Rocío Figueroa fue electa legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por el PRO en las elecciones del domingo pasado. Tras años de militancia en la juventud “amarilla”, llega a la Legislatura porteña con un sabor agridulce: por la satisfacción de haber sido electa, pero también por el magro desempeño electoral del partido fundado por Mauricio Macri. Humildad, profesionalismo y apertura al diálogo serán —según afirma— los ejes para lo que viene en la Legislatura porteña tras los resultados adversos.
¿Cómo interpretas los resultados de las elecciones, sacando un poco de contexto esta alegría tuya por poder formar parte de la Legislatura?
Por supuesto, es un sabor agridulce. Yo creo que estos resultados nos exigen una profunda reflexión, y sobre todo una humilde reflexión. Evidentemente, nosotros no supimos representar el cambio y no supimos representar la transformación que venimos haciendo hace tantos años en la ciudad.
Y La Libertad Avanza, para mí, lo que supo fue capitalizar la gestión a nivel nacional en una gestión local, porque la elección se recontra nacionalizó. Pero sí, lo que pienso es que perder una elección no implica el fin de ningún partido político. Son las reglas del juego: a veces se gana y a veces se pierde. Estamos viviendo este resultado como un buen llamado de atención. Primero, porque no fuimos la primera fuerza votada por los porteños. Y segundo —y esto es lo que a mí más me preocupa—, la mitad del padrón de la Ciudad de Buenos Aires no fue a votar, y este silencio lo tenemos que escuchar.
¿Crees que ese bajo porcentaje de votos condiciona el fracaso electoral del PRO?
No tengo muy en claro que ese 50% que no fue a votar, a quién hubiese votado. Me parece que ninguna de las tres fuerzas que salimos —tanto La Libertad Avanza, el peronismo y nosotros, encabezando ese trío— tiene también en claro a quién hubiera ido ese voto.
Yo creo que la apatía de la gente que no fue a votar el domingo, independientemente de si corresponde o no a una fuerza, me parece importante escucharla. Siempre tuvimos más o menos alrededor del 70% de participación. Entonces me parece que realmente hay que escuchar, independientemente de a quién le hubieran dado o no ese voto.
¿Pensas que este resultado tiene que ver con un error propio del PRO en la campaña o lo atribuís directamente a la nacionalización de la elección?
Me parecen dos cosas. Ellos pudieron nacionalizar bien esta campaña. Y me parece que, que Adorni haya ganado como ganó las elecciones tiene que ver con que la gente viene acompañando el rumbo económico que se está tomando desde el gobierno nacional.
No va a ser sorpresa para mí si en las próximas elecciones tienen un resultado similar.
Por otro lado, evidentemente a nosotros esto nos exige profundizar lo que venimos haciendo. Me parece que hay que seguir reforzando los operativos de seguridad para que haya aún más orden. Debemos intensificar los operativos de limpieza para que se mantenga la calidad de las medidas de la ciudad. Tenemos que aumentar la capacidad de respuesta en los paradores de inclusión social. Entonces, me parece que eso es todo. Y por eso, desde mi lugar, creo que lo que pasó el domingo debemos escucharlo con mucha humildad y con una profunda reflexión.
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Esta reflexión nos va a tomar días, pero nos exige mucha humildad, porque yo creo que lo que no tenemos que olvidar es para qué estamos haciendo lo que hacemos.
Debemos escuchar esto con muchísima humildad. Hacer los cambios que tengamos que hacer, ajustar lo que tengamos que ajustar y seguir para adelante. Se estuvo diciendo estos días: «bueno, el PRO muere». Los partidos políticos ganan y pierden elecciones. Lo importante es no olvidarse del para qué y entender que la política es servicio y entrega a la gente. Y desde ese lugar, reconvertir lo que haya que reconvertir. A ver, no vamos a desaparecer o aparecer en la escena política por una elección.
Quizás nos estamos confundiendo en la manera de transmitirlo. Quizás no nos estamos aggiornando a la época. Quizás nuestro mensaje —que puede ser por momentos un poco aburrido, como cuando hablamos de la República o de las instituciones— nos resulta y nos va a seguir resultando muy importante. Porque vos podés estabilizar tu economía, pero el siguiente paso es ese: porque si vos no tenés un marco institucional o un marco jurídico cómodo, seguro, nadie va a venir a ponerte ni tres pesos en tu país.
Cuando decís que hay que aggiornarse al estilo de la época, ¿Cómo es para vos ese estilo?
Yo creo que La Libertad Avanza en general, sobre todo el andamiaje comunicacional o el editorial que imprime Santiago Caputo, vino a cambiar los paradigmas de la política. Yo soy joven, pero probablemente soy vieja al estilo de hacer política porque vengo hace diez años con una forma que es estar mucho tiempo en la calle, hablar mucho con los vecinos.
