El gobierno de la ciudad de Buenos Aires les pedirá a los padres que apoyaron a sus hijos en la toma del colegio porteño, Mariano Acosta, 1.5 millones de pesos.
Ayer, la ministra de Educación de CABA, Soledad Acuña, le mandó una carta a la Procuración General de Capital Federal en la que especificó el monto referente al abono diario de los sueldos de quienes trabajan en la institución.
«Toda vez que dicha inversión se realiza con la contribución de cada vecino de la Ciudad, se solicita se inicien las acciones legales correspondientes contra los adultos que resulten responsables, a los fines de reclamar el daño patrimonial producido», indicó la funcionaria en el texto difundido por Infobae.
Esta mañana en diálogo con Pablo Rossi en Radio Rivadavia, Acuña afirmó que «esto es responsabilidad de las familias que autorizan a sus hijos a estar ahí» e hizo hincapié en que «en el 2018 hubo 40 familias que fueron procesadas en la justicia porque esto es un delito». Es así como ocho adultos que apoyaron a sus hijos con esta medida, fueron demandados».
Esta tarde, Marcelo, uno de los papás de los estudiantes que llevaron adelante la toma, conversó con Pablo Caruso en la Radio 990 y aseguró que «se persigue a la protesta estudiantil y se criminaliza a los padres». En ese sentido, aseveró que «ellos siempre plantean diálogo y la primera respuesta es hacerle un sabotaje a los chicos y la segunda respuesta es criminalizar a los padres».
Frente a ese panorama, precisó que «el 21/9 mandaron una nota de que si había un problema los padres iban a tener que responder» y añadió que «si tenés 10/12 colegios es una toma y en una situación de protesta, tenés que escuchar». Por lo tanto, sostuvo que «no tiene nada que ver lo que pregonan del diálogo».
El entrevistado dejó en claro que «uno acompaña a sus hijos» porque «un chico que participa del Centro de Estudiantes es alguien que estudia y que le interesa el otro». Además, agregó que «los chicos, el 21/9, limpiaron toda la escuela, los mismos que toman el colegio».
Por lo tanto, afirmó que «a mí me da orgullo tener una hija que tiene ganas y fuerza para decirle a la sociedad que quiere una escuela pública financiada» y recalcó que «hay muchísimos padres que tienen miedo». «Nos dicen que nos tenemos que hacer responsables», indicó pero remarcó que «ellos mandaron a alguien a vandalizar la escuela».
«Somos un grupo de padres que tenemos a los hijos desde el primer grado», contó y consideró que «es una pena que estén vendiendo un estudiante que quiere romper y que es llevado de las narices» porque «no tienen ni idea de lo que están diciendo». Lejos de quedarse callado, aseguró que «me da vergüenza estar viviendo en la Ciudad de Buenos Aires».
Para concluir, sostuvo que «se nos pide que acompañemos a los chicos desde afuera de la escuela porque sino nos van a hacer causas penales» al tiempo que recalcó que «el abandono del colegio tiene años y años». «Queremos mucho a esta escuela», aseveró y enfatizó que «tan mal no le fue a la educación pública, tendríamos que tener más respeto».
