Según un informe, el contexto actual se llena de expectativas y dudas a una semana de las elecciones legislativas: la percepción sobre la economía es incierta, la política toma protagonismo y los argentinos siguen atentos a cómo se resolverán los problemas que afectan su vida cotidiana.
En la previa de las elecciones legislativas del 26 de octubre, la Fundación Pensar, think tank vinculado al PRO, difundió un nuevo informe en el que reúne los últimos datos de Casa Tres. El documento analiza el pulso social y político que se muestra ambivalente entre la expectativa de un futuro mejor y la frustración con la realidad cotidiana.
Uno de los datos más significativos del relevamiento de Casa Tres es que, tras casi medio mandato de Javier Milei, la esperanza sigue viva en una parte importante de la sociedad: el 41% de los encuestados así lo releva y hay un pico de 55% entre los jóvenes. Sin embargo, esta emoción convive con un estado de ánimo negativo que alcanza al 54% de la población, 7 puntos más que a principios de 2024.
Otro dato que se destaca en el trabajo de esta consultora es que la inflación –que durante años encabezó el top de preocupaciones para los argentinos– cayó del 21% en abril de 2024 al 3% en septiembre de 2025.
En su lugar, aparecen con determinación los temas políticos y de la administración pública, que concentran el 45% de las menciones (+16 puntos en un año). El Índice de Precios al Consumidor cede terreno en la agenda ciudadana, mientras la política gana una negativa centralidad. Al preguntar por la situación económica del próximo año, la sociedad se divide entre un 39% que cree que la economía estará mejor, un 47% que anticipa que empeorará y apenas un 11% piensa que seguirá igual.
El gobierno se encamina a las elecciones con fuerte volatilidad en los mercados y presión cambiaria
La percepción sobre el contexto también lo refleja: un 26% sostiene que lo peor ya pasó, un 27% cree que está ocurriendo ahora y un 43% que todavía está por venir. El optimismo oficial contrasta con la idea que no termina de convencer con respecto a que la etapa más difícil “quedó atrás”.
De este modo, el gobierno de Milei aparece atrapado en una paradoja: la aprobación general alcanza el 46%, pero la mayoría no cree que se estén resolviendo los problemas concretos.
El 58% de los consultados afirma que el presidente no resuelve los problemas de su familia. Solo un 12% considera que efectivamente los está solucionando, mientras que un 34% dice que “sabe cómo resolverlos” aunque necesita más tiempo.
El dato más preocupante para la gestión: el 50% directamente cree que Milei no tiene la capacidad para hacerlo.
En cuanto a la responsabilidad por la crisis económica, Casa Tres muestra un empate «técnico»: 40% culpa al exministro Sergio Massa y 38% al propio Milei.
La base electoral de Milei –conforme a los datos de esta encuesta– se mantiene sólida: el 87% de quienes lo votaron aprueba su gestión. Entre los jóvenes, la aprobación llega al 63%, mientras que entre las mujeres cae al 39%.
De cara a las elecciones legislativas, la encuesta anticipa un escenario ajustado: 44% dice que votará a favor del gobierno y 47% en contra. Cuando se pregunta quién ganará, un 40% apuesta por el oficialismo de Milei y un 46% por la oposición.
Dato relevante: el 78% de los argentinos cree que con su voto puede cambiar el resultado.
Mora Jozami, de Casa Tres, mediante Pensar, dice que “la esperanza sigue consolidada y es el ancla principal del gobierno en la opinión pública, junto con la percepción de idoneidad y cierta idea de que lo peor del ajuste ‘ya pasó o está pasando ahora’” y que “la mitad de los argentinos sigue creyendo que el gobierno no sabe resolver los problemas del país y hay una brecha entre la percepción de resolución de los problemas del país en general y la capacidad de resolver los problemas del ‘metro cuadrado’ de los argentinos”.
La Fundación destaca que en las elecciones del 26 de octubre –por primera vez con Boleta Única de Papel a nivel nacional– se pondrá en juego la composición del Congreso, algo clave para los dos años restantes del mandato de Milei y que marcará fuertemente la agenda de sus políticas. Entre las primeras tareas, estará el debate del Presupuesto 2026, tras dos años sin aprobación, en un contexto donde la distribución de recursos sigue siendo un eje central de los problemas entre la gestión nacional y las provinciales.
