Las acciones de Tesla (TSLA) sufrieron un fuerte golpe este miércoles tras una nueva escalada en la disputa política entre Elon Musk y el expresidente Donald Trump. El enfrentamiento estalló luego de que Musk criticara duramente el respaldo republicano a un paquete de gasto público, al que calificó de «abominación repugnante llena de excesos». Las declaraciones, publicadas en redes sociales, no tardaron en impactar los mercados.
Desde hace semanas, Musk viene endureciendo su discurso contra lo que considera «gasto deficitario irresponsable», advirtiendo que si la tendencia continúa, «solo habrá dinero para pagar intereses y nada más».
El mensaje llegó pocas horas después de que se viralizaran sus críticas al llamado «gran y hermoso proyecto de ley» respaldado por los republicanos, y se volvió un tema central en medios y redes.
Elon Musk, duro con Trump por su ley de presupuesto: «Debería darles vergüenza»
A la tensión política se le suma el malestar económico. En lo que va del año, Tesla ha enfrentado una caída sostenida en la demanda de vehículos eléctricos, especialmente en Europa, y recientemente fue blanco de protestas en concesionarias estadounidenses. Algunos consumidores se han alejado de la marca, molestos por la creciente cercanía de Musk con la derecha política y su participación en iniciativas como el cuestionado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Mientras tanto, la empresa se prepara para un momento clave: el lanzamiento oficial de su robotaxi en Austin el 12 de junio. Este ensayo marcará un antes y un después en el futuro de Tesla, cuyo valor en bolsa depende en gran parte de su capacidad para desarrollar la conducción autónoma. Pero mientras Tesla ajusta detalles, Waymo, de Alphabet, pisa fuerte con 250.000 viajes semanales en robotaxi, consolidando su liderazgo en el sector.
Australia y una señal de esperanza para Tesla
A pesar del panorama sombrío, hay señales alentadoras desde el hemisferio sur. En Australia, Tesla registró en mayo su mejor desempeño en casi un año, con 3.897 vehículos entregados, impulsados por el renovado Model Y, cuyas ventas crecieron 122,5% interanual.
No obstante, el balance anual sigue siendo negativo, con una baja acumulada del 48,2%. El contraste entre mercados refleja la complejidad del momento que atraviesa Musk: entre las presiones políticas, la volatilidad económica y el desafío tecnológico.