El fracaso de Ficha Limpia en el Senado es una prueba más de la profunda ciénaga en que se encuentra gran parte de la política argentina.
El país necesita esa ley por el gran nivel de corrupción que hay en la política. Cuando dos senadores votan en contra de una ley, que apoyaban previamente, siempre es por una orden política que recibieron.
La mayoría de los senadores no tiene criterio propio: en general responden a un caudillo provincial que hace negocios con los votos de los senadores. Los dos senadores que cambiaron su voto son misioneros y se llaman: Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. Su jefe político es Carlos Rovira, eterno caudillo misionero que siempre hace lo que le conviene.
Si los senadores votaron en contra es porque alguien con poder gubernamental le pidió eso a Rovira a cambio de algo. Si el oficialismo quería la ley, no se le podían escapar dos senadores amigos. Nunca.
El fracaso de Ficha Limpia en Argentina y una ironía palpable: ¿ilusión o desilusión?
La sobreactuación posterior del Gobierno diciendo que ellos querían la ley parece ensayada de antemano. Repito: si el Gobierno quería esa ley, los dos senadores misioneros habrían votado a favor. El Gobierno les habría pedido eso. Cualquier otra hipótesis es mentira. No hay librepensadores en el Senado.
Los juegos de los mercaderes de la política están por encima de los deseos de la población. En las encuestas, la amplia mayoría de los ciudadanos quería esta ley. Es cada vez más grande la brecha entre los ciudadanos y la política.
Por supuesto, los kirchneristas han festejado que los delincuentes puedan ocupar cargos públicos. Como organización delictiva que son, han trabajado a favor de los corruptos. En especial de Cristina Kirchner, la líder condenada por corrupción que se aferrará a cualquier candidatura que le garantice fueros.
La Corte Suprema tiene la oportunidad de mostrar que le interesa que la debacle moral no se profundice. De forma urgente deben rechazar el recurso que presentó la condenada Cristina Kirchner y confirmar la condena de la señora. Si no lo hacen y le permiten competir electoralmente, se sumarán a la lógica de la impunidad argentina.
(Columna emitida originalmente en el programa «Cristina sin vueltas», conducido por Cristina Pérez en Radio Rivadavia).