Durante las últimas dos décadas expertos en adicciones evaluaron el peligro de las sustancias psicoactivas. Estudios científicos y sistemas de clasificación analizaron más de 300 drogas, ordenándolas según su nivel de daño y los beneficios (o la falta de ellos) para la salud.
Los sospechosos habituales siguen encabezando la lista: alcohol, tabaco, heroína, metanfetamina y cocaína continúan siendo algunas de las sustancias más peligrosas del mundo. Sin embargo, en los últimos años, se han sumado drogas sintéticas como el ‘Spice’ y analgésicos recetados como el oxicodona.
La realidad es que la lista de las drogas más peligrosas varía según la región del mundo en la que te encuentres. Sin importar la clasificación, todas tienen consecuencias graves tanto para los consumidores como para quienes los rodean.
A continuación, las sustancias más dañinas para el consumo humano según el informe de Delamere Health Centre, una clínica privada de rehabilitación ubicada en el condado de Cheshire, Inglaterra.
1. Alcohol
A pesar de ser legal y de fácil acceso en la mayoría de los países, el alcohol sigue siendo una de las sustancias más destructivas. Su consumo excesivo provoca alrededor de tres millones de muertes al año y está vinculado a más de 200 enfermedades y lesiones.
Uno de los motivos por los que el alcohol es considerado tan peligroso no solo tiene que ver con sus efectos físicos, sino también con el daño que causa en las relaciones familiares, laborales y sociales. Diversos estudios sugieren que se deben reforzar las estrategias de salud pública y la legislación para reducir su impacto.
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2. Fentanilo
Con una potencia 50 a 100 veces mayor que la morfina, el fentanilo es un opioide recetado para tratar dolores crónicos, pero en los últimos años se ha convertido en uno de los analgésicos más adictivos y peligrosos. Se estima que los opioides como el fentanilo son responsables de más del 70% de las muertes relacionadas con drogas.
Estas sustancias actúan sobre los receptores de placer y dolor del cerebro, generando una sensación extrema de euforia y relajación, lo que las vuelve altamente adictivas.
3. Heroína
Ya sea inyectada o fumada, la heroína produce un subidón inmediato que genera una adicción rápida y peligrosa. Debido a que su efecto es bien tolerado, su consumo puede derivar en dependencia en muy poco tiempo. Su impacto en el sistema nervioso central hace que ralentice el funcionamiento cerebral y la respiración, lo que puede ser fatal en dosis altas.
Su uso prolongado provoca daños graves, como el colapso de venas, deterioro de los vasos sanguíneos, problemas pulmonares e infertilidad.
4. Cocaína
Altamente adictiva, la cocaína provoca picos de euforia seguidos de caídas abruptas, lo que refuerza el ciclo de consumo. En la última década, el número de personas que han buscado tratamiento en Europa por problemas de adicción a la cocaína ha aumentado en más del 35%, con dos tercios de los países reportando incrementos. Debido a su fuerte impacto en el cerebro y el cuerpo, tratar de dejar la cocaína sin supervisión médica puede ser mortal.
5. Metanfetamina
Conocida como crank, glass, ice o crystal meth, la metanfetamina es un estimulante del sistema nervioso central que, al ser fumado, genera un efecto similar al del crack. Su consumo frecuente altera el sistema de control del placer en el cerebro, provocando problemas cognitivos y emocionales. Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), las muertes por sobredosis de metanfetamina casi se triplicaron en Estados Unidos entre 2015 y 2019.
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6. Xanax (Alprazolam)
Los benzodiacepinas, comúnmente conocidos como ‘benzos’, son medicamentos recetados para tratar la ansiedad, el insomnio y los trastornos de pánico. Xanax, cuyo principio activo es alprazolam, es una de las más populares y, al mismo tiempo, una de las más fáciles de obtener.
Su accesibilidad la hace especialmente peligrosa, ya que es posible comprarla en línea o incluso encontrarla en botiquines caseros, al alcance de adolescentes curiosos. Su capacidad para suprimir la ansiedad y generar una sensación de calma la convierte en una droga altamente adictiva.
7. Oxicodona
Derivado de la planta de la amapola, la oxicodona es un opioide sintético utilizado como analgésico para tratar dolores intensos. Si bien es eficaz en tratamientos médicos, su uso frecuente puede derivar en una adicción severa. En los últimos años, las muertes relacionadas con opioides se han disparado, con un promedio de 130 fallecimientos diarios por sobredosis en Estados Unidos.
8. Ketamina
Originalmente utilizada como tranquilizante para caballos, la ketamina se convirtió en una droga recreativa popular en los años 90. Aunque en dosis controladas se emplea para tratar dolor, ansiedad y depresión, su uso indebido conlleva graves riesgos, como hipertensión, arritmias cardíacas, confusión y daño hepático. Debido a su capacidad para alterar la percepción y la toma de decisiones, la adicción a la ketamina puede llevar a situaciones peligrosas e incluso mortales.
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9. Morfina
Como potente analgésico, la morfina se usa para tratar dolores severos, pero su capacidad para inducir una sensación de placer intenso la convierte en una droga de alto riesgo. Aunque la ONU la clasifica como menos dañina en comparación con otras sustancias, una sobredosis de morfina puede ser letal, especialmente si se combina con alcohol u otros depresores del sistema nervioso central.
10. Diazepam (Valium)
El diazepam, conocido comercialmente como Valium, es otra benzodiacepina que ha ganado notoriedad en los últimos años debido a la creciente adicción a medicamentos recetados. Su capacidad para inducir un estado de relajación profunda lo vuelve adictivo, convirtiéndose en una muleta emocional para quienes sufren de ansiedad y depresión.