El Parlamento de Francia dio un paso importante para legalizar la eutanasia. Este martes, la Asamblea Nacional aprobó en su primera lectura el proyecto de ley sobre el derecho a la muerte asistida, el cual establece por primera vez un mecanismo legal para pacientes terminales.
La iniciativa, que generó controversia tanto a favor como en contra, obtuvo 305 votos a favor, 199 negativos y 57 abstenciones. Ahora, pasará a ser tratado por el Senado antes de regresar a la Asamblea Nacional para ser aprobada o rechazada definitivamente.
“¿Qué permitirá esta nueva ley? En primer lugar, se concederá a los hombres y a las mujeres el derecho a beneficiarse de la asistencia para morir. ¡Éste es un derecho adicional, no un derecho menor!”, expresó el diputado Philippe Vigier.
Este proyecto establece que sólo podrán acceder aquellas personas que padezcan enfermedades graves o incurables en fase avanzada, que sufran dolores “insoportables” y que puedan dar su consentimiento de forma consciente al momento de llevar adelante el proceso.
Vigier afirmó que los pacientes deberán cumplir con “cinco condiciones”, y de no tener alguna de ellas no podrán tener acceso. Esto excluye a mayores y menores de edad, discapacitados, personas con condiciones psiquiátricas o enfermedades como Alzheimer, ni tampoco quienes estén en coma.
Así, cada persona deberá reiterar su solicitud para acceder a la muerte asistida. Cada pedido debe ser analizado por un equipo médico en un plazo máximo de 15 días; luego se brindarán dos días de “reflexión”; y de ser confirmado, deberá llevarse a cabo en un plazo no mayor a tres meses.
El proyecto también brinda protección a los profesionales de la salud para no quedar expuestos a controversias legales. La sustancia letal será autoadministrada por el paciente o por un médico, en caso de tener incapacidad física.