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No alcanza con no ser peronista; hay que ser antiperonista.
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No alcanza con no ser peronista; hay que ser antiperonista.

Milagro Sala está cada vez más acorralada por el testimonio de gente de su entorno que explica su corrupción desatada y cómo maltrataba a quienes se oponían a sus designios. Es muy bueno lo que está pasando, ya que se derrumba el relato mentiroso e hipócrita del submundo del hampa por donde se suele encontrar al kirchnerismo.

Es muy gratificante que se confirme lo que muchos ya sabíamos, a fin de darles consuelo a la víctimas y avanzar en el restablecimiento del Estado de derecho que Sala ha vulnerado. Que todo el mundo se entere de cómo sacaban dinero de la corrupción de la Argentina, mientras Milagro era recibida como una estrella por el impresentable de Bergoglio. Que la Justicia funcione y deje en evidencia al autoritarismo y a la corrupción que asoló a los jujeños. Que Sala y sus esbirros estén cada vez más humillados y solos.

Hebe de Bonafini dijo, refiriéndose a la causa Vialidad que tiene a CFK en el banquillo, que “hay que hacer una pueblada para evitar que Cristina vaya presa”. “Hay que defenderla con todo. Nosotros somos la Justicia”. Miles de zombies kirchneristas, al mismo tiempo, comenzaron una campaña en las redes sociales con amenazas de violencia si se avanza en una condena a CFK.

Más allá del pedido de condena a la actual Vicepresidenta, la Fiscalía ha explicado con mucho detalle y con infinidad de pruebas cómo se armó una pútrida y colosal estructura para robar desde las más alta jerarquía del Estado: “Austral construcciones (Lázaro Báez) fue una estructura creada […] para extraer fondos ilegales del Estado. No fue un emprendimiento comercial. No fue una inversión para obtener ganancias y soportar pérdidas. Su creación fue un eslabón para obtener fondos del Estado mediante licitaciones”. Esto afirmó el Fiscal en su alegato dando una clara explicación de cómo se creó una sociedad con el fin de robar. Lázaro Báez era el testaferro de los Kirchner y por eso creó dicha empresa, que luego desapareció como tal cuando terminó el Gobierno de CFK (si no estaban ellos en el Gobierno la empresa no tenía razón de existir).

La reacción brutal del kirchnerismo se produce por la exhibición detallada del robo y por el detalle con el que se explica que los K fueron, ante todo, una organización delictiva. El relato kirchnerista se desmorona por la exposición y la contundencia de los hechos.

Con Sala o con CFK se repite el patrón. La defensa de la República solamente es posible si se pierde el miedo y se deja en evidencia a los autoritarios. Nunca se deben emplear las malas artes de los déspotas, basta con dejar que las pruebas salgan a la luz. Esa es la derrota simbólica de los relatos autoritarios. En cualquier lugar del mundo y en cualquier momento de la historia es y ha sido siempre así.

Únicamente tendrá Argentina una chance de futuro si la determinación conjunta de los sectores democráticos logra acabar de una vez por todas con la hegemonía de pensamiento del PJ. Me refiero a esa hegemonía cultural que explica la decadencia que viene imponiendo el PJ en todas sus formas. No hay PJ bueno para la República. Eso, señores, ha quedado demostrado a lo largo de la historia. Además, no alcanza con derrotarlos electoralmente. Hay que probar, explicar, mostrar, argumentar, evidenciar desde la oposición que no existe una opción posible de progreso si no se derrota la idea de atraso que implica conceptualmente el PJ.

La oposición debe luchar con los fantasmas internos que llevan a ciertos sectores a pensar dentro de los parámetros que fijan las ideas del atraso. La oposición debe matar la infantil idea e ingenua ilusión de encontrar “buenos” dentro de un movimiento que solamente busca las distintas maneras de perpetuarse en el poder. El riesgo que corren algunos sectores de la oposición es el de caer en la lógica de construir mayorías con mariscales del atraso. Cambiar todo para que nada cambie.

El caso de Massa es ejemplificador. Llegó al ministerio como la gran esperanza del establishment corporativo mediático y empresarial. En poco días, él y su equipo produjeron dos hechos que muestran su alma y los deja en evidencia: quisieron proscribir a una conductora de TV (Viviana Canosa) que pensaba criticarlo y anunciaron el tarifazo con Malena Massa señalando a ciudadanos por el tema de las tarifas subsidiadas. Vale aclarar que esos ciudadanos pagaban tarifas con subsidios por decisión del kirchnerismo. Mejor ejemplo de hipocresía y fascismo no se consigue.

Malena Massa sigue la misma lógica que los fascistas aspiracionales de C5N, Página 12 y demás medios oficialistas. Medios financiados de manera oscura escrachan a ciudadanos que pagan tarifas con subsidios que fueron fijados por los Kirchner y que sólo disminuyeron durante el Gobierno de Macri por decisión de Juan José Aranguren, al que entonces los peronistas criticaban por hacer lo que ellos hacen ahora como manotón de ahogado. Ojo, son subsidios que los peronistas también reciben. Eso es el PJ en estado puro. Los Massa en la misma línea de trabajo que los kirchneristas duros. ¿Hay alguna duda de que reaccionan igual?

“No basta con no ser comunista, hay que ser anticomunista”, decía el gran Raymond Aron en la época del stalinismo, mientras muchos intelectuales daban vergüenza defendiendo las matanzas y los campos de concentración de Stalin. Como mandato de acción la oposición argentina podría adoptar esa frase y extrapolarla a la Argentina actual:

No alcanza con no ser peronista. Hay que ser antiperonista.

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