproximadamente una semana y sólo en algunos pocos casos los síntomas empeoran y pueden ser potencialmente mortales. “Los vasos sanguíneos a menudo se dañan y pierden sangre, y disminuye la cantidad de células formadoras de coágulos (plaquetas) en el torrente sanguíneo. Esto puede provocar una forma grave de dengue llamada ‘fiebre hemorrágica del dengue’ o ‘dengue grave’”, explicó.
Los síntomas del “dengue grave” son:
– Dolor abdominal intenso
– Vómitos constantes
– Sangrado de encías o nariz
– Sangre en la orina, la materia fecal o el vómito
– Sangrado debajo de la piel, que podría tener el aspecto de un moretón
– Dificultad para respirar o respiración rápida
– Piel fría o húmeda (signos de shock)
– Fatiga
– Irritabilidad o desasosiego
CÓMO ACTUAR ANTE LOS SÍNTOMAS
De acuerdo a Ivalo, en todos los casos debe consultarse a un médico para una evaluación y el posterior seguimiento. Aunque admite que no hay un tratamiento específico (es el mismo que ante otros virus), sí destaca que la consulta temprana reduce la mortalidad hasta por debajo del 1%.
También es cierto que una vacuna se probó en pacientes de 9 a 45 años de edad que ya tuvieron un primer episodio de dengue y viven en zonas con alta incidencia. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace hincapié en que la vacuna no es una herramienta efectiva por sí sola. Como se señalaba, la prevención es la clave.
¿Cómo evitar la proliferación del mosquito?
– Permanecer en ambientes con aire acondicionado y bien protegidos con mosquiteros.
– Usar ropa clara y que cubra la mayor superficie de la piel (camisa de mangas largas, pantalones largos, medias y calzado).
– Usar repelente de mosquitos. Permetrina sobre la ropa, zapatos, equipo de campamento y mosquiteros. Y para la piel, usar un repelente con una concentración del 10% de DEET.
– Reducir el hábitat de los mosquitos. Los mosquitos que transmiten el virus del dengue viven dentro y alrededor de los hogares y se reproducen en aguas estancadas que se acumulan en objetos como neumáticos de autos. Reducí las poblaciones de mosquitos eliminando los hábitats donde ponen los huevos. Una vez por semana, vaciá y limpiá los recipientes que contienen agua estancada, como las macetas, los platos de animales y los floreros.
