Un grupo de venezolanos se reunió el viernes 10 de octubre frente a la Embajada de Venezuela en Buenos Aires, Argentina, la cual está cerrada desde agosto del 2024, para celebrar que la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, ganó el Premio Nobel de la Paz.
Con pancartas y banderas, los manifestantes festejaron el galardón y afirmaron que representa «una señal de que Venezuela está más cerca de recuperar la libertad».
Por su parte, el activista Max Graterol aseveró que el reconocimiento «es un homenaje a la lucha de todos los venezolanos desde hace más de 25 años contra el régimen chavista, que se ha mantenido en el poder por la fuerza, cometiendo crímenes de lesa humanidad, torturas y narcotráfico».
Mariangel Navas, activista venezolana le agradeció a Machado «por su liderazgo, valentía, firmeza y persistencia» e hizo hincapié en que que «a pesar de las amenazas, sigue en Venezuela, en la clandestinidad, liderando la lucha por la democracia».
Y resaltó que el premio va dedicado a «cada uno de los más de 800 presos políticos, a los familiares de los jóvenes asesinados en las protestas, a los más de 8 millones de venezolanos que hemos tenido que emigrar forzadamente«. Al mismo tiempo, «es un impulso para seguir adelante, porque estamos cada vez más cerca de la libertad y de poder volver a casa».
En tanto, Yang Álvarez, médico venezolano resaltó que el Nobel «envía un fuerte mensaje al mundo para que se ponga del lado de los venezolanos y presione al régimen de Maduro hacia una transición pacífica, junto con que respete la voluntad popular expresada en las elecciones presidenciales de 2024, donde Edmundo González Urrutia ganó como presidente electo con el 67% de los votos».
Elisa Trotta, secretaria general del Foro Argentino para la Defensa de la Democracia (FADD), expresó que «la emoción es indescriptible. No solo por ella, sino por cada venezolano que, con el alma en vilo, sueña con el mismo propósito: ver libre a su país».
Y subrayó que «María Corina ha dedicado su vida a esa causa, enfrentando a una tiranía con la fuerza serena de quien sabe que la verdad y la justicia siempre terminan por imponerse».
Recalcó que «hoy el mundo reconoce no solo su valentía, sino la lucha de millones que, junto a ella, han resistido el oprobio. La libertad de Venezuela será paz. Paz para nuestra nación y para todo el hemisferio».