Hernán Reyes, legislador porteño de la Coalición Cívica, habló con Newsweek Argentina en la previa de las elecciones porteñas del próximo 18 de mayo. En un escenario fragmentado, con un electorado en busca de representación y con la mirada puesta en octubre, analizó la gestión actual, el contexto electoral y los desafíos de su espacio político.
¿Cómo ves la gestión de Jorge Macri?
Está lastimada por la interna del PRO. Es una interna no resuelta desde el 2023 a la fecha. Primero una pelea grande con el sector de Patricia, después una discusión grande con el sector de Larreta, y eso termina impactando necesariamente en la gestión. Espero que se resuelva rápido porque creo que se han hecho transformaciones importantes que hay que defender, y también es urgente atender algunas cuestiones que hoy no están siendo miradas como se merecen.
Mi expectativa es que, una vez concluida esta elección, podamos volver a poner el foco en la Ciudad. Por lo menos esa es la decisión y la propuesta que la Coalición Cívica está llevando adelante.
¿Qué resaltas del contexto electoral en CABA?
Es una elección muy fragmentada. Nosotros llevamos a Paula Oliveto como candidata y estamos orgullosos de su trayectoria y orgullosos de esta campaña con ella. Está enfocándose en los problemas de la gente, como el problema de la basura, analizando y profundizando sobre los contratos.
Hay que recuperar parte del dinero que se da en publicidad, que no tiene ningún sentido, y aplicarla en cosas que sí hagan falta, como es el tema de los jubilados, que están en una situación de mucha vulnerabilidad hoy por hoy.
Sobre el contrato de la basura, estamos revisando todas sus cláusulas para imponer las sanciones que hagan falta a las empresas. Si vos no controlas y no sancionas, las empresas no cumplen. Y Paula en eso es una experta y es una de sus propuestas: hacer una auditoría integral desde la Legislatura de todo el contrato de basura. Por otro lado, estamos enfocados en el tema jubilados. A mí es un tema que me preocupa mucho, el tema de la salud, del acceso a los medicamentos, del acceso a las prepagas que tienen hoy los adultos mayores. Muchas veces se encuentran sin plata para cubrir el remedio o pagar las expensas.
Para nosotros una de las prioridades va a ser atender a los jubilados, que en definitiva son los padres, los abuelos de todos nosotros.
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¿Crees que se nacionalizó la discusión porteña?
Sí, definitivamente se nacionalizó porque se quiso anticipar una conversación que viene en octubre. La pelea entre La Libertad Avanza y el PRO es una pelea por ver quién manda sobre quién para el armado nacional.
Hay una utilización del escenario porteño como un ring para ver qué espacio se sobrepone sobre otro a nivel nacional.
Nosotros vamos a hacer el esfuerzo en esta campaña de llegar con nuestro mensaje, que es también nuestra historia: luchar contra la corrupción, no deberle nada a nadie, tratar de pensar en los problemas de las personas y tratar de resolverlos.
¿Es perjudicial para la Ciudad de Buenos Aires esta nacionalización de la campaña?
No hay una conversación sobre los problemas de la Ciudad. Cada uno habla de su tema y no hay un punto en común donde podamos discutir. Y eso tiene que ver con cómo se presentó la campaña, los principales damnificados de esto son los vecinos.
No me imagino una Argentina que se exprese en solamente en dos propuestas: la propuesta kirchnerista y la propuesta libertaria.
Hay un problema de oferta, estoy convencido de que hay un montón de gente que no se siente representada por ninguna de esas dos posiciones y está esperando que aparezca algo que le diga… “Sí a la estabilidad económica, sí a resolver la cuestión de la inflación. Pero no hacerlo sobre la espalda de los jubilados, de la educación, de la salud. Pero no persiguiendo periodistas, insultando al otro con un discurso violento”.
Hay una Argentina distinta, posible, que la gran mayoría sueña, que no está expresada por ninguna de estas dos fuerzas políticas.
¿Tu espacio lo representa?
No creo que nosotros lo representemos. Creo que es nuestro desafío representarlo. Es construir ese lugar en común, ese punto de encuentro.
Nosotros nunca instrumentamos la República como el modo en el cual ejercemos la democracia. Alfonsín recuperó la democracia y hasta ahí pudo. Kirchner no hizo ningún intento por hacer valer el sistema republicano de gobierno. Y este proceso que viene rompe con todo el modelo económico, pero confirma todo el modelo político.
Creo que el salto de la Argentina es que construya estabilidad económica, que dé previsibilidad al sector privado para poder invertir, que asegure la dignidad del trabajo, la dignidad de los jubilados, de los niños. Y todo eso, la única forma de hacerlo, es si hay un salto cualitativo en una dinámica republicana.
Respetar la división de poderes, la justicia independiente, los procedimientos transparentes, control del poder público, el interés general sobre el interés corporativo…Todo eso es un pendiente en el país. ¿Si nosotros lo representamos? No. Pero sí lo queremos representar y creo que hay un montón de gente que quiere ir a ese lugar.
¿Cómo ves la gestión de Javier Milei?
Él es un ministro de Economía en el sillón de Rivadavia, fanatizado con su dogma de equilibrio fiscal, de déficit cero. El futuro que él imagina es un futuro al que yo no quiero ir y creo que la Argentina no tiene que ir.
Es importante que nosotros no caigamos en la extorsión. Porque después de un gobierno kirchnerista corrupto, de altísima emisión, del 25% de inflación, de subsidios, de modelo clientelar, salimos a este presente. Y este presente se vuelve extorsivo. Dice: yo te doy estabilidad macroeconómica con un montón de complicaciones que eso está trayendo por su visión dogmática y cruel sobre los débiles.
La estabilidad macroeconómica tiene una situación absolutamente extorsiva respecto a otras cuestiones como el maltrato y el autoritarismo, el odio a los periodistas, la imposición de jueces por decreto o gobernar por DNU.
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¿Crees entonces en el fenómeno Milei?
Sí, creo que es un fenómeno. Creo que es un fenómeno que está sucediendo, que es muy potente, que hay un antes y un después de Milei, sin duda, en la política argentina.
Milei expresa el modo en que la sociedad pudo salir de un pasado que repudiaba y no le encontraba la vuelta del cómo.
Creo que hay que ponerse enfrente del cambio cultural que propone Milei. Ahora, eso no significa volver a una dinámica económica que es vieja, que es fracasada, que genera corrupción, que genera pobreza, que genera dependencia.
Hay un montón de gente, una parte muy significativa de la Argentina, que no está conforme cuando vos le decís kirchneristas o libertarios..
Nosotros estamos pensando todo el tiempo en cómo construir mayorías, en cómo construir acuerdos, pero sociales. Hay que construir una salida que sea verosímil para la gente.