No quisiera profundizar demasiado en el desastre que hizo la Cámara de Diputados está semana. Yo creo que alguien cometió un error muy grande, pero en un Gobierno como este, en el que no se sabe bien cómo se toman las decisiones, no se puede saber quién lo cometió.
Yo tenía mucha desconfianza con el tema Ficha Limpia desde que había escuchado antes de la sesión a Guillermo Francos decir «bueno, esto puede leerse como una proscripción directa a CFK». Eso ya me generó desconfianza.
De paso, me gustaría mandarle un mensaje a Francos: sí, es una proscripción, Francos, porque a los delincuentes se los proscribe, los delincuentes tienen que estar en prisión y no en cargos electivos.
La señora CFK ya pasó por las dos instancias, por lo cual tiene condena firme.
Ese comentario de Francos me hizo pensar que había un sector del Gobierno que estaba trabajando en una estrategia desastrosa por lo equivocada. Trabajaron sacando ocho diputados de La Libertad Avanza. Pero también quienes conocemos estos manejos sabemos que, por ejemplo, Martín Lousteau sacó a una diputada, que desaparecieron dos del PRO, que no estaban por supuesto los del bloque de Miguel Ángel Pichetto, no estaba casi nadie… Y, desde luego, faltaron los grandes responsables de la impunidad en la Argentina, que son los kirchneristas y la izquierda.
¿Por qué creo que cometieron un error muy grande? Primero porque no supieron lo que venía y lo que vino después del discurso de Silvina Lospenatto, su editorial, lo que pasó en los medios, lo que pasaba en las redes. Creo que los sorprendió y los llevó a hacer una salida muy torpe, que es largar a los tuiteros de confianza del Gobierno. Parecía que trabajaban a reglamento y decían cosas tontas.
Por ejemplo, uno puso que «Trump con Ficha Limpia no se podría haber presentado» lo cual es mentira porque Trump no tiene una doble condena y, aparte, no era por corrupción.
Cuando uno ve todo el panorama, cómo salieron los empleados de Twitter a justificar lo injustificable, uno se da cuenta de que la estrategia había empezado a salir mal. Y hay un punto que para mí es definitorio: lo mejor que tiene la Argentina es el sector de clase media republicana, antiperonista, que odia a CFK.
Pensar que podés polarizar con CFK es un error enorme, porque la elección es legislativa: no va a haber Milei contra CFK.
Milei no puede ser candidato y CFK va a ir de candidata en la Provincia de Buenos Aires donde puede ganar. Recordemos que ganó Axel Kicillof ahí, una persona que linda con lo imbécil, que le hizo perder millones a la Argentina, y aun así ganó. Puede ganar CFK o puede perder.
Pero cuando te metés con la clase media republicana, que estuvo cuando mataron a Nisman, que estuvo contra la cuarentena medieval de Alberto Fernández, que siempre estuvo. Son antikirchneristas y que tienen una militancia fuertísima contra CFK, por el daño que ella hizo en la Argentina. Cuando te metés con la clase republicana te das cuenta de que tenés que recular en chancletas.
Podés perder las elecciones en un montón de lugares por ofender a un sector que es el mejor sector político de la Argentina.
Hay que recordar que Milei ganó y cuando dio el discurso en apertura de sesiones habló justamente de que la gente que tenía doble ratificación de la condena no podía ser candidata. Pero también hay que recordar que los que habían votado a Patricia Bullrich son lo votaron a Milei en la segunda vuelta. Y lo mejor que hizo la campaña de Patricia Bullrich había sido un spot de una cárcel que se llamaba «Cristina Fernández de Kirchner».
Subestimar a la gente republicana, antiperonista, antikirchnerista de la Argentina, es un error enorme. Esperemos que la paliza mediática y de redes que se comieron ayer por haber jugado a voltear la ley los haga recapacitar, porque todo lo que están haciendo en la economía y todo lo que están haciendo en la reforma del Estado, lo pueden arruinar defendiendo una agenda de impunidad con la mayor delincuente que ha tenido la Argentina en su historia política.
(Columna emitida originalmente en el programa «Cristina sin vueltas», conducido por Cristina Pérez en Radio Rivadavia).