El recién inaugurado Puraltura propone una gastronomía donde cada plato se convierte en una oportunidad para descubrir el vino argentino. Recomendado para curiosos, entusiastas y amantes del maridaje sin rigideces, la propuesta se apoya en una carta federal de más de 80 etiquetas y la guía experta de un sommelier que acompaña el recorrido.
En este lugar el vino es un protagonista dinámico que se suma una vez elegido el plato. Con una carta de sabores definidos, bien ejecutados y sin artificios, la experiencia se vuelve sensorial y personal. No hace falta saber de vinos para disfrutarla. Muy por el contrario, este es un pequeño refugio ideal para aprender, probar, comparar y descubrir armonías inesperadas bajo la mirada del sommelier de la casa, Alejandro Mesa Rubio, socio del proyecto.
EL MARIDAJE COMO EXPERIENCIA VIVA
Los platos están diseñados para dialogar en armonía con la diversidad de cepas. Se puede probar un tartar de bife con mostaza antigua y emulsión de albahaca; una ensalada de manzana verde, apio, agua de pepino, yogur natural y nuez; los tagliatelle con langostinos, manteca, peperoncino y ralladura de limón, o la pesca del día con kale, pomelo, remolacha y vinagreta. En la sección de los postres, es imperdible la crème brûlée, que actualmente sale con frutillas.
Se puede optar por una copa para cada paso o bien elegir un único vino que acompañe todo el recorrido. Es en este punto donde las recomendaciones del sommelier abren nuevas puertas, incluso para quienes ya creen saber qué les gusta.
La selección es amplia y diversa: hay vinos de altura extrema, criollas sin filtrar, etiquetas biodinámicas, blends modernos y clásicos con paso por madera. Entre los tintos, se destacan el Petite Fleur de Monteviejo, un vino elegante y equilibrado del Valle de Uco (Mendoza) y el Cactus Malbec, potente y expresivo, de la Quebrada de Humahuaca (Jujuy). Entre los blancos, brillan el Gewürztraminer Granos Nobles, de Luigi Bosca (Mendoza), elaborado a partir de una cepa poco común en el mercado local, y el Semillón de la línea Polígonos de Bodega Zuccardi (Tupungato), un blanco con historia rescatado con técnica contemporánea. De los rosados, el Martino Pinot-Merlot es una gema sutil y refrescante.
Además, la propuesta de vinos por copa permite probar distintas armonías en una misma noche. Siempre hay un espumante, un blanco, un rosado, un tinto y un vino dulce, que se renuevan periódicamente.
Al ser un sitio para 22 cubiertos, el servicio se vuelve cercano y personalizado. La ambientación es sobria, la luz cálida y el gran expositor de botellas es el punto focal del salón. Todo se conjuga para generar un ambiente de disfrute, descubrimiento y conversación.
Puraltura es un espacio para quienes quieren aprender sin presiones, para quienes ya saben y buscan una carta que los entusiasme, y para quienes simplemente aprecian comer bien y brindar con una copa que los sorprenda. Además, cada mes se organizan catas privadas que invitan a explorar estilos, regiones y productores de todo el país, en un clima distendido y guiado. Abre de jueves a sábados de 19:30 a 23:30 h.
Dirección: Gorriti 3856, Palermo Viejo
Instagram: @puraltura