Por Lic. Alexis Chaves (*)
En un mundo sacudido por tensiones sociales, incertidumbres económicas y transformaciones culturales, el ocio ya no es un lujo: es una necesidad.
Vemos cada vez más la evolución positiva en cierto segmento de la sociedad que tiene como premisa la posibilidad certera de desconectar, de vibrar con la música, con los eventos, y de compartir momentos de euforia colectiva, donde se convierte el disfrute en un acto profundamente humano.
En este contexto, los Live Shows -o espectáculos en vivo de gran escala- emergen como espacios de innegable resistencia emocional y celebración socio cultural.
El denominador común hace que los espectáculos trasmuten como un refugio emocional. Los grandes eventos musicales no solo entretienen; ahora más que nuca, ofrecen una válvula de escape, un ritual moderno donde miles de personas se reúnen para celebrar la vida.
En épocas de crisis, estos encuentros se transforman en espacios de contención, donde “pasarla bien” no es una frivolidad, sino un derecho: el derecho de bailar, cantar, saltar y sentir el “bajo o un sintetizador en el pecho”, es reconectar con lo esencial de cada uno de nosotros como una liberación sensorial.
En Argentina, con una coyuntura política y económica muy especial y saturada de información, nos encontramos ante la llegada de figuras trascendentes como el artista y productor David Guetta, ¡el número uno de la música electrónica!
Y la escena global lo confirma: esta figura notable que nos está visitando el próximo sábado 11 de octubre, ha sido coronado nuevamente como el DJ número uno del mundo, (según el prestigioso ranking de la Revista DJ Mag).
Su música, que fusiona pop, house y EDM – Electronic Dance Music – ha marcado generaciones y sigue siendo el pulso de las pistas más vibrantes del planeta. Su presencia en festivales no es solo un show: es un acontecimiento cultural, como lo será esta Creamfields Argentina: una experiencia producida por un gigante como Fenix Entertainment Group.
Más de 10.000 personas disfrutaron del show de David Guetta en Punta del Este
Es evidente que la elección de David Guetta como “headliner” no es casual: es una declaración de principios. En medio de la agitación social, Creamfields Argentina apuesta por la excelencia, por el disfrute colectivo, por la música como lenguaje universal.
Este espectáculo se ha consolidado como el epicentro de la música electrónica a nivel mundial, un evento que junto a otros destacadísimos artistas que ya confirmaron su participación, promete una práctica que trasciende lo musical, como venimos señalando acá.
Y sabemos que la Empresa Fenix, con su trayectoria de más de tres décadas en la producción y organización de espectáculos de alto calibre, garantiza no solo calidad técnica, sino una escala artística que convierte el evento en una vivencia inolvidable.
Estas compañías entienden que el entretenimiento es parte del tejido social, que los shows en vivo son espacios de construcción simbólica, y que el arte cuando se vive en comunidad tiene el poder de sanar, inspirar y transformar.
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En definitiva, asistir a un Live Show como Creamfields Argentina no es solo una salida nocturna, va mucho más allá, es una forma de afirmar que, incluso en tiempos difíciles, merecemos alegría y que el arte tiene que estar al alcance de todos.
Disfrutar, lejos de ser superficial, es profundamente humano con fuerte conexión emocional: implica estar presente, conectar con lo que nos rodea, ya sea con una melodía, una conversación o un paisaje, nos vincula con el mundo y con nosotros mismos.
En una sociedad que premia la productividad, como señalamos, recrear estos eventos es un acto de “resistencia” que nos recuerda que no somos máquinas, sino seres sensibles.
(*) Politólogo y analista parlamentario