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“¿Hasta cuándo nos seguirán endeudando?”: la columna de Gustavo Sylvestre
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“¿Hasta cuándo nos seguirán endeudando?”: la columna de Gustavo Sylvestre

¿Adónde están los dólares que el Gobierno de Javier Milei pidió prestados, si no los está gastando en obra pública, salud o educación? El presidente debe escuchar el verdadero reclamo de la sociedad argentina.

Por Gustavo Sylvestre

El Gobierno de Javier Milei atraviesa su peor momento político y económico desde que accedió al poder. Derrotado políticamente en las elecciones del pasado 7 de septiembre en la Provincia de Buenos Aires; acosado por las denuncias de corrupción para el caso $Libra y la confesión de Diego Spagnuolo sobre el pago de coimas desde la Agencia Nacional de Discapacidad; y con una feroz interna que no tiene fin. A esto hay que agregarle que a nivel económico el Gobierno no logra mostrar resultados satisfactorios, más allá de la baja de inflación y del famoso “superávit fiscal”, frente a una economía totalmente paralizada, la caída masiva del consumo y la permanente desconfianza de los mercados.

Ingenuamente uno podría preguntarse: ¿qué hizo el Gobierno con los dólares del préstamo del FMI, del blanqueo de capitales, de la cosecha gruesa y de otros prestamos? Un Gobierno que no hace obra pública; que tiene el presupuesto más bajo en salud de las ultimas décadas, que recorta permanentemente en educación, ¿en qué gastó ese dinero? ¿Todo es para pagar intereses de la Deuda? ¿O para los amigos del “campeón” que apuestan a la especulación financiera?

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Las últimas encuestas de opinión pública que, si bien marcaban un descenso en la imagen del gobierno y del presidente, siempre desatacaban un horizonte positivo cuando se consultaba sobre las expectativas a futuro, ahora muestran que las mismas han desaparecido: que “la economía va a estar peor” es la respuesta mayoritaria (arriba del 50%) cuando se le consulta a la población justamente sobre expectativas económicas. El Gobierno de Milei, en síntesis, ha perdido su mayor capital, que era el de las expectativas.

En términos económicos, la administración Milei se ha vuelto “Fondo-dependiente” o, para ser más precisos, “DonaldTrump-dependiente”. Pero, ¿hasta cuándo puede el gobierno de un país soberano como la Argentina estar dependiendo pura y exclusivamente de la ayuda del FMI o de EEUU, con las consecuencias que eso suele conllevar? ¿Hasta cuándo Milei seguirá endeudando a todos los argentinos en montos que hasta funcionarios del Fondo admiten que son impagables? En 2021, la Oficina Anticorrupción del anterior Gobierno denunció judicialmente la estafa que había significado el multimillonario crédito que el FMI le otorgó al Gobierno de Mauricio Macri (que tampoco solucionó nada), en base a un excelente y serio trabajo previo realizado en forma conjunta por el BCRA y la Sigen. Para eso, utilizaron documentos internos del propio Fondo, que cuestionaron el otorgamiento de ese crédito y que se llevaron puesta a la entonces cúpula del organismo financiero internacional. La denuncia la tiene la jueza Federal Capucetti. ¿No habrá llegado el momento de una seria y profunda investigación?

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La historia reciente de nuestro país ha demostrado que cuando un presidente “se aferra” o “encapricha” con una sola postura y sostiene que nada cambiará porque está asegurado el “éxito” de su plan económico, luego las consecuencias pueden llegar a ser imprevisibles. Y, sobre todo, cuando no escucha el mensaje de la sociedad, expresado a través del voto popular.

Nadie lo obligó al presidente Javier Milei a meterse a plebiscitar su gestión en la reciente elección provincial bonaerense. Pues bien, el resultado en contra fue contundente. Y lo peor es que Milei prometió la noche de la derrota electoral que iba a escuchar el mensaje de las urnas, pero agregó, “para que nada cambie”. Difícil encerrona en la que el propio Gobierno se metió, sobre todo cuando aún le quedan dos años de mandato (que sí o sí debe finalizar).

Un gobierno que ha perdido el apoyo de sus aliados (gobernadores, legisladores de distintas vertientes, parte del PRO) y que viene perdiendo legisladores propios que abandonan las filas de La Libertad Avanza), ¿no debería hacer una mínima autocritica y admitir que algo no está funcionando?

La próxima parada electoral del 26 de octubre marcará una bisagra importante para Javier Milei, que saca pecho anticipando que tendrá un apoyo superior al 40% de los votos. Habrá que ver cuál es el mensaje que los y las argentinas le enviarán al Gobierno a través del único medio que los ciudadanos de a pie tienen para manifestarse con contundencia en una democracia: el voto.

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