Vos hacés un muy buen tuit y en una hora estás llegando a 40.000 personas. Me parece que nosotros no estamos logrando allornarnos bien al clima de época respecto a la comunicación y cómo son las redes. La Libertad Avanza sacó el 30% en la ciudad y no hizo campaña en la ciudad. Y nosotros caminamos todos los días. Yo, como candidata, caminé las 15 comunas.
Y quiero hacer un asterisco con esto: no significa la forma violenta, lo que yo digo, porque en eso yo no coincido.
¿Pensás que Mauricio Macri sigue siendo el líder del PRO o se necesita una renovación?
Mirá, yo soy muy subjetiva. Yo me sumé a la política por Mauricio, y para mí realmente fue el primero que la vio. Fue el primero que vio la necesidad fiscal, el primero que habló de reducir el gasto y de un Estado inteligente. A mí me cuesta pensar que Mauricio se tiene que hacer a un costado. Sí creo que están naciendo nuevos liderazgos y que es importante escucharlos. Y hay otros que ya habían nacido, pero es importante reivindicarlos. A mí me pasa con Cristian Ritondo: Cristian tiene un mandato muy importante en las conversaciones con La Libertad Avanza.
Algunos perdedores de la elección del domingo decían: “vamos a volver a una política de coaliciones” de cara a octubre, ¿Qué pensas?
Sí coincido en que, si pensamos lo mismo, si tenemos un modelo de país parecido al que soñamos, ¿por qué trabajar de forma independiente? No lo sé. A mí me parece que el equipo siempre hace la fuerza.
Por supuesto, con todo lo que signifique hacer una coalición y un acuerdo. Nosotros, el PRO, es un partido que cree en el trabajo en equipo, es un partido coalicionista, digamos. Me cuesta imaginarme en una coalición con el radicalismo de Lousteau, porque ese radicalismo, en su forma de hacer política y en sus propuestas para la Ciudad de Buenos Aires en esta elección, y las cosas que empujan en Nación, cómo se oponen todo el tiempo, no le dan modernidad a Milei. Yo los veo mucho más cerca del peronismo que de nosotros.
Hoy la primera minoría la tiene el peronismo. Yo me voy a encontrar en diciembre con una Legislatura recontra compleja, que en lo personal me va a dar mucha experiencia, mucho aprendizaje, pero donde voy a estar completamente obligada a dialogar, a negociar. Va a ser recontra desafiante y, estoy segura, va a poner muchísimas trabas.
Hay que ser muy humildes para hacer política. Hay que entender que el resultado demanda humildad y madurez.
A partir de diciembre, ningún espacio tendrá quórum por sí mismo. ¿Con quién te imaginás haciendo acuerdos?
A ver, centro para la derecha. Yo quiero creer eso, primero porque es el lugar donde me van a encontrar ideológicamente.
¿Larreta?
Lo que hizo Horacio este domingo tuvo mucho más que ver con su ego que con un modelo de ciudad o un modelo de país. Entonces, no sé cuál va a ser su postura en la Legislatura. Si él se va a parar desde su ego o se va a parar desde seguir progresando y seguir trabajando por una ciudad mejor todos los días. Eso va a depender de él, no de nosotros.
Decías que no te sorprendería que los resultados se repitieran en Provincia y en octubre.
No, no me sorprendería. Porque me parece que la gente está acompañando este rumbo económico. La gente entregó mucho por este orden económico. Porque hay pobreza, porque las cosas están más caras, porque ya pasaron de primeras a terceras marcas, me atrevo a decir. Mucha gente no se fue de vacaciones este verano. Y la inflación está bajando, y los créditos hipotecarios en Argentina volvieron, y hay impuestos que están bajando, y ciertos números de las retenciones al campo también están bajando.
Me parece que la gente hizo un pacto de entrega con tal de que ordenen económicamente al país. Porque era un desastre. A ver, no hay que dejar de reconocer a La Libertad Avanza que agarraron un país que estaba a nada de una hiperinflación.
Yo creo que lo que pasó en esta elección es que La Libertad Avanza, a pesar de que era una elección local, supo nacionalizarla, y a la gente de la Ciudad de Buenos Aires le fue más importante el rumbo económico nacional que la gestión local. Y desde ese lugar, nosotros tenemos que pararnos y escuchar.
En lo personal, y esto ya como legisladora electa y sobre todo como militante política, quiero seguir profundizando en la construcción de una buena ciudad que tenga muchas más oportunidades, sobre todo para mi generación. Voy a empujar un proyecto que conté mucho en campaña, que es una línea de créditos hipotecarios a una tasa presidencial para jóvenes.
Mi compromiso es con la ciudad y con su gente. Y yo creo que esta es la postura que tenemos que tomar todos. Es desde este lugar desde donde hablo de mucha humildad y de entender que el presente de la Argentina es tan complejo que realmente nos exige muchísima madurez y muchísimo profesionalismo.