Leyendo:
El disparatado capricho con Ariel Lijo y otros daños autoinfligidos del Gobierno
Artículo Completo 3 minutos de lectura

El disparatado capricho con Ariel Lijo y otros daños autoinfligidos del Gobierno

Es impresionante el precio que está pagando el Gobierno por su mala praxis en el tema de Ariel Lijo. En primer lugar, se puso en contra a la mayor parte de la Justicia, porque Ariel Lijo es el exponente máximo de la casta judicial. Todos presumimos que alguien se lo vendió al Gobierno y que el Gobierno, inexperto, lo compró. Seguramente haya sido Ricardo Lorenzetti.

Una vez cometido el error, era fácil arreglarlo, pero el Gobierno se empecinó con tonterías. Milei llegó a decir que Lijo era especialista en ciberdelito… Un disparate todo.

Ariel Lijo es el típico juez que usa las causas para hacer tiempo y hacerles favores a los políticos. Tiene un patrimonio inexplicable, muchísimas denuncias e innumerables causas de corrupción kirchnerista cajoneadas desde hace años. Además, su exposición en el Senado fue patética.

Ahora lo nombraron para la Corte Suprema por decreto y el hombre quiso pedir licencia en su juzgado, cuando lo normal es que renuncie. Todo tiene una explicación: si el experimento de la Corte y del Gobierno fracasa, vuelve a su juzgado. En la Corte está el prestigio; en los juzgados federales, los negocios.

La otra semana por Darío Lopérfido: la pésima comunicación del Gobierno y la verdadera agenda de la gente

A la hora de tomarle juramento en la Corte, tres jueces decidieron que si no renunciaba a su juzgado no podía entrar a la Corte. Lo más gracioso fue que uno de los que votó en contra fue Manuel García Mansilla, el otro juez nombrado por decreto por el Gobierno: una muestra cabal de que el Gobierno no controla ninguna variable.

Ahora Lijo intentará que lo voten en el Senado los kirchneristas a quienes les hizo tantos favores.

Todo salió mal en este episodio por un problema recurrente que tiene el Gobierno: no escucha a los que saben. Es un Gobierno con una alta dosis de paranoia, que cree que los que no le siguen la corriente son enemigos. Exige adhesión absoluta, y la adhesión absoluta es malísima para los gobiernos.

Nadie previene sobre posibles errores por no contradecir a Milei o a la hermana. Por eso se comieron una paliza con el tema de Ariel Lijo, pese a que mucha gente les avisó con buenos argumentos que era un error nombrar en la Corte a un juez sospechado de corrupción y de contubernio con los políticos.

La otra semana, por Darío Lopérfido: el vergonzoso voto argentino a favor de Putin y la falsa alianza con EEUU

El tema Lijo es un eslabón más en una larga cadena de errores que se vienen cometiendo desde hace un tiempo: el fraude de $Libra, el voto a favor de Putin en la ONU, la patética pelea Caputo-Manes, la fallida entrevista con Joni Viale y ahora Ariel Lijo fuera de la Corte.

El Gobierno debe cambiar, salir de la lógica de los chupamedias y escuchar a los que saben. Al final, la historia enseña que los chupamedias son los primeros que se esconden cuando algo sale mal.

Hoy todos los problemas del Gobierno son daños autoinfligidos. El Gobierno es su propia oposición.

(Columna emitida originalmente en el programa «Cristina sin vueltas», conducido por Cristina Pérez en Radio Rivadavia).

 

Ingresa las palabras claves y pulsa enter.