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El Gobierno busca capitalizar el problema de la inseguridad y refuerza la figura de Patricia Bullrich
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El Gobierno busca capitalizar el problema de la inseguridad y refuerza la figura de Patricia Bullrich

La inseguridad se ha convertido en uno de los principales ejes de la gestión de Javier Milei, en un contexto donde la preocupación por el delito ha desplazado a la inflación como el mayor problema percibido por la sociedad. Desde este panorama, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ocupa un rol central en la administración nacional, con un fuerte respaldo de la opinión pública.

Según una reciente encuesta de DC Consultores, un 83,2% de los encuestados considera que Bullrich es capaz de solucionar el problema de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país. Solo un 16,8% rechaza esa posibilidad, lo que refleja un alto nivel de confianza en su figura y en las políticas que lleva adelante.

Otras mediciones ubican a la ministra Bullrich dentro de las tres figuras con mejor imagen dentro del oficialismo, con una valoración positiva que supera el 40%.

La consolidación de la seguridad como prioridad no es casual. Milei ha reforzado este tema en sus discursos y ha buscado capitalizar el malestar creciente en torno a la inseguridad, especialmente en el conurbano bonaerense.

La lucha contra el narcotráfico en Rosario, la posibilidad de una reforma del Código Penal y la reducción de la edad de imputabilidad para menores son algunos de los temas que han tomado fuerza en la agenda oficial.

En este contexto, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires también se ha visto afectada por hechos de inseguridad que involucran a la provincia de Buenos Aires, con delitos en los que resultaron asesinados efectivos de la Policía de la Ciudad en territorio bonaerense.

La coordinación entre jurisdicciones se ha convertido en un desafío central, y desde el Ministerio de Seguridad se ha reforzado el planteo de que la lucha contra el crimen debe ser abordada con mayor dureza, sin restricciones y bajo la órbita de Bullrich.

En este contexto, el gobierno profundizó esta estrategia con la reciente reestructuración del Ministerio de Seguridad, que pasó a denominarse Ministerio de Seguridad Nacional, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial. La medida busca consolidar el rol del ministerio en la lucha contra el delito organizado y ampliar su alcance en cuestiones como la seguridad interior, la prevención del crimen y el control fronterizo.

En su cuenta de X, la ministra afirmó que «Argentina tiene, por primera vez, un Ministerio de Seguridad Nacional» y que esto «no es solo un cambio de nombre», si no que «es una transformación profunda en la forma de entender la seguridad en nuestro país».

El documento oficial sostiene que “la denominación MINISTERIO DE SEGURIDAD NACIONAL resulta más adecuada a las funciones que desarrolla el MINISTERIO DE SEGURIDAD en concordancia con el cambio de paradigma del concepto “Seguridad”, donde la vida, la libertad y el patrimonio de las personas resultan los pilares fundamentales para el desarrollo de los proyectos de vida de cada individuo, como así también del progreso de la Nación en su conjunto”.

Además establece que el Ministerio de Seguridad Nacional tendrá la responsabilidad de dirigir la política de seguridad en el país, coordinando a las fuerzas de seguridad federales y supervisando su accionar

“Compete al MINISTERIO DE SEGURIDAD NACIONAL asistir al Presidente de la Nación y al Jefe de Gabinete de Ministros, en orden a sus competencias, en todo lo concerniente a la seguridad interior, a la preservación de la libertad, la vida y el patrimonio de los habitantes, sus derechos y garantías en un marco de plena vigencia de las instituciones del sistema democrático”

En términos operativos, el cambio sostiene la transferencia de recursos, personal y presupuesto hacia el Ministerio de Seguridad Nacional.

Como funciones se plantea «entender en el ejercicio del poder de policía de seguridad interna; en la dirección y coordinación de funciones y jurisdicciones de las Fuerzas Policiales y de Seguridad nacionales, provinciales y de la CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES» y también «dirigir el esfuerzo nacional de policía, planificando y coordinando las acciones individuales y de conjunto de las Fuerzas de Seguridad y Policiales, atendiendo a todo lo que a ellas concierne en cuanto a su preparación, doctrina y equipamiento».

A su vez, esta reconfiguración se enmarca dentro de una reorganización más amplia del gobierno, que al asumir redujo la cantidad de ministerios y redefinió funciones dentro del gabinete. 

El fortalecimiento del área de Seguridad y la centralidad de Bullrich en la gestión son señales claras de que el gobierno busca sostener y profundizar esta estrategia de cara al futuro. Con una opinión pública que muestra una fuerte adhesión a medidas de mayor rigor contra el crimen, la seguridad se consolida como un eje central del oficialismo en el desarrollo de su mandato.

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